viernes, abril 04, 2014

evasión o victoria (1981, john huston)

Hace un par de semanas, Vitor Borba Ferreira Gomes [vamos, Rivaldo] anunció que lo deja, que se retira, que ya no sigue. Lo hace faltando menos de un mes para cumplir cuarenta y dos “castañas”. Y, claro, teniendo en cuenta que él es mayor que yo, eso me ha hecho pensar que aún tengo una posibilidad, ya que como decía Publio Sirio “la oportunidad se presenta tarde y se marcha pronto” y me estaba preguntando si no será éste mi caso y, resulta que, simplemente, estaban esperando mi momento de máxima madurez para hacerme una oferta irrechazable, a la cual no me pudiera negar…

Con ocho o nueve años me hicieron una prueba para un equipo de fútbol [bueno, en realidad, insistí a mis padres en ir…] Con tan tierna edad, remataba como "Santillana", el mismísimo Arconada parando, galopaba por la banda con medias bajas cual Gordillo en el Betis… o eso, creía yo… La audición para el noble arte de darle patadas a un balón se saldó con un "ya te llamaremos…". Y en ello estoy… Creo que se les ha debido traspapelar el número de teléfono y tampoco es cuestión que sientan que les hago un reproche si les llamo ahora, más de treinta años después, pero el caso es que acabo de alcanzar los cuarenta y ya sólo me queda el último contrato bueno… Y primero… Y único… Bueno, eso, e instalarme en la depresión y crisis de los cuarenta...

El caso es que, si Rivaldo con cuarenta y dos lo va a dejar, yo, más joven y muchísimo menos castigado por las lesiones que él, tengo una oportunidad. Lo mismo, ahora, alguien, al leer esto, se acuerda y dice “¡¡Ostras!! ¡¡Sí!! ¡¡El chaval éste!! Que no lo llamamos…” Bueno, que no guardo rencor, que aún estoy disponible, que un despiste así nos puede pasar a cualquiera…. Ocurre que, si no llaman pronto, tendré que hacer como el marqués de Del Bosque allá por 2003 [con fotógrafo de Marca, por supuesto] e ir al INEM. Y no queda bien, decir que aún no tengo experiencia como futbolista…


PD: ¿Por qué hay cosas que se nos quedan marcadas desde críos? ¿Por qué, al recordarlo, sigue habiendo un cierto regusto amargo? ¿Será que aún nos duele?
| Top ↑ |