jueves, abril 30, 2020

black is black (1966, Los Bravos)

Al principio fue la NBL… después la ABL [un añito duró]… más tarde llegó la ABA… y finalmente, la NBA… del mismo modo que antes de Jackie Robinson [primer jugador en romper las barreras para la integración de jugadores negros en las ligas profesionales con su fichaje por Brooklyn Dodgers] fue William “Pop” Gates… no sólo fue pionero como jugador, también lo fue al ser el primer entrenador afroamericano… desde los New York Harlem Yankees hasta los New York Celtics [ojito con el nombre] pasando por los Washington Bears, Rochester, New York Rens y Harlem Globetrotters [incluso como “coach” aquí] todo ello entre finales de los 30’s hasta principio de los 50’s… quince añitos de carrera…

Afroamericano, durante la “Gran Depresión”, con la II GM… todos los ingredientes para no sólo no triunfar, sino para ser un número más de las estadísticas, un nombre más en listas… pero no, cuentan las crónicas de la época que era “a complete ballplayer on offense, a defensive specialist, and a strong rebounder”… nada más que añadir, su señoría… jugó en un buen número de equipos y logró títulos y reconocimientos [algunos tardíos, porque fue incluido en el “Hall of Fame” ¡¡TREINTA Y CUATRO AÑOS!! después de retirarse]…

Pero queda para la Historia [sí, con mayúsculas] la racha de 68 partidos consecutivos ganados a domicilio en el World Professional Tournament Championship en 1939… y sí, también ganó el WPTC tanto con los Rens [me da miedo pensar que soy demasiado “freaky” y que sólo yo los conozco] como con los Bears… fue jugando con el 5 en Buffalo donde rompió barreras en 1946...

Porque no lo tuvo fácil y no se resignó… porque fue un desconocido y no creo que se lo merezca… por todo eso William “Pop” Gates es mi número cinco…
miércoles, abril 29, 2020

cuatro elementos (2009, La Musicalité)

El cuatro simboliza a aquél que se queda fuera del podio, al que casi gana pero no… por un gol, una canasta, unos segundos, unos metros… elegir un número cuatro con todas las posibilidades que se ofrecen resulta complicado… creía que lo tenía claro y debía elegir entre Wayne Robinson [aún lo recuerdo con aquella camiseta de Cacaolat Granollers], Adrian Dantley [ojo, “Hall of Famer”] o Byron Scott [3 veces NBA Champion]… pero en la ingente cantidad de “spam” que almaceno en mi cerebro, de repente, le hizo destacar…

No hay un cuatro mejor que él… cuatro veces subió a un podio olímpico, las cuatro como segundo… cuatro veces a uno mundial, una en lo más alto, el resto como segundo… se retiró a finales de 2004 [¡benditos giros del destino!], siendo su última gran carrera en los Juegos Olímpicos de Atenas, donde finalizó ¡¡cuarto!!… La verdad, Frankie Fredericks, porque es él el número cuatro, tuvo que lidiar con Linford Christie, Donovan Bailey, Michael Johnson, Carl Lewis o Ato Boldon entre otros…

Eligió un deporte en que todo lo entrenado, se pretende resumir en menos de diez segundos y cuanto menos, mejor… Y quedarse, casi siempre, a las puertas de la gloria, ver cómo las lesiones también se convierte en aliadas de tus contrincantes, estar siempre a punto de... pero no... te hacen, a los ojos del gran público, ser considerado como un eterno “outsider”… Era, es de rigor decirlo, un tipo educado, de buenas maneras y caballeroso, en el mundo de la alta velocidad, era un oasis, siendo sinceros…

Por estos motivos, por otros que no toca ahora exponer, porque no aparecía en nuestras quinielas como ganador cuando participaba, pero siempre sacaba mejor resultado de lo que todos pensábamos… por todo eso, Frankie Fredericks es mi número cuatro…
martes, abril 28, 2020

treinta y uno de febrero (1986, Julian Symons)

La idea era hablar de Kurt Rambis [las segundas gafas más icónicas de la historia de la NBA] y Fred Roberts, dos números 31 de Lakers y Celtis de la segunda mitad de los 80’s, que compartían número, puesto y rol residual [más el del equipo de Massachusetts] en las franquicias punteras del momento… pero cuando se ha cruzado por tu vida, en algún momento, un tipo con un nombre que podría engrosar la lista de los hermanos Marx… la balanza se decanta descaradamente hacia ese lado…

Porque Zelmo, que es a él a quien me estoy refiriendo, fue un caso atípico… drafteado en la NBA por los Hawks [de cuando residían en St. Louis…] en tercera posición… jugó con ellos 6 años hasta que se fue a la ABA [¡ojo ahí!] y campeón con los Utah Stars en el primer año… volvió a la NBA, a los Lakers [otros seis años después] para acabar su carrera… siempre con el treinta y uno… resumen: All Star en ambas ligas varias veces, promedio de 16 puntos y más de 10 rebotes en toda su carrera…

Y ojo con el tema de los rebotes, que Zelmo no llegaba a los 2 metros y se emparejaba con tipos como Wilt Chamberlain [el amigo de Conan], Bill Russell [¿necesita presentación?], Artis Gilmore [en la época de pelo afro y rodilleras], Nate Thurmond [pura fibra y potencia desde la punta de los dedos de los pies hasta donde le empezaba la frente] y Willis Reed [¡esa foto puño en alto en los pasillos del Madison!]

Porque Zelmo Beaty, “Big Z”, no siguió el camino fácil… porque fue “Hall of Fame” ¡¡CUARENTA AÑOS!! después de retirarse… porque lo fue ¡¡TRES AÑOS!! Después de fallecer… por todo eso, Zelmo Beaty es mi número treinta y uno…
lunes, abril 27, 2020

la partida de ajedrez (1509, Lucas van Leyden)

Una vez que has sido Pedrito, nunca volverás a ser Pedro…, una vez que has sido Juanito, nunca volverás a ser Juan… una vez que has sido Arturito, nunca volverás a ser Arturo… aunque fueses un niño prodigio del ajedrez y has crecido… aunque hayas logrado tablas con Bobby Fischer… aunque hayan sido en setenta y siete movimientos… una vez que has sido Arturito, nunca volverás a ser Arturo… siempre serás Arturito Pomar…

Todo empieza cuando Arturito, con 12 años, y el país recomponiéndose de los desastres de la guerra fratricida, hace tablas [vamos, saca un empate] en un torneo internacional de ajedrez con el que era el campeón del mundo Alexander Alekhine y claro... no hace falta nada más para que en todas partes le consideren poco menos que el nuevo mesías del ajedrez… pero el niño, deja de serlo, pasa a ser adolescente y luego adulto [el ciclo natural de la vida…] y se olvidan de él… quién había sido prácticamente héroe nacional y figura del NO-DO [millennials, otro día os explico] cae en el absoluto olvido… hasta que con 31 años y ya siendo Gran Maestro [sólo le supera ser Campeón del Mundo] vuelve a acordar unas tablas , en Estocolmo, con quien ya era un genio de la especialidad, Bobby Fischer…

77 movimientos para empatar, 77 movimientos para que no haya ganador… 77 movimientos durante nueve horas... 77 movimientos para que tu contrincante, después, comente “pobre cartero español, con todo el talento que tienes y ahora tienes que volver a España a pegar sellos”… Pomar había sacado tiempo antes, plaza de funcionario de Correos…

Porque pudo ser, pero no fue… porque tenía que pedir vacaciones para ir a los torneos… porque todo se lo pagaba él… don Arturo Pomar es mi número setenta y siete…
domingo, abril 26, 2020

veintitrés veces no (2019, Nora Vázquez)

Hagamos un ejercicio de imaginación… Boston Celtics ha ganado el último campeonato, Kareem Adbul-Jabbar ha sido el MVP y Alvin Adams [ojo, one-man team y camiseta retirada por Phoenix Suns] el ROY… Milwaukee en “Regular Season” ha sido el decimoquinto mejor equipo [de 18, primera temporada en que KAJ ya no estaba en el equipo]… y en el “draft” eligen, entre otras opciones, en el número veintitrés… hasta aquí, bueno, gimnasia cerebral, pero tampoco nada exagerado…

El muchacho elegido, un chavalito delgado, escuchimizado podría decirse, y con apariencia frágil, con unos brazos largos, larguísimos, fue infrautilizado y traspasado a Indiana donde comenzó a despuntar, pero fue en Denver donde “Poetry in motion” comenzó a mostrarse como un anotador superlativo, con una mecánica de tiro, fluida eso sí, pero poco ortodoxa, acompañada de una técnica individual muy bien trabajada y una inteligencia en el juego muy por encima de la media de aquellos momentos…

Pero claro, en esos 80’s, eran el rubito de Indiana y el mago de Michigan quienes centraban la atención cada noche que sus equipos pisaban una pista... y él, al igual que otros cuantos jugadores de aquella época, quedó eclipsado, a pesar actuaciones al más alto nivel y que su equipo era habitual de los partidos de “postseason”… tampoco era de quien la prensa pudiera sacar grandes declaraciones dado su carácter correcto y educado… Tuvo suerte, es cierto, en tener a Doug Moe [un tipo con apariencia de capataz de obra en película de serie B norteamericana] para quien el tema de la defensa era un mal necesario y pudo explotar todas las virtudes y recursos de su “starting forward”…

Porque es, quizás, uno de los anotadores más minusvalorados de la NBA, porque, aun así, es un ”Hall of Fame”… Alex English, es mi número veintitrés…
sábado, abril 25, 2020

fifteen (2008, Taylor Swift)

Ya tenía cara de veterano antes de serlo en la NBA, de hecho, creo que siempre tuvo cara de veterano… quizás esa frente amplia ayudaba a ello… posiblemente también esos bíceps hiperdesarrollados y esos marcados cuádriceps en aquellas equipaciones ochenteras colaboraban para conferirle un aspecto de jugador que afrontaba su última temporada, sus último partido, sus últimos minutos en la pista…

Además, gastaba apodo, que hacía ver que ya estaba curtido en mil batallas y que los vestuarios y campos visitantes no le eran ajenos… ¨microondas¨ le llamaban, que lejos de ser peyorativo era un piropo dado por un rival [Danny Ainge, un “celtic boy”] tras anotar 22 puntos en el último período saliendo desde el banquillo… vamos lo de “microwave” es como el “it's just God disguised as Michael Jordan” pero en la versión ideal para estas líneas…

Hay que reconocer que ganó 2 NBA Championship y que los Pistons retiraron su camiseta, sí, el 15, en su honor… pero, quizás, su sobrenombre, su rol dentro del equipo, no le ayudaron a convertirse en ese jugador al que los niños en los “playgrounds” [o en los más cercanos patios de colegio] quisieran imitar… y, aunque fue muy valorado, en su momento, como sexto hombre de la rotación [justamente el primero que no sale de titular], tampoco recibió condecoración alguna más allá de portadas de las revistas deportivas del momento… y, ojo, eso sí, anotó la canasta que daba un título a falta sólo de siete décimas con esa mecánica tan suya [les faltó tiempo a los periodistas norteamericanos para llamarle 007…]

Porque podía haber sido un “allstar” en cualquier equipo, pero prefirió ser jugador en Detroit, porque se sacrificó siempre por el resto de “Bad Boys”… porque pudo ser y no quiso… Vinnie Johnson es mi número quince…
viernes, abril 24, 2020

78/52 (2017, Alexandre O. Philippe)

Descartados Jamaal Wilkes [Hall of Fame y camiseta colgando en lo alto del Staples], Mike Smrek [2 veces campeón de la NBA sin apenas presencia], Happy Hairston [no llega a ser un sí, pero no] y Eric Piatkowski [14 temporadas en la NBA y todas con ese número] la elección estaba clara, sólo podía ser el equipo de Louis "Red" Klotz… el eterno rival, el “sparring” repetitivo, el infinito perdedor, el “clown” frente al augusto…

Los historiadores no llegan a ponerse de acuerdo si fueron tres o seis las victorias que lograron frente a su archienemigo, aunque parece que la primera opción es la más acertada… más de DIECISIETE MIL DERROTAS frente a los Harlem Globetrotters… pero la última victoria, ¡oh, esa última victoria!… en Martin [Tennessee], en 1971… en el último segundo… anotada por Klotz [propietario/presidente/entrenador/jugador]… con cincuenta castañas… poniendo fin a una racha de DOS MIL CUATROCIENTAS NOVENTA Y CINCO derrotas CONSECUTIVAS… “nos miraban como si hubiésemos matado a Santa Claus…”

Los Washington Generals, pues ellos son el número cincuenta y dos, fueron ese equipo simpático, al menos para mí, que acabas deseando que gane al todopoderoso, que salga victorioso frente al favorito, que, por una vez, el viento le sople desde la popa y, por fin, en el marcador, aparezca por encima de los exitosos Harlem Globetrotters… Seguramente, cuando Louis "Red" Klotz [ojo, camiseta retirada por sus antagonistas] y Abe Saperstein acordaron ser rivales, en 1952, para mayor gloria de los tricolores, no pensaban que esa unión de intereses sería tan provechosa para unos y humillante para otros… porque está bien dar espectáculo, pero ser objeto de burla y tantas derrotas, es otra cosa…

Porque son el mejor ejemplo de perdedor, porque son un sí, pero no… los Washington Generals son mi número cincuenta y dos…
jueves, abril 23, 2020

la fuente de los siete valles (2019, Félix G. Modroño)

Manejo en mi cabeza una cantidad de datos, nombres, números o fechas que no pueden servir sino para acertar alguna pregunta en el Trivial Pursuit y lograr algún quesito esporádico… a toda esta información [quizás] inútil, la defino como mi “spam cerebral”… y he tenido que rebuscar en él para encontrar un siete adecuado… descartados de inicio Kelly Tripucka [él ya era un Bad Boy], Dee Browm [y sus Reebok Pump], “Bingo” Smith [ojo, historia de los Cavs] y Alcides Ghighia [sí, el del “Maracanazo”] la elección era sencilla…

Su momento de gloria llegó a mitades de febrero de 1989, en Houston, donde este tipo ganó el concurso de mates a Clyde Drexler… ese tipo que fue MVP del Campeonato del Mundo Junior de 1983, en Palma de Mallorca… que fue uno de los mejores jugadores del baloncesto universitario USA de su generación… que fue número 5 del draft de la NBA [maldito aquel de 1986] … que fue elegido por los Knicks, ¡¡por aquellos Knicks!!

Y, sin embargo, a pesar de aquellas cualidades atléticas, de esa capacidad que se le presuponía, pero que no fue, me viene a la mente ese “fade haircut” de manera especial, en su versión alta… En Nueva York pensaban “yo iba a ser el tipo que sustituiría a Bernard King, pero yo no era Bernard King…” y no cuajó… vino a la ACB, y aquí, sí, incluyendo un concurso de mates, Kenny Walker [“Skywalker” después que aquel fin de semana del 89…] era una súper estrella, pero las lesiones no le permitieron alargar demasiado su carrera… un par de temporadas en Washington [cuando aún eran Bullets] donde aún jugó menos que en la “Gran Manzana” y fin…

Parecía que iba a ser, pero no fue… así que Kenny Walker es mi número siete…
miércoles, abril 22, 2020

el cabo del miedo (1991, Martin Scorsese)

Lo fácil era acudir a Dennis Rodman o a Metta World Peace [el antiguo Ron Artest] para hablar de este número hoy… sin embargo, el noventa y uno, en mi cabeza, siempre estará asociado a un diecinueve de julio, a una etapa del Tour de Francia, al descenso del mítico Tourmalet, a ciclismo de ataque y contraataque, a abanicos en largas rectas francesas… y quizás, influye el paisanaje, pero, claro, ese noventa y uno, ese mil novecientos noventa y uno, es el primer Tour de Miguel Indurain…

Porque el noventa y uno es de Gianni Bugno, de quien se esperaba que fuese el nuevo Fausto Coppi y de quien se esperaba que fuese el gran antagonista del de Villava… el noventa y uno es él… y sí, fue dos veces campeón del Mundo… y, sí, dominó en el Giro de Italia de 1990 llevando la “maglia rosa” desde la primera etapa hasta la última… pero el noventa y uno es Gianni Bugno…

No sólo “Il Campionissimo” o “El Extraterrestre” planeaban sobre él, también en su propio país lo hacían, de manera opuesta, sus seguidores y los de Claudio “El Diablo” Chiappucci… inteligencia frente a temperamento… pero me estoy desviando, Bugno es el noventa y uno porque no arriesgó en aquella bajada del Tourmalet, porque perdió casi minuto y medio ese día [curioso, casi 91 segundos] y, con ello, el Tour… porque lo intentó las etapas que siguieron a aquella, pero no fue suficiente… porque, lo que parecía que iba a ser un duelo épico y legendario, sólo duró un par de años… y eso que “Miguelón” siguió ahí arriba…

Por eso, porque pudo ser y no fue… porque casi sí, pero no… porque pudo tenerlo y no lo consiguió… por eso, Gianni Bugno es mi número noventa y uno…
martes, abril 21, 2020

los 33 (2015, Patricia Riggen)

Me resultaba muy atractivo hablar de Patrick Ewing o Grant Hill, toda vez que el anteriormente conocido como Lew Alcindor y “the Hick from French Lick” quedaban descartados por razones obvias… pero, en resumen, los cuatro mencionados son miembros del Salón de la Fama, así que, había que buscar nuevos objetivos… me deshice de la idea de Otis Thorpe y de Ali Dia [goglee, querido lector, goglee…]… y, de pronto, apareció él y lo tuve claro…

Un tipo que jugó trece temporadas en la NBA, que el año que menos partidos jugó fueron cincuenta [sí, sobre cincuenta… de nuevo la temporada del asterisco], que promedió casi quince puntos por partido en casi mil veces que pisó la pista, que fue titular en el noventa y cuatro por ciento de los novecientos ochenta y tres partidos que jugó [ojo, estas cifras son sólo de “regular season”], que estuvo en el “roster” de la selección USA en Seúl [sí, aquella que por primera vez no jugó una final de unos JJOO, sin contar Moscú’80] y, que una lesión le hizo perderse la mitad de los partidos de aquel verano… así, como decía, este tipo tenía que aparecer por aquí…

Hersey Hawkins jugó en los 76ers [y él era la segunda opción de ataque tras un tal Charles Barkley], dos temporadas en Charlotte [jugó todos los partidos en ambas temporadas y todos como titular, junto a Alonzo Mourning, Larry Johnson y Bogues], tres en los Sonics [de nuevo, jugándolo todo y como titular, con el mejor Shawn Kemp, Gary Payton, Sam Perkins y Schrempf], y acaba en Chicago, dos años después de “El Sexto Anillo” [aun así, con Toni Kukoc, Elton Brand, o un rookie [aún] Ron Artest]

Definitivamente, “Hawk”, fue un sí, pero no… él es mi número treinta y tres…
lunes, abril 20, 2020

los catorce de Iñaki (2011, Jorge Nagore)


El tipo que con nueve años apuntaba a estrella del baseball… el tipo que se acarició más de DOS MIL veces la mejilla a quince pies de distancia del aro… el tipo al que Andrés Montes apodaba “el Virginiano” [¡¡qué acierto, don Andrés!!]… el tipo que ganó 2 concursos de triples consecutivos en 3 años [entre medias, la famosa “temporada del asterisco”] a Hubert Davis [¿quién se acuerda?] y a un tal Dirk Nowitzki… el tipo que, a pesar de ser reconocido como uno de los mejores tiradores de la NBA, nunca será un “Hall of Famer”…


Ese tipo es mi número 14… podía haber sido Johan Cruyff, Lopez-Iturriaga [Itu, Itu…], Dan Fouts [legendario Quaterback de los San Diego Chargers], u Oscar Bezerra Schmidt [ojito con el orden correcto de los apellidos], pero no, es Jeff Hornacek, un tipo con pinta de oficinista, de vendedor de seguros, de contable en una multinacional…

El tipo, cierto es, tuvo fortuna al llegar a Utah, y convertirse en la tercera opción de ataque, pero claro, delante estaban dos que sí son miembros del “Hall of Fame”, esos mismos dos formaron parte del Dream Team y, entonces, aunque uno de ellos, blanquito, tenga pinta de visitador médico y el otro de portero de discoteca, los focos no te iluminan tanto, y tal vez, “Scarecrow” [que así se referían a él al otro lado del Atlántico] tampoco quería alfombra roja, luces y cámaras…

Y, por cosas como esas, este tipo, que en nueve de sus temporadas en la NBA estuvo entre los 20 mejores porcentajes de tiro de 3 puntos y en diez de ellas también desde el tiro libre, por estas cosas, este tipo, que, curiosamente, jugó durante catorce temporadas en la NBA… por estas cosas, decía, este tipo es mi número catorce…

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