viernes, noviembre 23, 2012

mi amigo maigret (1949, george simenon)

Balduino Pito, Jupiter Jones, Pete Crenshaw y Bob Andrews, Hercules Poirot y su fiel Hastings me acompañaron en mi infancia y adolescencia. Los Hollister, Los Cinco y Los Gemelos me parecieron siempre insufribles. Con miss Marple me pasa algo similar a lo de Jessica Fletcher [ya lo comenté hace tiempo], me parecen unas auténticas gafes, Parker Pyne nunca me atrajo y Sherlock Holmes y Watson me resultan… no sé, pero no acabo de cogerles el truco. Y a Carvalho no puedo dejar de imaginármelo con la imagen de Eusebio Poncela [lo de Patxi Andión fue un error…]. Sin embargo hay algo en otros, que me atrapa, que me seduce, que me hace buscar más de ellos. Todo comenzó, sin duda, con el comisario Maigret. Con él he recorrido Paris [literaria y literalmente] y he querido entrar en el Quai des Orfèvres, fumar en su pipa, charlar con Janvier, Lapointe, Lucas… y encargar bocadillos y cerveza a la Brasserie Dauphine.

Desde luego, me gustaría ir a Suecia y compartir café y unos “florida” con Martin Beck, mirarme, mirarle en esos ojos tristes y, tal vez, compartir silencios con él y con Kollberg, Melander, Larsson y Röhn… Por supuesto, visitar a Bernie Gunther en la Alemania pre y post-nazi y compartir unos cuantos schnnaps con este tipo honesto, cínico, crítico, irónico y sincero. Compartir conversación en torno a una cocido y un filete en La vaca Verónica con Bevilacqua y Chamorro, caústico, irreverente y rebelde él, prudente y sensata ella, tiene que ser un curso acelerado del estudio de las personas. Viajar a Vigàta y conocer la deliciosa cocina siciliana con Salvo Montalbano mientras se intercambian silencios y bromas con retorcido sentido del humor debería estar en una lista de “cosas a hacer…”

Indudablemente, quiero una tertulia de sobremesa con Leo Caldas, Toni Romano y Corazón Rodriguez, y charlar con ellos de la vida y de las personas… El paciente del doctor Sugrañés me haría llorar de risa con sus ocurrencias y peripecias. Con Julio Alsina compartiría una botella de Licor 43. A Méndez, Basilio Céspedes y Carlos Clot espero conocerlos pronto…


PD: ¿Por qué hay personajes que nos atrapan sin remedio? ¿Por qué en los libros que nos gustan siempre vemos reflejado algo de nosotros? ¿Por qué nos gusta leer?
lunes, noviembre 19, 2012

a mis niños de 30 años (1999, miliki)

Ayer se me fue un trozo de infancia, se nos fue a todos, a muchos… un gran pedazo de nosotros mismos, de aromas, de colores, de recuerdos… de miles de sentimientos y sensaciones… Ayer perdimos, perdí, parte de esa inocencia infantil… Ayer, don Emilio Alberto Aragón Bermúdez falleció. Ayer, y no quiero utilizar los tópicos para decir que se reunió con sus hermanos, padres y tíos, ayer, como decía, desapareció el último soporte físico de una generación. Ayer se desvaneció el “nanania nananiana, nana naniana”. Desde ayer, los bocadillos de nocilla, de mortadela, de chorizo mientras vemos la tele, ya no van a saber igual… Desde ayer, toda una generación nos hicimos mayores de golpe…

Se fue Miliki y también, con él, el último de “Los payasos de la tele”, el último de la saga familiar que elevó a otra categoría la imagen del payaso de circo. Gaby dejó de ser ese payaso serio, de cara blanca, ceja exageradamente arqueada y gorro de cucurucho, aunque seguía siendo el “serio”, el objeto de bromas y burlas por parte de sus hermanos. Fofó y Miliki eran augusto y contraugusto, pero no necesitaron pintarse, ni la nariz roja para hacernos reír, pero, principalmente, para hacernos cantar. Su gran mérito fue, interactuar con nosotros, con “sus niños”, hacernos responder a sus preguntas, reír, cantar con ellos… Con su ausencia, cubriremos de polvo en la memoria el “Rojo, amarillo y... ¡verdeeee!” o el “¡Sorroco! ¡Auxillo!”… Se va Miliki, se ha ido, y nos quedarán esas largas camisolas rojas, esos pantalones azules y esos enormes zapatones… Y queda, para siempre, el “feliz, feliz en tu día…”

Desde ayer, don Pepito, don José, Susanita y su ratón, Manuela y su porompompóm… están más solos. Desde ayer, el auto de papá no tiene quien lo conduzca, la nariz ya no picará, mi barba seguirá teniendo sólo tres pelos, la gallina Turuleca ya no será ponedora, y el barquito de cáscara de nuez irá a la deriva…. Y nosotros, una generación entera, cuando oigamos o recordemos un “¿Como están ustedeeeeees?” gritaremos, quizás mentalmente, un “bieeeeeeeeeeeeeeennnnn” y esbozaremos una sonrisa…


PD: ¿Qué tienen nuestros recuerdos de infancia que nos hacen sonreír? ¿Qué tiene nuestra inocencia infantil que nos hace añorarla? ¿Por qué muchos de esos recuerdos son en blanco y negro?
viernes, noviembre 09, 2012

everybody will needs somebody to love (2010, solomones)

Tal día como hoy, hace siete años, empezó esto. Medio en broma, medio en serio. Con una idea que se transformó en otra y luego en otra, y luego en otra… Y ha sido como yo, inconstante, distraído, concienzudo, irónico, reflexivo… Y he hablado de gárgolas, de cine, de ideas, de sentimientos, de… bueno, de un montón de cosas y poco, muy poco de mí… Así que trataré, de manera excepcional, de paliar esa desinformación, quizás, simplemente, porque se lo debo a esta “crema-catalana” y, como esos memes que circulan por ahí, voy a realizar uno propio. En las doscientas cuarenta y cuatro palabras que faltan.

Nesquik. Café. Coca-cola. Amarillo. Azul. Carne. Café solo. Lentejas. Garbanzos. Guisantes. Sin cebolla. Café solo y solo. Muy poco hecha. Leer. Baloncesto. Twitter. Bueno, también con cebolla. Mediterráneo. Montaña. Magic. Indurain. Estiarte. Azul. Cuatro. Diecisiete. Sol. Morgan Freeman. Tren. Cantábrico. Pamplona. Los clicks. Loquillo. Sabino Méndez. Martin Beck. Germán Areta. Niebla. Rocky Marciano. Paulino Uzcudun. Nueces. Sangüesa. Chorizo. Playa. Clint Eastwood. Los mercados públicos. El Barrio. Maristas. Rubén Bevilacqua. San Pedro del Romeral. James Stewart. Las gafas de Kareem. Arconada. Ceferino Reyes. Epi. Margaret Dumont. Aurora Redondo. Barcelona. Arcángel Rafael. Barba. Sean Connery. Lluvia. Sabina. Kennedy. Cary Grant. Grace Kelly. Los abrazos.

Steve McQueen. Cervera. Beatles. Mikan. Chamberlain. Churchill. Norma Jean. Nieve. Serrat. Plátanos. Madrid. Las caricias. Hablar. Mortadelo y Filemón. La rodillera de Chendo. El minuto 112 en Wembley en 1992. Escribir. Joe Louis. Alí. Joe Montana. Spitz. Una BH roja. El discurso de Jack Palance en los oscars. Paris. La ginebra. Los relojes. El tres-cuatro-tres. La media maratón. El Coyote. Las canciones que hablan de mí. Las que no lo hacen. El faro de Santander. Tres besos seguidos y otro más fuerte, todos sonoros. Vía Dalma. Russell. Las bufandas de lana. Duncan Dhu. Sir Tim O’Theo. El 23. Bird. Trasnochar. Audrey. Maigret. Piscis. El golpe de Seve en la Ryder de 1983. Ducados. Soy también todos mis aciertos y errores, mis virtudes y defectos. Y, principalmente, soy todas esas personas que conocí, los libros que leí, la gente con la que hablé…


PD: de manera extraordinaria, hoy no hay reflexión, simplemente, a ti, darte las GRACIAS, por haber llegado hasta esta última palabra…
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