sábado, enero 09, 2010

lo que ana ve (2002, revolver)

Hay días en que uno se levanta de muy mal café y le dan ganas de liarse a guantazos con todo el mundo. Como yo no soy violento (o eso creo) no me queda más remedio que citarme tras la catedral de mi pueblo cuando el alba empiece a despuntar. Quedan citados todos los políticos y jueces que se han inventado ese término de “violencia de género” que sólo engloba a las mujeres fallecidas a manos de sus parejas, pero no las que se producen en sentido contrario. Porque está muy bien que protejamos, pero a todos. A ellos, a nosotros también. Y conste que no se trata de una petición “machista” o masculina, no, no es eso. Se trata de que estoy hasta las pelotas de escuchar eso de la paridad, de la igualdad, de la no discriminación y esas cosas.... Y resulta que, a la hora de la verdad, no existe.


Pongamos por caso que en el Reino murieron 30 hombres a manos de sus parejas femeninas, pero ninguno de ellos cuenta en las estadísticas oficiales. Ninguna de esas víctimas, es, para el Gobierno, “violencia de género”. Llevamos nueve días de año. Dos mujeres han sido asesinadas por sus parejas. Pero.... ¿de Antonio Luna Peña no hablamos? Su expareja le atravesó la cara con un cuchillo y luego se entregó a la policía confesando lo que acababa de hacer. Si hubiese sido al revés... ¿qué estaríamos pensando? Y esto fue el día cuatro...


Así que no me vengan con eso del sexo débil, de la fuerza y de tonterías de ese tipo. Principalmente por dos motivos: el primero es que, si estamos de acuerdo en eso de la igualdad y que todos podemos acceder a los mismos puestos de trabajo, que no debe haber discriminación y demás, entonces, no tiene sentido eso computar sólo a los de un sexo; el segundo motivo es que no vale eso de la mayor fuerza del varón, porque haber, hay de todo, y, además, creo yo (y esto ya es personal) las mujeres pueden llegar a ser mucho más crueles que los hombres y eso también es maltrato.



PD: ¿Tiene sentido que exista un Ministerio de la Igualdad? ¿Por qué sólo hay un Instituto de la Mujer? ¿Tenemos una doble moral?

viernes, enero 08, 2010

la terminal (2004, steven spielberg)

Por distintas circunstancias que ahora no vienen al caso, me he pasado gran parte de la mañana en el aeropuerto de la capital del Reino esperando y, por tanto, dada mi naturaleza, observando. Observando a los pasajeros, a sus acompañantes, a quienes esperan, a quienes limpian, a quienes trabajan allí, .... y, tal vez, observándome a mí mismo un poco también. No voy a decir que he visto de todo, porque no creo que fuese cierto, pero sí que he visto unas cuantas cosas que me han llamado la atención. No sé porqué me he fijado en ellas, pero el caso es que un poco sí que me han, digamos, cautivado. Son situaciones normales, nada extrañas, pero de ésas que a uno le hace pensar ciertas cosas.


Quizás, la que me más me ha hecho detenerme en pensar y plantearme cosas ha sido una escena en la que he visto como un abuelo se comía literalmente a besos a su nieta. Ella, no más de tres años, parece ser que había sido “engañada” por sus padres y creía que no iba a ir el abuelo a buscarla. La sorpresa ha sido mayúscula y se ha quedado sin palabras, no sabía cómo reaccionar... El abuelito, un señor que me ha dado la sensación de ser un tipo entrañable, apenas reparaba en los progenitores de la chiquilla. Todos los guiños, sonrisas, arrumacos, carantoñas, caricias, besos... todos eran para la pequeña. Y eso me ha hecho preguntarme si llegaré a ser un abuelo como ése. O si llegaré a ser abuelo.


He visto llorar de emoción a quienes se reencontraban después de un viaje transatlántico, he somatizado los nervios de quienes esperaban a alguien y no aparecía cruzando la puerta de llegadas, he paseado nervioso por la terminal ojeando furtivamente el tablero de aterrizajes. He visto lágrimas, risas, abrazos, sonrisas, sorpresas, manos que se estrechan, uñas mordidas ....



PD: ¿Sólo a mi me parece muy triste bajarse de un avión y que no haya nadie esperando? ¿Por qué nos da miedo volar? ¿Por qué siempre me apetece fumar en pleno vuelo?

jueves, enero 07, 2010

el duelo (2006, ronny yu)

No quería yo empezar tan pronto esta sección este año. Pensaba dejarla para más adelante, cuando llevásemos unas cuantas semanas del año que acabamos de estrenar... pero no puede ser. Ya no aguanto más. La sección es el “Capitán Barbatriste”. Viene a ser similar a la “El Maestro de Esgrima”, con la diferencia de que en aquella serán situaciones que me han ocurrido o me ocurran a mí, mientras que la otra estará pensada más para situaciones genéricas. Bueno, no sé si me he explicado muy bien, pero creo que se entiende la idea. El caso es que ya no puedo aguantar más en silencio, porquie he terminado hasta los mismísimos de la incompetencia de algunos. Y tengo claro que quienes me atendieron no tienen culpa de nada, así que, trataré de hacer responsables a quien lo son en realidad.


Imagina que soy cliente de una compañía de telefonía móvil que se llama “Moviestrella” y, por las razones que sean, decido hacer portabilidad a otra que se llama “Naranja”. Hasta ahí, ningún problema. Por medio de un mensaje de texto (ya hemos perdido hasta el trato directo) me avisan que el día cinco se pasan mis datos entre ellos y que yo podré funcionar ya con “Naranja”. Por otro lado, “Naranja” me avisa que ese mismo día me darán mi nuevo terminal (que no pueden decir móvil, no). Bueno, pues el día cinco a la tarde después e hablar con grabaciones, pulsar números en el teléfono y hablar con distintas señoritas tanto de la compañía telefónica como de la empresa de transportes que debe repartirlo, hemos llegado a la conclusión que nadie tenía en dichoso móvil, pero sí se han pasado mis datos por internet.


Resumiendo, que hoy, casi a la hora de comer me ha llegado ya el dichoso aparatito. Así que he estado dos días incomunicado vía móvil. Nadie ha tenido la culpa. Ni los de “Moviestrella”, ni los de “Naranja”, ni la de transportes.... pero yo he estado 2 días enteros sin teléfono... Así que no me queda más remedio que citarlos a todos ellos en la trasera de la catedral de mi pueblo... “Silbadora” y yo también iremos....



PD: ¿Soy el único que siente indefensión en este tipo de situaciones? ¿Por qué nadie tiene la culpa? ¿Por qué cuesta tanto cumplir la palabra dada?

miércoles, enero 06, 2010

it's a kind of magic (1983, queen)

En muchos hogares hoy habrá sido un día de sorpresas, de ilusiones, de alegría, de recuerdos, de madrugones, de carreras, de risas, de grititos contenidos, de gritos no tan contenidos, de risas, de lloros, de ilusiones, de papeles rotos, de cajas vacías, de roscón, de .... Anoche fue un acostarse llenos de ilusión, de inquietud, de imaginación, de escapadas furtivas por si se le veía aparecer, de bebida y comida preparada para ellos y para sus animales, de vueltas en la cama tratando de conciliar el sueño, ... Durante la noche, ellos habrán entrado sigilosamente, sin ruido, de puntillas, habrán dejado los regalos bajo el árbol o junto a los zapatos, y se habrán marchado con la misma celeridad con la que entraron, sin hacer un solo ruido....


Sólo son recuerdos mío. O, quizás, no sólo míos, sino que también pertenecen a una generación que ya ha cumplido más de treinta años cuya infancia giró en torno a Gaby, Miliki, Fofito y Milikito (en mi caso, Fofó murió cuando era demasiado niño aún), a las pinturas plastidecor, a colecciones de cromos, a jugar a canicas arrastrados por el suelo, a partidos de fútbol con mochilas y jerseys como postes, a bocadillos de mortadela y mantequilla, a ... Bueno, quizás por eso, porque teníamos lo que teníamos, la noche del cinco al seis de enero y la mañana del día seis constituían unos momentos especiales. Ni mejores ni peores que los de ahora. Simplemente, los nuestros.


No sé, tal vez me he puesto algo melancólico hoy por ser el día que es. Tampoco pasa nada, con hacerme caso, ya está y mañana será otro día en el que habrá otras cosas que contar. Pero, por si acaso, esta noche miraré por la ventana, quizás, la estrella de Oriente esté regresando al lugar donde descansa el resto del año y, quizás, también, pueda ver las siluetas de tres magos siguiéndola....


PD: ¿Hay algo que inspire más ternura como los ojos de un niño llenos de ilusión? ¿Por qué acabamos perdiendo esas ilusiones y esa inocencia? ¿A dónde van?

martes, enero 05, 2010

adoración de los reyes magos (1498, andrea mantegna)

Queridos Reyes Magos:

Aunque ya saben ustedes que prefiero denominarles a ustedes como los Magos de Oriente, seguiré hoy las pautas propias de este tipo de cartas. Disculpen la tardanza en haberles escrito esta misiva, pero ya saben que uno se lía y va dejando las cosas para el final.... y, bueno, luego deprisa y corriendo todo. Este año, no sé, no me he portado ni bien ni mal, me he portado. Desde luego que mi comportamiento ha tenido luces y sombras, pero en líneas generales creo que no he sido malo, en todo caso, algo regulero. Creo merecerme algo de lo que les voy a pedir en esta cartita, así que espero que me lo puedan traer. Ya imagino que están muy liados, mis queridas majestades, así que tampoco pasará nada si no pueden satisfacer mis peticiones esta misma noche. No se preocupen. Yo espero....


Miren, sus excelsas majestades, eso del oro, del incienso y de la mirra estuvo muy bien, pero, por favor, a mí no me traigan de esas zarandajas, que si las traen, las aceptaré con mucho gusto, pero que, vamos, que yo estaba pensando en otras cositas.... Desearía que me trajesen un poquito de paciencia, algo más de lucidez, buenas ideas, traigan cariño a raudales que ya me encargaré yo de repartirlo y, sobre todo, a ver si me pueden aportar un poco de besos y abrazos, que ando algo escaso...


Si sus camellos no andan cansados por el peso, lo mismo me pueden traer algo de buenos sentimientos, quizás un poquito de oído musical, lo mismo que de sentido del ritmo y ya, si pueden, algo para mis pies, una sierra eléctrica o eso... que tengo cierto problemilla con su olor... Y ya no tengo mucho más que decirles a sus altezas. Que espero que tengan una buena noche y que mañana descanses tanto como deseen... pero que no olviden las sonrisas de los niños cuando pasen por delante de ellos en sus carrozas esta tarde-noche... ni tampoco la sonrisa y la ilusión del niño grande de barbas...



PD: ¿Cómo se mueven con los camellos por la ciudad? ¿Vuelan? ¿Ya pueden con todo el peso de los regalos?

lunes, enero 04, 2010

el regreso del hijo pródigo (1662, rembrandt van ryn)

Me lo han dicho hoy. No he sabido qué responder. Miles de cosas han pasado por mi cabeza. Miles. Y, sin embargo, me he callado. No he abierto la boca. Me limitado a asentir con la cabeza y mantener el silencio. La frase ha sido, al menos para mí, demoledora, no sé, me ha hecho pensar en mi vida pasada y mi vida presente. La frase ha sido, textualmente: “lo que necesitamos no es que nos quieran mucho, lo que necesitamos es que nos quieran bien”. Y ahí me he quedado. Silencioso. Inmóvil. Con la cabeza generando mil pensamiento a la vez. Mil ideas generándose al mismo tiempo. Y no he sabido qué decir. Desde luego que he pensado si yo he querido mucho o bien. No lo sé. Creo que he hecho de ambas cosas. Unas veces juntas. Otras, por separado. Que no digo que esté bien o mal, sólo que lo he hecho...


Frases como ésta me hacen darme cuenta de lo afortunado que soy. De la buena estrella que tengo al rodearme de gentes muy valiosas en distintos ámbitos y que tienen a bien incluirme en sus círculos más próximos. Quizás, por oposición, también sirve para que uno se dé cuenta de que no es tan bueno, en algunos aspectos como pretende hacer/se creer. No sé que son ideas que me vienen a la cabeza y lo mismo no tienen ninguna conexión con nada, o quizás con todo. No lo sé, ni idea. Pero me siento muy bien por saber que me rodean mentes limpias y claras que me iluminan en mi vida diaria. Me hace sentir bien saber que hay faros que alumbran para que no naufrague contra riscos y acantilados. Aunque, a pesar de ello, me encabezone en pilotar la nave hacia la oscuridad. Pero los faros, y sus fareros, siguen ahí... Eso lo sé...


Pues eso, que, posiblemente sea todo cierto. Que lo único que necesitamos es que no quieran bien, no mucho. Es decir, que necesitamos que nos quieran con calidad....



PD: ¿Hemos querido con calidad o con cantidad? ¿Y cómo nos han querido? ¿Cómo fuimos más felices?

domingo, enero 03, 2010

el cha-ca-chá del tren (1994, el consorcio)

Hace un rato debería haber cogido un tren y haber salido con destino hacia la Capital del Reino. Pero no ha sido así. Me he quedado. He pospuesto la partida. No tenía ganas de marcharme. Sí, debería haberlo hecho, pero ha sido que no. Por un lado, tampoco es que tenga grandes obligaciones estos días en cuanto al trabajo, así que ... Por otro lado, estar en el pueblo de uno siempre es agradable y uno trata de estirar al máximo la relación y la estacia con su ambiente, con su entorno ... Por una tercera vía, el terrible trancazo que llevo un par de días arrastrando, estornudos, toses, frío, fiebre... han hecho que haya reculado sobre la idea inicial y me haya quedado en casita. Lo sé, soy débil de voluntad...


Supongo que, en el fondo, hay una verdadera razón para esta no-marcha. Me temo que es el no-deseo de volver a la gran urbe, a la ciudad donde me espera la rutina, el mismo día a día que, aun cuando pudiera ser idéntico al que me esperase en mi pueblo, es distinto porque no es en mi pueblo. Me espera el metro, el despacho, el tráfico y cierta, llamémosle, alienidad (que ni sé si existe esa palabra). Me explico, estoy bien, me voy haciendo a la capital del Reino, pero.. no es mi pueblo, no están ahí mis raíces, ni mi gente, ni... Bueno, simplemente, estoy en un lugar que no es el mío, que quiero que sea para no encontrarme alienado, para sentirlo como propio, para no estar solo... Pero no es el mío. Aún no es el mío. Y, a veces, me pregunto si lo será....


Pensaba ahora que, un catarro es un catarro, en mi pueblo y en la Villa y Corte. Que da igual dónde padecerlo. Pero, supongo, que no es lo mismo tenerlo en tu casa, con los tuyos, que en una casa ajena, que sí, que es donde vives, pero que aún no sientes como propia. Pasará el tiempo, releeré esto y diré que vaya tonterías las que escribía. Pero esto es lo que tiene este cuaderno de bitácora... escribir en cada momento lo que uno piensa o siente, sin que tenga que ser siempre lo que sienta o piense.



PD: ¿Añoras alguna vez tu sitio? ¿Dónde está tu sitio? ¿A quién quieres en él?

sábado, enero 02, 2010

el alpe d'huez (2004, jarvier garcía sánchez)

Hace medio siglo, tal día como hoy hace exactamente cincuenta años se nos fue “Il Campionissimo”. Se nos fue la leyenda y nos quedó el mito. La dudas acerca de cómo nos dejó, no hacen sino agrandar ese status. Para unos fue la malaria, mal diagnosticada y mal tratada, mientras participaba invitado en una carrera en Burkina Fasso (entonces se le llamaba Alto Volta). Para otros, fue envenenado porque así lo hizo saber un sacerdote octogenario benedictino francés que había recibido en confesión esa información. La verdad, me importa poco cómo falleció, es más, creo que a quien tiene que importarle es a su familia, y ya hace años zanjó esas discusiones su hijo Faustino. Lo que me extraña es que un monje con más de ochenta años decida romper un secreto de confesión... “Cosas veredes, amigo Sancho, que farán fablar las piedras” (aunque esto sea apócrifo...)


No obstante me quedo con el Fausto Coppi que asombró a todo el mundo. Con el ciclista que deslumbró conquistando Giro y Tour en el mismo año por primera vez. Con aquel que conoció a la “Dama de Blanco” y fue, incluso, criticado por el Papa (en el fondo, es por mi querencia hacia los canallas). Me quedo con el deportista que libró espectaculares batallas en distintos puertos de montaña su rival más enconado, el gran Gino Bartali. Aquel que trabó amistad con Bahamontes y le aconsejó que luchase por la general del Tour y no por la clasificación de la Montaña. Me quedo con aquel a quien sus seguidores besaban por donde pasaba. Me quedo con el que generó debate y dividió a Italia en dos bandos, los “coppistas” y los “bartalistas”. Me quedo con aquel a quien la Segunda Guerra Mundial cortó su progresión y, a pesar de ello, supo, y pudo, rehacerse. Me quedo con Fausto Coppi, “Il Campionissimo”.


Malaria o veneno. Da igual. Se fue hace casi una vida. Y se nos privó de uno de aquellos que escribieron las más hermosas gestas de este deporte sobre carreteras de piedra, polvo y barro. Por cierto, ¡¡Felicidades Amali!!



PD: ¿Por qué hay veces que da la sensación de que, por edad, te has perdido grandes momentos de la Historia? ¿No has soñado nunca con vivir o haber nacido en otra época? ¿En cuál?

viernes, enero 01, 2010

el pianista (2002, roman polanski)

Propósito nuevo para el año 2010: escribir todos y cada uno de los días en este blog. Veremos cuánto aguanto. De momento, el resto de buenos propósitos, ya los he incumplido (y eso que estamos en el día uno del año...) Si todo va a ser así... casi mejor que llegue ya el dos mil once. Pero hoy, como primer día del año, quiero hablar de lo ocurrido anoche, de los fantásticos y deliciosos instantes que viví en esta noche en el que el año cambia. Y, sin lugar a dudas, esta experiencia se la debo a las distintas personas que me invitaron a reunirme con ellos. Sin ellos, desde luego, esas dos horas y pico después de las campanadas, no hubieran sido lo mismo.

En tan poco espacio como me autoimpongo es complicado explicar todo lo que ocurrió. Ni tan siquiera para hacer un breve resumen, así que realizaré un par de pinceladas de todo lo que ocurrió. O mejor, contaré cómo acabó esa parte de la velada. Es simple. Siete personas cantando, acompañadas por un piano, las más diversas canciones. De las teclas salieron distintas melodías que, por supuesto todos conocíamos y nos afanamos en cantar o tararear, en el mejor de los casos. Hubo canciones infantiles como las sintonías de Don Quijote de La Mancha, El Valle Secreto, Los Fruitis, Fraguel Rock, Érase una vez... También hubo tiempo para la Marcha Nupcial, la sintonía de Cheers, Qué será, Tamborilero, ....

Y para despedirnos qué mejor que hacerlo con el My way, La Pantera Rosa y el clásico “That’s all folks...” Lo cierto es que esos minutos en los que estuvimos cantando fueron muy especiales, quizás porque, en algunos momentos, revivimos parte de nuestra infancia, tal vez porque hubo algo que nos empujó a cantar juntos y con una sonrisa.... No lo sé, pero lo cierto es que fue muy significativo que varias personas distintas se unan para cantar por el mero hecho de querer hacerlo.... Bueno, y porque era nochevieja... Pero, principalmente, el mérito fue del pianista....


PD: ¿Cuántos momentos de este tipo has vivido? ¿Cuántas veces, estando con tus amistades o familia, ha habido algo que lo ha convertido en especial? ¿Cuántas veces has finalizado ya el año?
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