Todo empezó aquí. O aquí. Lo cierto es que no sé exactamente cuál de los dos momentos es el primero que debo considerar como inicio, aunque suelo contar como tal, el DÍA CERO. Seiscientos cincuenta días exactos después, esto termina. O mejor dicho, terminó el lunes. Cuatrocientos cuatro kilómetros. Lo cierto es que desde hace cuatro días, mi habitación de aquí, de mi pueblo, ésa que durante años he compartido con mi hermano, es un auténtico caos de maletas, bolsas, cajas… que contienen cientos de experiencias vividas, decenas de personas conocidas, miles de pasos por las calles de la capital intentando conocerla, meterme en ella… Todo desperdigado por ese cuarto.
Sin embargo, ni una sola de las maletas, de las cajas, de las bolsas… he abierto…. Necesariamente tendré que hacerlo, quizás en las próximas horas, pero algo, dentro de mí, me impide hacerlo. Como si abrirlas algo de eso supusiera desprenderme de todo o parte de estos casi dos años. Y, en estos momentos, no tengo ninguna gana. Releyendo el párrafo anterior, me doy cuenta que he simplificado todo en cifras y lo cierto es que no puedo resumirlo sólo en eso. Hay más. Mucho más. Sentimientos, emociones, alegrías, tristezas, luces, sombras, euforia, desesperación… Y, ni aún así, alcanzo para abarcar todo lo sucedido en este tiempo.
Madrid se ha quedado con una parte mía. No sé exactamente qué, pero tiene ya algo de mí. No creí que eso fuese a ocurrir. No pensaba que esa ciudad y sus gentes me iban a atrapar de esa manera, pero me he ido dejando apresar. Poco a poco ha ido cautivándome hasta convertir todo, en determinados momentos, en un sueño del que uno no quiere despertar. Pero, no quiero engañarme tampoco, también han existido pesadillas, básicamente dos…. Ahora, pensándolo bien, creo que no echaré de menos a la ciudad en sí, sino a las personas que en ella viven y con las que me he relacionado. Y, naturalmente, a las conversaciones, encuentros, desencuentros… con ellas vividas. Pensar en Madrid supone, ahora, el recuerdo de personas que me han acompañado en esta experiencia…
PD: ¿Por qué, en ocasiones, resumimos todo en números? ¿Qué mecanismo nos hace relacionar situaciones con personas concretas? ¿Qué hace que la nostalgia se active?
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