Durante los últimos días me estoy convirtiendo en un recolector y un coleccionista de “putas frases de autoayuda”… y, oye, ¡¡¡no funcionan para nada!!! Lo único que hacen es ayudarme a que la película de bajo coste y de cine independiente que me estaba montando, se convierta, en ocasiones, en una superproducción con todo tipo de efectos especiales, grandes actores y actrices interpretando nuestros papeles, con los mejores artistas interpretando temas para la banda sonora [ésta ya de verdad, de las buenas], la mejor iluminación, la mejor fotografía, lo mejor de lo mejor… Y así estoy, convirtiéndome en un “paulocoelhista” de marca blanca…
Y tengo
frases increíbles [o tal vez no…]: “te miro y deseo que todos se encuentren con
personas como tú… luego me sonríes y me convenzo de lo afortunado que soy”, o
ésta que es muy buena “ya coincidí contigo, que era lo más difícil…”, y quién
mejor que Benedetti para expresar la idea de fondo: “Mi táctica es mirarte,
aprender cómo sos. Mi táctica es hablarte y escucharte, construir con palabras
un puente indestructible. Mi táctica es quedarme en tu recuerdo, no sé cómo, ni
sé con qué pretexto, pero quedarme en vos. Mi táctica es ser franco y saber que
sos franca y que no nos vendamos simulacros para que, entre los dos, no haya
telón ni abismos. Mi estrategia es, en cambio, más profunda y más simple. Mi estrategia
es que un día cualquiera, no sé cómo, ni sé con qué pretexto, por fin me
necesites”. Es buena, ¿eh?