viernes, junio 24, 2011

pongamos que hablo de madrid (1980, joaquín sabina)

Todo empezó aquí. O aquí. Lo cierto es que no sé exactamente cuál de los dos momentos es el primero que debo considerar como inicio, aunque suelo contar como tal, el DÍA CERO. Seiscientos cincuenta días exactos después, esto termina. O mejor dicho, terminó el lunes. Cuatrocientos cuatro kilómetros. Lo cierto es que desde hace cuatro días, mi habitación de aquí, de mi pueblo, ésa que durante años he compartido con mi hermano, es un auténtico caos de maletas, bolsas, cajas… que contienen cientos de experiencias vividas, decenas de personas conocidas, miles de pasos por las calles de la capital intentando conocerla, meterme en ella… Todo desperdigado por ese cuarto.

Sin embargo, ni una sola de las maletas, de las cajas, de las bolsas… he abierto…. Necesariamente tendré que hacerlo, quizás en las próximas horas, pero algo, dentro de mí, me impide hacerlo. Como si abrirlas algo de eso supusiera desprenderme de todo o parte de estos casi dos años. Y, en estos momentos, no tengo ninguna gana. Releyendo el párrafo anterior, me doy cuenta que he simplificado todo en cifras y lo cierto es que no puedo resumirlo sólo en eso. Hay más. Mucho más. Sentimientos, emociones, alegrías, tristezas, luces, sombras, euforia, desesperación… Y, ni aún así, alcanzo para abarcar todo lo sucedido en este tiempo.

Madrid se ha quedado con una parte mía. No sé exactamente qué, pero tiene ya algo de mí. No creí que eso fuese a ocurrir. No pensaba que esa ciudad y sus gentes me iban a atrapar de esa manera, pero me he ido dejando apresar. Poco a poco ha ido cautivándome hasta convertir todo, en determinados momentos, en un sueño del que uno no quiere despertar. Pero, no quiero engañarme tampoco, también han existido pesadillas, básicamente dos…. Ahora, pensándolo bien, creo que no echaré de menos a la ciudad en sí, sino a las personas que en ella viven y con las que me he relacionado. Y, naturalmente, a las conversaciones, encuentros, desencuentros… con ellas vividas. Pensar en Madrid supone, ahora, el recuerdo de personas que me han acompañado en esta experiencia…


PD: ¿Por qué, en ocasiones, resumimos todo en números? ¿Qué mecanismo nos hace relacionar situaciones con personas concretas? ¿Qué hace que la nostalgia se active?
martes, junio 14, 2011

match point [2005, woody allen]

La culpa de todo la tiene el tipo ése que se sienta en las gradas escudado con unas gafas oscuras de sol, una gorrita de un hotel, la mano apoyada en el mentón, que parece estar hastiado de lo que ve y que parece que disfrutaría más con un paseíto por la playa de Levante [o mejor por la de Oriente] en Benidorm, por la orilla, remojándose los pies. El tipo ése que cada vez que lo veo me parece un pre-jubilado en eternas vacaciones, que se aburre y que no sabe qué hacer con las horas muertas. La culpa de todo, la tiene “TíoToni”.

TíoToni [se pronuncia así, todo seguido] es el responsable de que el muchachito le pegue unos zaborrazos terribles [en el Reyno decimos palabras como esas…] a la pelotita amarilla y que el que esté al otro lado de la red tenga que sudar lo impensable para que Rafel [que así llama TíoToni al nene…] no llegue, apenas destense la herramienta y se vaya recogiendo los aplausos y admiraciones. Por suerte para todos, existe Federer [de nombre, Golleg] que es otro tipo peculiar. El yerno que todas las madres quisieran tener, el hijo ideal, el marido modélico y el padre ejemplar. Entre TíoToni y Golleg han conseguido crear un “monstruo”.

Ahora se discute si uno u otro es el mejor tenista de la historia o el más completo. Creo que no tiene sentido debatir sobre ello. Lo son los dos y punto. Son dos estilos distintos. Rafel acaba empapado en sudor, los músculos tensionados, los calcetines completamente manchados de arcilla. Golleg, por el contrario [como buen yerno, hijo, marido y padre], finaliza prácticamente inmaculado, con la ropa bien limpita. Pero la culpa de todo es de TíoToni, que al pequeño Nadal ya le tocó las narices bien pronto. “Nene, como eres diestro, vas a jugar al tenis con la izquierda…” Estoy convencido que a Golleg, también se lo inventó TíoToni.

[Las cosas como son, la gorrita es de la Fundación Iberostar que contribuye a la integración social de los niños y niños discapacitados de las Baleares]


PD: ¿Necesitamos de un mentor, de un guía o de un consejero? ¿O somos más autodidactas? ¿Qué es mejor?
lunes, junio 06, 2011

la habitación (1888, vincent van gogh)

Me voy a adelantar a los acontecimientos, pero creo que es necesario. Dentro de unos días lo explicaré todo, pero no ahora. De momento, digamos, que hemos puesto un anuncio para compartir el piso. Lo redactó Mau Ricio y lo copio y pego tal cual lo ha publicado [no corrijo nada, es totalmente “sic”]:

“el edificio cuenta con vigilante las 24 horas, también tiene una piscina de unos 20 mts que viene estupenda para calor que esta llegando :). posibilidad de alquilar plaza de garaje. en el salón tenemos una tv hd de 40 pulgadas, también una ps3 con muchos juegos :). no solemos hacer fiestas en casa pero si salimos de fiesta por ahí, aunque todo es hablarlo. somos dos chicos uno de 32 y quien escribe 33. tenemos muy buena relación y cuando coincidimos nos vamos de fiesta juntos, buscamos a alguien con buena onda y mas que un compi de piso termine siendo un buen amigo. por si no lo notaste quien te escribe es argentino que ya lleva viviendo 9 años en madrid. si queres venir a ver nuestra mansión no dudes en contactarnos, será un placer para nostros mostrarte el departamento. mucha suerte para todos en su búsqueda.”

La primera vez que lo leí me quedé ojiplático.... No sabía si se busca un compañero de piso o alguien con quien salir de “joda” [como dicen los argentinos]. Desde luego, creo que el piso tiene muchas más virtudes que la televisión y la consola de videojuegos. Es más, existen ambas porque estamos en el piso. pero debo ser yo el equivocado. Que el edificio apenas tenga diez o doce años, que se encuentre a seis minutos andando de la estación de Atocha, o a otros tantos minutos del Parque del Retiro, o una parada de metro [de lo que yo considero una de las líneas principales] y otra de bus prácticamente en la puerta del edificio, o … son menos importantes que tener una televisión plana…. En fin, que deben estar evolucionando las nuevas técnicas de promoción y yo me he quedado bastante anticuado y “demodé”…


PD: ¿Empieza a ser más importante lo accesorio que lo principal? ¿Me está pillando todo esto mayor? ¿Es justa una elección de un compañero de piso por una entrevista de apenas media hora?
| Top ↑ |