martes, abril 28, 2020

treinta y uno de febrero (1986, Julian Symons)

La idea era hablar de Kurt Rambis [las segundas gafas más icónicas de la historia de la NBA] y Fred Roberts, dos números 31 de Lakers y Celtis de la segunda mitad de los 80’s, que compartían número, puesto y rol residual [más el del equipo de Massachusetts] en las franquicias punteras del momento… pero cuando se ha cruzado por tu vida, en algún momento, un tipo con un nombre que podría engrosar la lista de los hermanos Marx… la balanza se decanta descaradamente hacia ese lado…

Porque Zelmo, que es a él a quien me estoy refiriendo, fue un caso atípico… drafteado en la NBA por los Hawks [de cuando residían en St. Louis…] en tercera posición… jugó con ellos 6 años hasta que se fue a la ABA [¡ojo ahí!] y campeón con los Utah Stars en el primer año… volvió a la NBA, a los Lakers [otros seis años después] para acabar su carrera… siempre con el treinta y uno… resumen: All Star en ambas ligas varias veces, promedio de 16 puntos y más de 10 rebotes en toda su carrera…

Y ojo con el tema de los rebotes, que Zelmo no llegaba a los 2 metros y se emparejaba con tipos como Wilt Chamberlain [el amigo de Conan], Bill Russell [¿necesita presentación?], Artis Gilmore [en la época de pelo afro y rodilleras], Nate Thurmond [pura fibra y potencia desde la punta de los dedos de los pies hasta donde le empezaba la frente] y Willis Reed [¡esa foto puño en alto en los pasillos del Madison!]

Porque Zelmo Beaty, “Big Z”, no siguió el camino fácil… porque fue “Hall of Fame” ¡¡CUARENTA AÑOS!! después de retirarse… porque lo fue ¡¡TRES AÑOS!! Después de fallecer… por todo eso, Zelmo Beaty es mi número treinta y uno…

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