Se me ha muerto Gamero. Así, sin avisar. En fondo, lo ha hecho como siempre vivió. Sin dar una voz más alta que otra. Como si estuviese en un segundo plano, como si la historia no fuese con él y, sin embargo, ¡vaya si iba!. Con él se nos ha ido el creador de una figura imprescindible en el cine de hoy. El actor que no es protagonista (me resisto a llamarlo secundario), que aparece en un montón de películas y que, no obstante, seríamos incapaces de citar cualquiera de ellas en las que hubiera participado. Y, eso, sólo está al alcance de los mejores. Ahora mismo, me viene a la cabeza esa voz ronca, cazallera y encabronada....
Uno de mis primeros recuerdos de Gamero es en una película de Parchis. Interpretaba a un portero de un colegio o un internado o algo así. A partir de ese momento, su imagen aparecía en distintas películas y era incapaz de saber quién era, cómo se llamaba o dónde le había visto antes. Supongo que se trataba de mi corta edad y mis limitados conocimientos (al igual que ahora) respecto a todo. Con el tiempo averigüé cómo se llamaba aquel tipo bajito, con bigote frondoso y eternamente cabreado. Me niego a citar películas en las que aparezca y eso que, ahora sí, podría escribir unas cuantas, pero no quiero, porque sería limitarle o, tal vez, sería todo demasiado subjetivo.
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