martes, julio 31, 2007

persona (1955, ingmar bergman)

El bueno de Ingmar nos ha dejado. Se ha ido. Sin avisar. Tranquila y suavemente. Se ha marchado quien, a través del cine y el teatro, encontró los catalizadores de su complejo mundo interior y todo su potencial creativo siempre atravesado por cuestiones metafísicas: Dios, el demonio, la muerte, la vida, el dolor y el amor. Y eso que él mismo se consideraba como un hombre de teatro, para quien era toda su vida, mientras que el cine suponía un trauma y una pasión. Reconozco que no era Ingmar uno de mis directores favoritos. Me agobiaban/agobian sus películas. Los dramas no me ponen mucho y menos con los tortuosos caminos interiores que debían seguir sus protagonistas.

No era un cualquiera don Ingmar, no. Estaba considerado como uno de los directores de cine clave de la segunda mitad del siglo XX. Además, fue uno de los fundadores de la Academia Europea de Cine. Y, por si fuera poco, recibió cuatro premios Oscar. Era hijo de un pastor protestante puritano, lo que marcó profundamente al joven creador. Así, la religión, los sentimientos de culpa, el pecado y la redención impregnarían toda su obra, aunque también es cierto que encontró su propia identidad espiritual. El caso es que los dramaturgos Ibsen y Strindberg, le influenciaron. En sus obras, el cineasta entró un universo creativo cargado de una atmósfera dramática, agobiante y desesperanzada, con la que se identificaba y en la que clavaría a sus personajes.

Contaba que no solía ver sus propias películas una vez las había terminado. Durante el montaje, explicaba, que cada vez las sentía menos de él, que se iban marchando. Y terminan siendo de los otros. Así, pues, se ha ido vacío y nos ha dejado sus preciosos regalos. Supongo que tenía un don. Uno que quizás no nos gustase, a mí desde luego no, pero debe ser elogiado por ello. Tenía el don de plasmar en sus películas nuestros miedos y temores, nuestras dudas, nuestros sufrimientos. Y ello nos hacía pensar. Descanse en paz, señor Bergman.


PD: ¿No hay cosas que a los demás les llama la atención y a otros nos deja indiferentes? ¿Por qué hay cosas o personas adoradas por unos y otros no sienten nada por ellas?
lunes, julio 30, 2007

wannabe (1996, spice girls)

Se avecina una gran desastre contra la industria de la música. Peor que el “Top- Manta”. Peor que el Emule, el Ares o que el Kazaa. Mucho peor. Terrible. Y, además, tiene visos de convertirse en algo dantesco. He estado ocultando la noticia hasta ahora. Pero ya no puedo más. Otra noticia ha saltado a los titulares de la prensa y ya no se puede ocultar. Así que lo suelto y que Dios nos coja confesados. ¡¡¡Vuelven las Spices Girls!!! Y no sólo eso (que ésa era la noticia que ocultaba) sino que además, buscan una Spice City, algo así como una Ciudad Picante. ¡¡¡Acojonante!!! Y lo mejor de todo es que todavía no han presentado disco oficialmente, y a través de su página web ofrecen la posibilidad de registrarse para comprar las entradas.

"¡Hola a todos! ¡Hemos vuelto! ¡¿Puedes creerlo?!". Así fue como anunciaron que han regresado y que harán una gira mundial exclusiva que recorrerá los cinco continentes a través de once ciudades. ¿No es encantador? ¿No demuestran con ese lenguaje sus innumerables estudios? ¿No se ve clara la madurez que han alcanzado a treinta y tantos años? Es más, tendremos la tremenda fortuna de que el 23 de diciembre, en la capital del Reino, perpetren ese atentado contra el buen gusto y la industria discográfica. Las fuerzas de seguridad del estado ya están avisadas. Por cierto, ¿qué les hemos hecho nosotros para que nos amarguen las navidades el día antes de Nochebuena?

El primero de los requisitos para reunirse, y condición indispensable, es que tienen terminantemente prohibido quedarse embarazadas. Si ya verlas de normal es desagradable, verlas en estado .... En fin. Pero lo peor que a través de su página web crean un concurso para que exista esa ciudad antes mencionada, y albergue un concierto al margen de los once ya confirmados. ¡¡¡Viva el marketing!!! ¿De verdad es todo esto necesario?

Señoras, ya saben donde les espero. Tras la catedral de mi pueblo, a los albores del alba. Ustedes, “Silbadora” y yo, comentaremos toda su discografía. La pasada y, por supuesto, la futura.


PD: ¿Tan difícil es dejarlo cuando es el momento? ¿Tan irresistibles son los focos para querer salir en prensa y televisión aunque no se tenga talento?
domingo, julio 29, 2007

novia a la fuga (1999, garry marshall)

Ya adelanté algo ayer. Tuve boda (¿o debo decir que estuve de boda? No lo sé). Un primo. Es lo que tienen las personas humanas, y también los familiares, que tienden a casarse. Bueno, también a cumplir años, enfermar, morirse, …. Vamos, nada del otro mundo. Recurriré a los tópicos habituales: el novio estaba impecable; la novia, guapísima; la ceremonia, perfecta; las flores, radiantes; el banquete, ideal, vamos, que todo estuvo en orden con un evento de tal tipo. Y, a pesar de haber utilizado todas las expresiones propias de un momento así, debo reconocer que no falto a la verdad. Todo cierto. Todo fantástico. Pero …, siempre tiene que haber un pero, todo ello me hizo pensar acerca de las bodas. Y dejaré unas cuantas pinceladas sobre mis pensamientos.

¿Por qué nos casamos? Bueno, replantearé la pregunta. ¿Por qué la gente se casa? ¿Tan grande es la necesidad de mostrar a la gente, a los demás que se quiere a la otra persona? En ocasiones, pienso que lo que realmente existe es una falta de autoconfianza y que se precisa de esta ceremonia para confirmar esos lazos invisibles ante los demás y ante uno mismo. No sé, quizás sea como un refuerzo moral de que esa otra persona es “mía” y estamos juntos y con la boda no tengo dudas de que esto será así durante largo tiempo. Luego existen los divorcios, pero eso ya es otro tema …. Por otro lado, me pregunto ¿cuál es la cifra límite de personas que se debe invitar para que la boda sea un acto íntimo o una gran celebración? Y hay otras dudas que me corroen: ¿por qué se parte la tarta nupcial con una espada? ¿por qué el restaurante se tiene una espada? ¿será por los sablazos que dan? ¿a quién pertenecía esa espada? Perdón, ya sé que cuando hablamos de espadas, se me va un poco la olla. Lo siento.


PD: ¿Realmente necesitamos esa confirmación pública de nuestro amor? ¿No nos basta con que lo sepa la otra persona y que seamos correspondidos? Todo ello, aparte de las necesidades legales, digo.
sábado, julio 28, 2007

el sargento de hierro (1986, clint eastwood)

“Todo el mundo quiere ser Clint Eastwood”. Esto me han dicho esta tarde. Así, sin más. Y sin nada que añadir. Y la verdad es que tampoco hacía falta decir nada más. El comentario ha surgido en una boda, tras preguntarle al novio si se encontraba nervioso y esas preguntas superficiales que se hacen instantes antes de entrar en la iglesia. El novio ha respondido que en absoluto, y mi acompañante, cuando nos hemos alejado del contrayente, lo ha comentado en voz alta. Ambos son primos míos. Pero hubiese dado igual quién y dónde lo dijese. Creo que es una verdad absoluta. “Todo el mundo quiere ser Clint Eastwood”. Punto.

Lo cierto es que, si nos paramos a pensar un poquito, nadie tiene miedo, todo el mundo es muy valiente, nunca se llora, no necesitamos ni psicólogos ni psiquiatras, nada nos afecta, .... vamos, que todos somos muy “duros”. Todos somos un poco Blondie, Hogan, Harry Callahan, Frank Morris, Bronco Billy, Bill Munny, Frank Horrigan o Frankie Dunn. Aquí nadie muestra un signo de debilidad, no sea que te tomen por lo que no eres y se líe y piensen que tienes sentimientos. O lo que es peor, que vean que hayas descubierto tu lado femenino. No. Nada de eso. “Todo el mundo quiere ser Clint Eastwood”.

Y, puede que este bien. No mostrar ciertas, llamémoslas, flaquezas. Pero, quizás, de puertas hacia fuera, los que nos rodean nos quieren como somos. Con nuestras virtudes y defectos, con nuestras risas y nuestros lloros, con nuestro carácter huraño y nuestras muestras de simpatía. Nos quieren y aprecian aunque no seamos Clint Eastwood. Bueno, eso creo. Eso espero.

En mi caso, ya lo he dicho otras veces, yo quiero ser Morgan Freeman. No sé porqué, pero, de mayor, quiero ser un septuagenario afroamericano de pelo canoso. Serio cuando hay que serlo y con una amplia sonrisa la mayor parte del tiempo. No sé porqué, pero .... “Todo el mundo quiere ser Clint Eastwood, y yo Morgan Freeman”.


PD: ¿No es curioso el influjo que hace en nosotros el cine y la televisión? ¿No hay ocasiones en que deseamos parecernos y vivir lo que les ocurre a esos personajes? ¿Por qué no puedo pasear yo a Miss Daisy? ¡Ah!, que no tengo carnet.
viernes, julio 27, 2007

la niñera matilda (1964, christianna brand)

Me han sugerido (acertadamente, creo yo) la posibilidad de dedicar una entrada a las niñeras. Y como la petición/sugerencia me parece muy acertada e inteligente, y dado que tengo la tremenda fortuna de rodearme de personas más sabias que yo, obviamente, no he podido negarme a ello. Así que éste es mi particular homenaje a todas aquellas personas que dedican su tiempo, su esfuerzo y desvelos en el cuidado de los más pequeños de la casa, todo ello con independencia del sueldo, salario o nómina. Me refiero a todas aquellas mujeres (por lo general son chicas) que trasladan esta profesión a algo más que un oficio.

El cine y la televisión nos han hecho mucho daño. Quiero decir, lamentable o afortunadamente, las niñeras no son Mary Poppins, no tienen un bolso del que salen un montón de cosas, ni vuelan, ni poseen un paraguas que habla, ni, tan siquiera, tienen un amigo deshollinador. Eso es sólo la magia del cine. La realidad es distinta. O quizás no lo es tanto. Con ellas, con las niñeras, los pequeños comienzan a evolucionar, a crecer, a aprender, a respetar, a tener educación, a .... No sólo sustituyen a sus madres cuando éstas no están. En cierto modo, se convierten en sus madres. Repasan las tareas del colegio, juegan, suenan sus mocos, secan sus lágrimas, intercambian confidencias, ... Y, luego, con el paso del tiempo, cuando los niños han crecido y ya no necesitan de sus cuidados, cuando se van, un vacío queda en el interior de todos. En el de los padres, porque saben que, en cierto modo, han hecho lo que a ellos, la falta de tiempo y las obligaciones, les han impedido hacer. En el de los niños, porque desaparece esa cara amable, esa sonrisa casi perenne que les acompañaba todos los días, aunque alguna reprimenda les cayese. En el de ellas, porque en ese hogar se queda una parte de ellas, una parte que ya no recuperarán, porque les queda la incertidumbre de cómo crecerán aquellos “pequeños” sin ellas.

No conozco muchas niñeras. Apenas tres. Una fue la mía hasta, prácticamente, antesdeayer. Otra es norteamericana y conozco de sus vivencias casi a diario. La última, ya no ejerce. Bueno sí, de algún modo, me cuida a mí, que sigo siendo un niño. Y, aunque no estamos en la misma ciudad, sigue siendo partícipe de mis confidencias y me aconseja y me anima. Gracias Sánchez.

Quería haber contado muchas cosas sobre las niñeras, pero me temo que no he aportado casi nada.


PD: ¿No has visto a esas niñeras con los niños en un autobús o en un parque o en la calle y no has podido evitar quedándote mirándola a ella y a los niños y has esbozado una pequeña sonrisa? A mí también me pasa.
jueves, julio 26, 2007

la verdad sobre perros y gatos (1996, michael lehmann)

¿Por qué no podemos poner a los animales nombres de animales y a las personas de personas humanas? ¿Por qué nos empeñamos en hacer lo contrario? Cuando oigo por la calle a esa señora llamando a su perrito (porque normalmente son animales chiquitos: perros pequeños, gatos, peces, …) con el nombre de quien debería ser un ser humano … me dan unas ganas de sacar a “Silbadora” y decirle: “Mire señora que no, que los perros tienen que tener nombre de perro, y los señores de señor. Que usted llama a su perrito Antonio y ya se han girado tres personas, pensando que está buscando tema. Así que evite hacerlo o, cuando menos, no diga eso de “Antonio, cariño, ven aquí””. No sé, quizás soy yo. Pero mí me gustan los perros que tienen nombres de perro y las personas con nombre de persona. Bueno, hago una salvedad, que el nombre del animalito sea en inglés, porque ahí, la verdad, me da igual.

Todo esto viene a cuento de que me he enterado que un amigo de una amiga mía ha adquirido un pato. Hasta ahí, todo normal. Pero resulta que el elemento en cuestión no ha tenido mejor idea que ponerle como nombre Jaime. ¡¡Hasta ahí podíamos llegar!! Un nombre tan clásico utilizado para denominar a un pato. Animalito, dicho sea de paso, que no hace otra cosa que nadar en la bañera, pasear por el piso y comer. Vamos, nada del otro mundo. Que si aún supiese bailar claqué, hacer divisiones con decimales o trucos de magia, .... Pues aún. Pero es que no hace nada que no hagan el resto de los patos. Es más creo que no dice ni mú. Bueno, en este caso, ni cuá. Nunca se me ocurriría llamar a alguien Pocholo y ni a un animal Ulises.

Y eso que a mí no me gustan especialmente los animales. Mejor dicho, me gustan Yaki, Kenny, ... que no son propiamente animales, son ... ¿cómo decirlo? Son ... Kenny, Yaki, o Luna. Sin más. Y me gustan.


PD: ¿Conoces más animales con nombre de persona? ¿Y no te resulta extraño?
miércoles, julio 25, 2007

la catedral del mar (2006, idelfonso falcones)

Otra vez repetimos una doble conmemoración. No sé si tan "históricas" como las de hace unos días, pero sí que tienen su relativa importancia. Una de ellas es de carácter religioso (hace ya tiempo que no teníamos una de esas, o, cuando menos, que no escribía sobre eso). La otras es más ... banal, festiva, lúdica, si se prefiere. Hoy es veinticinco de julio, por lo tanto, festividad del apóstol Santiago y, al mismo tiempo, hoy se celebra el vigésimo quinto aniversario de la inauguración de los Juegos Olímpicos de Barcelona. Supongo que hace un cuarto de siglo se buscó esta coincidencia. Es más, estoy prácticamente convencido de ello.

Una de las cosas que me he preguntado siempre es por qué no es Santiago el apóstol e los carteros. Quiero decir, sé que es el arcángel San Gabriel, y entiendo ese símil de que fue el ángel anunciador y eso, y, entonces, vale, de acuerdo, como los carteros llevan cartas que anuncian cosas, pues, bueno. Pero ¿no sería mejor Santiago? En la Biblia aparecen hasta quince cartas del apóstol. Que digo yo, que supongo que no era una época en la que los carteros tuviesen mucho trabajo, así que ayudó a mantener la profesión viva. No tengo muy claro que en aquella época fuesen de un lado a otro con pergaminos. Vamos, no sé, pero para mí que no. Así que, con sus cartas, revitalizó el oficio.

Por otro lado, ya han pasado veinticinco años desde que Antonio Rebollo disparó con su arco, una flecha con la punta ardiendo, desde una distancia de entre cincuenta y ochenta metros (eso sí que no lo sé) y encendió el pebetero dando paso al inicio de los Juegos Olímpicos de Barcelona, concretamente, "Los mejores Juegos de la historia" (Samaranch, dixit). ¡¡Cómo pasa el tiempo!! Ya un cuarto de siglo desde que empujábamos con la respiración contenida a aquella flecha surcando el aire, desde que vimos por primera vez que los mejores jugadores profesionales podían participar, desde que ningún país boicoteó los Juegos, desde …. Veinticinco años. Me voy haciendo mayor. Lo noto.


PD: ¿No hay veces en que parece que el tiempo apenas transcurre porque hay recuerdos que siguen frescos en nuestra memoria? ¿Somos capaces de recordar cosas de hace veinticinco años? ¿Cuánto dura la memoria? ¿Qué capacidad tiene?
martes, julio 24, 2007

josé maría el tempranillo (1843, john frederick lewis)

Se nos empiezan a acabar los forajidos de leyenda. Ésos que forjaban su historia con atracos en los que se apoderaban de grandes cantidades de dinero o joyas y desparecían sin dejar ni una pista hasta su próxima actuación. Ya no podrá unirse a ese listado y formar parte del elenco junto con Jesse James, Billy “el Niño”, Bonnie y Clyde, o José María Pelagio Hinojosa Cobacho "el Tempranillo". Porque para acceder a tan reducido grupo hay que, digamos, fallecer en acto de servicio. Y eso no le ha pasado a “el Solitario”. Lo han detenido. Como suena. Yo que pensaba que empezaba a tratarse de un mito urbano. De alguien a quien todos aseguran haber visto, pero que nadie conoce. Va y lo arrestan.

Partamos de la idea de base que no apruebo el crimen, aunque quizás alguna vez he fantaseado con el atraco perfecto, pero, en ocasiones, no viene mal tener en la iconografía personal un tipo como éste, para creer que uno puede robar bancos y no ser atrapado. El sujeto en cuestión tiene cincuenta y una añazos (que ya no es una edad para ir de sucursal en sucursal). Se le imputan ¡¡¡treinta y seis!!! atracos a entidades bancarias y tres asesinatos. En total ha robado más de ¡¡¡setecientos mil euros!!! (casi ciento veinte millones e pesetas)

"El Solitario", el atracador más buscado del Reino fue detenido ayer en la localidad portuguesa de Figueira da Foz. En el momento del arresto, iba disfrazado (me ha encantado esto) y fuertemente armado y estaba a punto de cometer un atraco. Iba con una perilla, vestía un traje color gris y portaba un maletín. En el interior del mismo llevaba dos armas cortas y un subfusil, además de un pequeño arsenal de municiones. Tenía también una furgoneta Renault Kangoo con las matrículas dobladas y debajo de la ropa portaba un chaleco antibalas. Impresionante.


PD: ¿Seguirán existiendo por siempre forajidos de leyenda? ¿Tienen un ídolo? ¿Sigue habiendo alguien que robe a los ricos para dárselo a los pobres? ¿Quién pone los apodos a estos bandoleros? ¿Hacerlo es tener una profesión?
lunes, julio 23, 2007

el puente sobre el río kwai (1957, david lean)

¡¡¡Ya tenemos nombre!!! Bueno, sí, lógico, todos tenemos un nombre. E, incluso apellidos. Pero no quiero decir eso. Mi espada ya tiene nombre. La anteriormente anónima, o conocida como la innombrable (porque no tenía mote, apodo o alias) ya ha sido bautizada. Fue anoche, sin querer, surgió y me gustó. De momento no es uno de esos nombres que impongan respeto y temor y que quien lo escuche, empiece a amedrentarse. Aún no. Pero lo será, o eso espero. Pasará a engrosar las listas de espadas célebres como La Tizona y La Colada (ambas de El Cid), como Joyeuse (propiedad de Carlomagno), como Durandarte (de Roldán, paladín del anterior), como Excalibur (cuyo dueño era nada más y nada menos que el Rey Arturo), como Crocea Mors (de Julio César), como .... Junto a ellas estará "Silbadora". Mola el nombre, ¿no?

El nombre me vino, como suele pasar en estas ocasiones, cuando no pensaba en ello. Ni se me había ocurrido esa posibilidad. Creo que la culpable de ese bautizo es Lauren Bacall, interpretando a Marie Slim, y diciéndole a Harry “Steve” Morgan (Humphrey Bogart) en “Tener o no tener” eso de ... “No tienes que representar ningún papel conmigo, Steve. No tienes que decir nada ni hacer nada. Sólo silba. ¿Sabes silbar, no? Juntas los labios y soplas”. No sé el motivo, o, bueno, quizás sí lo sé, pero prefiero no decirlo, es una frase que me encanta y que recuerdo desde la primera vez que vi la película. Y, tal vez por eso mismo, creo que es un nombre adecuado. A fin de cuentas, se trata de acudir al rescate, de batirse en duelo contra aquellos que se creen poseedores de la verdad absoluta y demostrarles que no es todo tal y como lo pintan ellos. Vale, lo sé, es todo ficticio, pero bueno, los cuentos de dragones y princesas también forman parte de nuestra infancia y nuestros recuerdos. En fin, que me distraigo. Que lo importante es que “habemus nomine”.


PD: Por qué suele resultar tan complicado elegir un buen nombre? ¿Por qué le damos tantos vueltas a los nombres con los que bautizaremos a nuestros perros, gatos, huchas, espadas ...? ¿Les pasaría lo mismo a nuestros padres?
domingo, julio 22, 2007

acuerdate bien de mi cara (2006, la caja de pandora)

Hoy tengo ganas de batirme en duelo. Mira tú por dónde. Así, sin más. Que me he levantado hoy pendenciero, y me he dicho vamos a desenvainar a la que no tiene nombre (aún) y a ver con quien nos citamos. Y, sin querer, me los he encontrado. Porque son varios. Son personas que me irritan. Resulta que me molestan mucho esos famosos, que sin haber hecho nada en su vida, o, al menos, nada loable, sean considerados como tales. Y no me estoy refiriendo a aquéllos que copan portadas de revistas y minutos en televisión. No, no van por ahí los tiros. Son personas de las cuales todos hemos oído hablar y, que, sin embargo, su mayor virtud fue tener algo en propiedad. Y por eso pasaron a la historia. ¡¡Hay que joderse!!

Pondré sólo tres ejemplos, porque si no, será esto demasiado largo. Empecemos por Pandora. Conocida mundialmente por tener una caja. ¿Cómo se te queda el cuerpo? Resulta que tienes una caja y ya eres famosa por los siglos de los siglos. ¿Era la única persona en el mundo que tenía una caja? ¿Ni quien la inventó se quedó una copia? Porque, que yo sepa, ella no la inventó. Eso sí, pasó a la historia como “la caja de Pandora”. Es más, te nombran a Pandora y lo primero en lo que piensas es en la puñetera caja.

Otro elemento que ha pasado a la historia ha sido el caballo de Espartero. ¿Por qué? Por tener los cojones enormes. Así, como suena. Ni nombre tiene. Hemos oído hablar de Rocinante, Babieca, ... pero del caballito del general sólo sabemos que la Naturaleza le dotó de unos tremendos atributos. Gran mérito para pasar a la posteridad, ¿no?

Dejo para el final a alguien que es más ... local. Vamos, que es conocido sólo en el Reino. ¿Su valía? Ser poseedor (atención) de unos ... palotes. ¿Es para flipar o no? Porque además, no tenía un nombre que diese lugar a su importancia. Perico se llamaba. O sea, que la gran virtud, el hecho de que su leyenda pase de padres a hijos, generación tras generación, es que tenía, no unos palos, no, unos palotes. Increíble.

Hay más, pero, si acaso, los dejo para otro día: Ambrosio y su carabina, Damocles y su espada (otro que también tenía una espada), Pedro Botero (mira éste con apellido y todo) y sus calderas, .... lo mismo, cualquier día Ana Rosa escribe un libro y se hace famosa por ello


PD: ¿Soy yo o ahora cualquiera puede tener sus quince minutos de gloria por cualquier cosa? ¿Tanto deseo hay de hacerse con notoriedad?
sábado, julio 21, 2007

la merienda campestre (1863, edouard manet)

Anoche me invitaron a un picnic. Como propuesta no dejaba de ser extraña y como uno no puede evitar querer estar en todos los fregados, acepté rápidamente y de buen grado. La única recomendación que me dieron era que lo único que debía llevar era hambre. Así que ni merendé. La cita era ya de noche, lo cual añadía más encanto y, al mismo tiempo, mayor misterio a la situación. Minutos antes ya estaba preparado para el momento. Me llamaron. Bajé. Monté en el coche. Y de picnic que nos fuimos. Ya casi había anochecido, de modo que en el ambiente flotaban cierta ilusión y expectativas sobre lo que pudiera suceder.

Debimos coger la noche más fría de todo el verano. O, quizás, es que las noches de agosto no son las más propicias para hacer estas cenas camperas. Omitiré que el primer lugar al que nos dirigimos tuvimos que desecharlo por carecer de la iluminación más adecuada a nuestras pretensiones (en realidad, no existía ni una farola, aunque, en honor a la verdad, era el más adecuado), el segundo fue descartado por la compañía en la mesa más próximas (no sé yo si estaban cenando, pero que estaban fumando algo, seguro). El tercero fue el definitivo. En parte por no buscar más, en parte porque ya no quedaban muchos lugares donde hacerlo, y, finalmente, porque a ese paso, iba camino de convertirse más en desayuno que en cena (bueno, he exagerado un poco).

Los anfitriones se habían esmerado, todo sea dicho. No faltaba de nada para que fuese el clásico picnic. Ensalada, fritos varios, surtido de quesos, unas cervecitas, una barra de pan y la tradicional tortilla de patata. Además, comiéndolo en ese juego de picnic que todos tenemos por casa arrinconado. Lo dicho. No faltaba de nada. Incluso hubo ¡¡¡café!!! (existe alguna foto, pero las dejo para otro proyecto que tengo, que ya comentaré) No faltó de nada. Hasta la cena iba en una de esas cestas de mimbre.

Al final acabamos en casa, emulando a Jeff Bridges (en su papel de El Nota, en “El gran Lebowski”) bebiendo un Ruso Blanco (que es una bebida). Había que quitarse el frío de encima. Sólo puedo añadir que gracias a ambos por esa fantástica velada.


PD: ¿Por qué las cosas más simples despiertan nuestras ilusiones y anhelos? ¿Por qué algo nimio puede hacernos sentir rejuvenecer? ¿Por qué la gente ya no hace picnics o meriendas (comidas o cenas) campestres?
viernes, julio 20, 2007

apolo xiii (1995, ron howard)

Suelo repetir con cierta frecuencia que no creo ni en las casualidades, ni en las coincidencias, ni en la suerte. No sé, porqué, pero así es. Y me resulta curioso que la fecha del veinte de julio, es decir, hoy, suponga el aniversario de dos sucesos tan dispares como importantes. Porque, hoy se celebra la efeméride del atentado más importante que se realizó contra Hitler y de la llegada del hombre a la luna por primera vez. Sobre ambos hechos ya se ha escrito mucho, así que yo sólo quiero hacer constar que se produjeron en la misma fecha, con una diferencia exacta de veinticinco años. Ni uno más, ni uno menos (¿coincidencia? ¿casualidad?)

El 20 de julio de 1944, Claus Schenk Graf von Stauffenberg (que es un nombre y un apellido) puso una bomba durante una arenga en el cuartel general de Hitler en Rastenburg en Prusia Oriental, conocido como la 'guarida del lobo' ('Wolfsschanze'). El explosivo, colocado en una maleta, llegó a estallar, pero el dictador alemán salvó milagrosamente la vida gracias a la protección de la mesa en la que estaba sentado. Fue el plan que estuvo más cerca de acabar con la vida de Hitler antes de que fuera demasiado tarde.

Usando la mejor tecnología de la época y disponiendo de los mejores talentos de todo el mundo, los Estados Unidos conquistaron la Luna, cumpliendo los objetivos impuestos por JFK a principios de los 60. En la plataforma de lanzamiento del Centro Espacial Kennedy se hallaba imponente el cohete Saturno V, de 111 metros de altura, el aún más grande y poderoso de la historia, en su cima estaba el módulo de comando, bautizado "Columbia" en honor a la nave ideada por Julio Verne en su célebre "De la Tierra a la Luna”.

Los tres protagonistas eran el comandante de la misión Neil Armstrong, el único civil; el piloto del módulo lunar Edwin Aldrin, coronel de la Fuerza Aérea; y el piloto del módulo de mando Michael Collins, teniente coronel de la Fuerza Aérea. Curiosamente los tres habían participado, por separado, en una misión anterior, pesaban y medían lo mismo (74 Kg. y 1.79 m.) y tenían la misma edad, 38 años (¿coincidencia? ¿casualidad?)


PD: ¿Llegará un momento en que todos los días haya algo que celebrar? ¿Existe algo distinto al azar para justificar casualidades y coincidencias?
jueves, julio 19, 2007

tiburón (1975, steven spielberg)

Son al verano, lo que las golondrinas a la primavera, las castañas asadas al otoño, o los copos de nieve al invierno. Se les espera. No se sabe si las veremos, pero se les espera. Pues bien, han llegado. Ya están aquí. Nos han invadido. Comenzamos a estar a su merced. Son una plaga. Las ortigas del mar ya están presentes. Obviamente, me refiero a las medusas. No se sabe con certeza cuántos tipos de medusas existen pero con seguridad, hay más de 4.000 especies. Son, por lo tanto, seres con una asombrosa capacidad de adaptación al medio, lo que les ha permitido superar las grandes perturbaciones del planeta y llegan a desplazar a especies autóctonas.

Y resulta que todo el mundo se queja de ellas. Que impiden el baño tranquilo, el solaz chapuzón en el agua. Vamos, que molestan. Lo cual, no deja de ser cierto, pero yo me pregunto si su presencia no es debido al cambio climático (puestos a echar la culpa a alguien ¿qué mejor a quien no puede defenderse por ser algo etéreo?) y ahí somos responsables todos. Así que las medusas, básicamente, molestan y no nos dejan hacer lo que queremos.

Eso sí, nadie protesta y sale en televisión con otras perturbaciones más … ¿cómo diríamos? …. banales. Porque a mí, molestar, lo que se dice molestar, enfadar, encabronar, tocarme los coj … hay varias cosas. Por ejemplo, las señoras que se creen propietarias de la playa porque llevan yendo nueve o diez días consecutivos al mismo sitio, exactamente al mismo lugar, encima de los mismos granos de arena, y te miran con mala cara si has osado invadir parte de esa parcela. O el caballero (imagino que “animado” por la señora de antes) que se levanta con el canto del gallo para plantar la sombrilla, la hamaca y dos toallas en primera línea de mar (lástima no venga una ola y se lo lleve todo). O el niño que corre alrededor mía cuando me acabo de untar de crema bronceadora (lo sé, ahí soy yo el culpable por ponerme esos potingues) y me llena de arena hasta el píloro.

Pero lo que molestan son las medusas, ¿no? El año que viene elijo montaña. Y ya buscaré otra cosa de la que quejarme.


PD: ¿Tan difícil es que nos relacionemos las distintas especies? ¿Si los animales hablasen, nos dirían cuando les molestamos y por qué? ¿No hay cosas más importantes que las medusas?
miércoles, julio 18, 2007

¡ay! carmela (1990, carlos saura)

Hete aquí que tal día como hoy, hace setenta y un años, en el Reino (que aún no era un reino, pero lo había sido) se armó una muy gorda. Muy pero que muy gorda. Resulta que hubo un grupo de militares conservadores se sublevaron, cogieron sus escopetas y manifestaron su disconformidad con el Gobiernos de la República, Hay que tener en cuenta que no es lo mismo decir “Mire, señor Azaña, que no estoy de acuerdo con el modo en que usted está gobernando esto” así, sin más, a pecho descubierto, en Las Cortes, que coger el fusil y la bayoneta, apoderarse de Melilla, Ceuta y Tetuán y decir “No me gustan como gobiernan ustedes y por eso, se me van poniendo en fila que les voy a decir cuatro cositas como me lleven la contraria”. Lo mismo soy yo, pero para mí que no es igual.

Y así, entre unos tiros el día diecisiete de julio y otros el dieciocho, lo que había costado años de organizar, con elecciones y todas esas cosas, que parecíamos un país normal y todo eso, se va al garete. Y en días sucesivos comienza a crecer lo peor que le puede pasar a nadie: una guerra civil, un enfrentamiento bélico entre hermanos, entre padres e hijos, entre esposas y maridos, …. Y como adalid de uno de los bandos, un gallego, pequeñito, callado, serio, delgadito, que acabó siendo “Generalísimo de todos los ejércitos y Caudillo por la gracia de Dios” (que como título autoimpuesto me parece un poco demasiado).

Y, después de tres años sangrientos, al final, ganaron “los buenos”. Que si hubiesen ganado “los malos”, también habrían sido “los buenos”, porque al final todo depende del cristal con el que se mire. Mi opinión es que ganaron unos y perder, perdimos todos. Porque hubo que pasar unas posguerra, porque hubo que reconstruir un país, porque hubo que desterrar temores y miedos, porque, durante casi cuarenta años, gobernó una misma persona, porque …. Motivos hay muchos, que cada cual escoja los suyos. Y todo, porque tal día como hoy hace más de siete décadas, unos militares decidieron que no les gustaba el gobierno que había. Que la historia no se repita. Nunca. En ningún lugar del mundo.


PD: ¿Por qué las cosas del pasado, a veces, nos parecen mejores y hay otras que nunca quisiéramos que se repitan? ¿Por qué siempre ganan “los buenos”?
martes, julio 17, 2007

los lunes al sol (2002, fernando león de aranoa)

"Stress post-vacacional" creo que se llama. Eso es lo que padezco. Así que, ahora mismo, creo que soy un enfermo. Aunque no tengo demasiado claro que el jefe me permita cogerme la baja por este hecho. No sé, me da a mí que no. Si a esta enfermedad que estoy sufriendo añadimos que soy, por naturaleza, hipocondríaco y aprehensivo, lo que obtenemos es la viva imagen del señor Allen (don Woody) en versión ibérica. Vamos, que lo estoy pasando fatal y mi cabeza no deja de sugerir preguntas, muchas de las cuales, incluso, dudo que tengan respuesta.

Pues eso. Que he vuelto a mi puesto de trabajo. Y, claro, después de varios días de asueto (¡qué coño asueto! de vacaciones, o, al menos, de no acudir a trabajar) mi organismo no está preparado para asumir esta rutina diaria de horas delante del ordenador, de folios que amenazan con sepultarme como no me apresure a solucionar ciertos asuntos, de llamadas de teléfono, de faxes, de correos electrónicos, de mensajes al móvil …. Aunque, bien mirado, y partiendo de cierta idea ya repetida aquí varias veces, en el fondo soy un afortunado. Porque stress post-vacacional, lo deben padecer quienes tienen que levantarse cuando aún no están puestas las calles y acudir a su puesto de trabajo, llámese éste, obra, mina, panadería, fábrica, …. ¡Eso sí que tiene que ser jodido! Así, que, tras esta nueva reflexión, creo que no debo quejarme, y como buen hipocondríaco, sufrir mi enfermedad en silencio.

Porque, claro, imagino que este stress, también dependerá del tipo de vacaciones de cada uno. Que si uno se va con la rival, las criaturas, la suegra, la madre, una tía solterona de Cuenca y un sobrino hiperactivo a la costa, a un apartamento de sesenta metros cuadrados …. Pues, claro, lo que tendrá será stress vacacional, y volver al curro será encontrar un oasis de paz y tranquilidad. Pero si en vacaciones te has dado la vida padre, tumbado en una hamaca y bronceándote … entonces, ahora no hay que quejarse, que ya ha existido ese momento de cercanía con la felicidad.


PD: ¿Por qué tendemos a mirar sólo lo nuestro, nuestros problemas y no atender los de los demás? ¿Incluso cuando los nuestros son nimias preocupaciones en comparación con otros? ¿Será verdad eso de la paja en el ojo ajeno y la viga en el propio? ¿A alguien le cabe una viga en su ojo?
lunes, julio 16, 2007

doscientos cigarrillos (1999, risa bramon garcía)

Pues nada. Que vuelvo a estar de celebración. Hoy, concretamente ésta, es la entrada ¡¡¡DOSCIENTOS!!! (o doscientas). Cuando empecé, ni pensaba en llegar a este número. Tan sólo pretendía escribir cosas que me ocurriesen o se me pasasen por la cabeza. Luego, paulatinamente, ha ido dando un giro. Ni mejor ni peor, simplemente fue variando. Se asemeja bastante a lo que pretendía hacer. Quizás le falta algo de mística Zen, para mi gusto. Pero bueno, no siempre se puede hacer perfecto y del modo que uno quiere. Pero no estoy nada descontento. Reconozco, eso sí, que, en ocasiones, me cuesta encontrar un motivo del que hablar, porque, lamentablemente (o afortunadamente, que eso nunca se sabe) mi vida es normal. Y mis pensamientos, digan lo que digan algunos que me leen, también, sólo que, a veces, sí que se me va un poco la olla. Pero pocas veces, eso sí.

Desde la entrada CIEN, pocas cosas han ocurrido en esta bitácora. Quizás, lo más relevante ha sido que he creado una nueva sección que es la pinacoteca. Y por ello, debo explicar algunas cositas. Los títulos de las entradas corresponden a películas, canciones, libros y/o cuadros. Casi todos los títulos los he visto, leído, escuchado ... y por una circunstancia u otra, los considero interesantes para que quien lee estas pequeñas líneas pueda interesarse por ellos, además de que, entiendo, que tienen cierta relación (más profunda o más superficial) con lo que cuento. Sí, posiblemente esto sí que es una extravagante idea mía. ¡Qué le vamos a hacer! No soy perfecto.

Tengo en proyecto varias ideas. Todas, o casi todas, relacionadas con esto de escribir. Ya iré contando y adelantando algunas cosas. tengo una idea sobre una novela negra. Otra, empezada hace años, sobre la vida en un imaginario pueblecito gallego. Otra sobre un entrenador que emprende un rumbo hacia lo desconocido. Y, finalmente, una serie de cuentos. Trataré de adelantar algo por aquí. En fin, que estoy de aniversario. Felicidades para mí. Y para ti, que lo lees. Gracias.


PD: ¿Por qué tenemos una cierta necesidad de celebrar cosas? ¿Por qué necesitamos fechas para recordarnos las cosas y alegrarnos de ellas? ¿tan pocos momentos de felicidad tenemos que necesitamos marcarlos en el calendario?
domingo, julio 15, 2007

mont roig, la iglesia y el pueblo (1919, joan miró)

El día de hoy es uno de eso que debería desaparecer inmediatamente del calendario. Habría que pasar del catorce de julio al dieciséis. Así, sin más explicaciones. O, propongo, que el día catorce dure cuarenta y ocho horas. Es otra posibilidad. Lo cierto es que cuando uno ha disfrutado durante nueve días de las fiestas patronales, necesita, al menos, uno para descansar. Y creo que mis paisanos estarán de acuerdo en que sea el día quince de julio, no por nada, si no porque es el primero después e las fiestas. Reconozco que hubo una vez en que apenas existió para mí. Volví a casa el día quince a las nueve o diez de la mañana, me metí en la cama y, salvo una pequeña incursión nocturna al baño, no volví a levantarme, ni a abandonar los brazos de Morfeo hasta el día dieciséis por la mañana. Fue un año de excesos. Creo recordar que apenas dormí unas diez horas en todas las fiestas, y más de la mitad fueron del tirón un sólo día. Pero bueno, eso fue cuando yo era más joven.

En fin, que hoy es un día raro. La vida de mi pueblo parece ralentizada. Todo el mundo parece andar, hablar, vivir .... a cámara lenta. El sol brilla, porque da igual el tiempo que haya hecho los días anteriores, el quince de julio siempre hace bueno. Y sin embargo, es un día triste, apagado, monótono. Algunos empiezan hoy sus vacaciones de verano. Irán a la playa, a lugares exóticos, se perderán en la montaña, recorrerán senderos, .... Otros vuelven hoy. Seguramente madrugaron para ver los encierros, atendieron con curiosidad las noticias que en la televisión daban desde el pueblo. Volverán bronceados, con miles de fotos, con innumerables anécdotas. Y, sin embargo escucharán boquiabiertos las andanzas de sus amigos durante los días de fiesta. Y, es que la verdad, las fiestas de mi pueblo son mucha fiesta.


PD: ¿Por qué sentimos la sensación de que los demás disfrutaron de momentos inolvidables cuando nosotros no estábamos? ¿Por qué da la sensación de que aquello no se volverá a repetir? ¿Por qué nosotros no estábamos?
sábado, julio 14, 2007

pobre de mi (2002, antonio orozco)

Bueno, pues lo que creía que no iba a ocurrir en largo tiempo ya ha pasado. Ya he llegado. Estoy de vuelta. Apenas han ocurrido cosas destacables. Bueno, sí, he perdido el móvil. La verdad es que no tengo ni idea dónde lo he podido dejar. Y mira que me he recorrido todos los lugares en los que podía haberse quedado. Y mira que he preguntado a gente a ver si lo había visto. Y mira que mis amigos han llamado para comprobar dónde estaba y quién lo tenía. Y nada. No ha aparecido. Supongo que cualquier día, en el momento más inesperado aparecerá. Supongo. Bueno, no lo supongo. Eso espero.

Durante estos días de ausencia he tenido la oportunidad de conocer a Jordi (¿o era su hermano gemelo Toni?). Buena gente. Un tío que merece muy mucho la pena. Y a Anna. Otra chiquita interesante. Y, una vez más, el jefe, en una de esos monólogos suyos, de manera magistral, nos explicó la historia del “Titanic” y su relación con el “California”. ¡¡¡Impecable, jefe, impecable!!! Lo único que no me quedó claro es si yo era el “Titanic” o el “California”, pero para mí, que yo era el segundo barco, y que eran otros los que lanzaban luces de colores, sólo que yo no entendía el código. Pero sólo lo creo, no estoy seguro.

En fin, que total, llego de nuevo y me encuentro en el día final de las fiestas patronales de mi pueblo. Atrás han quedado nueve días de jolgorio, algarabía, risas, ilusiones, …. Habrá que esperar al año que viene para volver a vivir momentos irrepetibles. Durante unos días, las vivencias de las jornadas pasadas serán recordadas en tertulias de café, en conversaciones en la calle, en charlas con amigos y conocidos. Y todo ello con la mejor de nuestras sonrisas. Aquélla que desplegamos cuando somos felices o cuando recordamos momentos en los que llegamos a alcanzar, durante unos instantes, la felicidad.


PD: ¿Tanto nos cuesta llegar a ser felices que cuando lo somos lo recordamos durante mucho tiempo? ¿En qué podemos medir la felicidad cuando la tenemos? ¿Segundos, minutos, horas, días, ….?
miércoles, julio 04, 2007

canastas sagradas (2002, phil jackson y hugh delehanty)

Pues nada, que llegué el otro día y me vuelvo a ir. Así, como quien no quiere la cosa. Tiempo justo para deshacer una maleta, lavar la ropa y preparar de nuevo el equipaje. Ahora serán nueve días. Un poquito más lejos que la última vez. Y sólo baloncesto. Veinticuatro horas al día baloncesto. Me gusta. Aunque sé que la realidad no es así. No va a ser dedicación total. Bueno, sí, pero no. Me explico. Será porque ése es el motivo que nos a unir a distintas personas para estar allí cuidando, educando, entrenando a más de cien chavales. Pero, en el fondo, habrá tiempo para hacer más cosas. hablaremos de lo divino y de lo humano. De nuestras vidas. Del pasado. Del presente. Del futuro. De nuestras ilusiones. De nuestros sueños. De nuestras pesadillas. De ....

Tengo ganas de verte Olga. De que me cuentes cómo es la vida lejos de casa. De oír tus siempre sensatas palabras. De verte sonreír. Y si se puede ... que bailes la danza de los siete velos (si cuela, cuela). Tengo ganas de verte Miguel. De ver cómo te enfadas y cómo te desenfadas. De hablar contigo. De escucharte. Y, sobre todo, porque me haces reír. Tengo de ganas de verte Josep. Porque no aportas la cordura y sensatez que necesitamos. Porque te apuntas a todas. Porque aguantas bien cuando eres el blanco de nuestras bromas. Tengo ganas de verte Víctor. Para que me cuentes cómo es la vida de casado. Porque juegas un papel de malo y, en el fondo, eres un buenazo. Porque me gusta hablar contigo. Porque nos metemos con los que roncan, cuando, en realidad, tú eres el campeón. Tengo ganas de verte, Jefe. Porque eres el Jefe. Porque firmo ir todos los veranos contigo. Porque nos lideras. Porque me gusta verte dirigir grupos humanos. En definitiva, tengo ganas de veros a todos, porque, además de que sois mis amigos (creo) sabéis de baloncesto. Y al final, el baloncesto siempre será la excusa o el motivo.


PD: ¿Por qué será que cuando tienes la sensación de que hay buena gente por ahí y la conoces, deseas volver a verlos? ¿Por qué, cuando apenas estoy unos días con ellos, han conquistado mi corazón y cariño? ¿Por qué tengo la sensación de que volveré a despedirme de ellos tratando de ocultar mis lágrimas?
martes, julio 03, 2007

la trastienda (1976, jorge grau)

Mi pueblo se está preparando para algo gordo. Muy gordo. Cuando llegan fechas tan cercanas al día seis de julio, se dice que este pueblo huele a toro. Imagino es por esta costumbre ancestral de soltar los toros por un recorrido vallado de las calles a las ocho de la mañana. Yo creo que es por eso. Bueno, por eso y por unas cuantas cosas más, pero dejémoslo ahí. El caso es que va a pasa algo. Todos sabemos qué, pero intentamos no pensar en ello. Aún. En estos días, el sol parece brillar más que nunca. La gente parece haber olvidado problemas y preocupaciones y sale a la calle con la mejor de sus sonrisas. Todo el mundo se vuelve mucho más “amable, más ufano, menos raro”.

Los escaparates de las tiendas tienen como colores predominantes el blanco y el rojo. Los colores oficiales de las fiestas de este pueblo. Los jóvenes, principalmente, ultiman sus compras previas a las fiestas. No se cerrarán los comercios, pero a partir del día seis, como si no existiesen. Y eso que reconozco que el señor Hemingway (que traducido debe ser algo así como el señor del Camino Hemin) nos hizo un flaco favor al hablar de ellas en uno de sus libros. Pero bueno, es lo que hay. Si él se lo pasó bien, y decidió explicarlo, tampoco podemos hacer ya nada (reconozco que no me he leído ese libro, lo empecé, pero me dormí enseguida, y un libro que te hace dormir …)

En fin, que quintuplicaremos la población habitual, durante unos días saldremos en todos los informativos y prensa, viviremos experiencias únicas, … y todo ello porque vestiremos de blanco con pañuelo rojo al cuello y faja de idéntico color a la cintura. Y todo porque serán las fiestas de mi pueblo. Lo cierto, es que empieza a respirarse cierto ambiente de jolgorio aquí. Todos estamos con una tensión contenida, con cierta ansiedad, que explotará en el momento en que salga disparado un cohete desde el balcón del ayuntamiento a la hora del Ángelus. ¿Es o no es acojonante?


PD: ¿En todas partes se vivirán igual las fiestas patronales? ¿Supone un añadido ser nativo del pueblo? ¿Por qué cuando las vemos en la tele deseamos ir a vivir esas fiestas?
lunes, julio 02, 2007

si peter pan viniera (2002, ismael serrano)

Mi querida Wendy:

¿Me recuerdas? Lamento que la última vez que nos vimos te dijese “vuelvo enseguida” y, en cambio, me fuese a París volando para siempre. Sin embargo, he vuelto. ¿Recuerdas la primera vez que nos vimos? Era madrugada. Ya casi dormías. Entré volando en tu habitación. En tu habitación y en tu vida. ¿Recuerdas? No sé si perseguía a mi sombra o si, simplemente, estaba jugando y el azar hizo que te encontrase. Quisiste acompañarme al País de Nunca de Jamás, allí donde no íbamos a crecer. Sólo teníamos que ir hasta la segunda estrella a la derecha. Todo recto hasta el alba. ¿Recuerdas? Todos crecimos. Todos crecemos. Me resistí. Lo sabes. No sé cuándo lo descubriste tú. Quizás fue un día, cuando eras pequeña, tal vez, andabas jugando por un jardín, puede ser que cogieras una flor y corrieras hacia tu madre. Supongo que le parecería adorable, y, posiblemente, se llevara una mano al corazón y exclamara, o tal vez, sólo lo pensó: -¿Por qué no podrías quedarte así para siempre?

Nunca me hiciste un reproche, ni siquiera al final, cuando decidí no decidir. Por cierto, nunca te agradecí bastante que me explicases el final del cuento de Cenicienta que no había llegado a oír. Me diste un beso. El primero. Tu beso. En realidad, se parecía bastante a un dedal. Y yo te enseñé a volar. ¿Recuerdas? Sólo hay que pensar en cosas bonitas. Sólo era eso. La verdad, me sentí traicionado cuando me di cuenta de que habías crecido, de que ya no eras la niña que yo conocí. Pero ahora sé que era imposible retenerte, que estaba en tu naturaleza crecer. Ya lo sé. He vuelto. No te pido nada. No busco pasado en este presente adulto. Sólo quería que supieras que estoy aquí. Que he crecido. Tal vez, ahora, al leer estas líneas, seas tú la que intenta no crecer. No lo sé. Pero, esta noche, mira por la ventana de tu cuarto. Observa la ciudad apagada. Te visitaré, como hice hace años. Y hablaremos. De ti y de mí. Y si quieres, pensaremos en cosas bonitas.

Nunca te olvida,

Peter P.


PD: ¿Por qué hay veces que las cosas más bonitas parecen que sólo salen en los cuentos? ¿Por qué no consideramos a nuestras vidas como cuentos? ¿Existen las hadas? Personalmente, creo que sí, que están ahí, aunque no las vemos. O al menos, eso quiero creer, porque si dejo de hacerlo, es posible, que empiece a crecer.
domingo, julio 01, 2007

rebajas de enero (1985, joaquín sabina)

Hace mucho que no desenvaino y tengo yo hoy ganas de pelea. Así que quedan citados todos los propietarios de tiendas de ropa de mi pueblo, detrás de la Catedral a eso de la hora de maitines. Y si ven que llego tarde, espérenme, que lo mismo me he quedado dormido, pero llego seguro. ¿El motivo? Bueno, se me ocurren unos cuantos, pero digamos que, como hoy empiezan las rebajas, me sirve de excusa este mismo acontecimiento. ¡Ah! Y que no se escaquee el señor Inglés. Que vivo convencido que todo esto lo creó él para deshacerse de todo lo que no había logrado vender y le han copiado los demás.

Me sorprende ver cada año, en prensa escrita y televisión, a un montón de señoras (todas ellas de una cierta edad ya) esperando a que el señor Inglés abra la puerta de su comercio (porque eso sí, siempre sacan las imágenes delante de su tiendecita) esperando encontrar la ganga del siglo, el gran chollo de entre los chollos, con el que volver a casa ufanas y contentas. Pero vamos a ver señoras, ¿qué hacen ustedes el resto de los días? ¿Madrugan tanto a diario o sólo es hoy? Por cierto, que sería interesante ver las audiencias de televisión de los programas de la Campos (bueno, vale, creo que ahora ya no está) y de la Ana Rosa. Fijo que tienen que bajar. ¡¡¡Si están todas en la puerta de un comercio de grandes cristaleras!!! Aunque, igual, dejan la tele encendida y se van. Imagino que son todas amas de casa o desempleadas, ¿no? Espero que ninguna me haya cogido la baja del currelo y se me está ahora matando con otra señora por unos vaqueros para el chiquillo.

Pero, claro, lo que cuenta es vender, ¿no? Pues nada, vendan, vendan, señores comerciantes, pero luego tampoco se me quejen con que las grandes superficies les raptan a las clientas. Aquí, cada cual, utiliza sus armas. Por cierto, yo, para mí, que las segundas rebajas ya sobran. Que poquito se encuentra ahí. Pero bueno, que cada uno atienda su negocio. Y Dios el de todos.


PD: ¿Realmente bajan los precios en esta época? ¿Son un engañabobos o no? ¿Habrá quien sólo compre en rebajas? ¿Habrá quien nunca lo haga? ¿Cuál es la fórmula de la Coca-Cola? ¿A qué huelen las cosas que no huelen?
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