sábado, septiembre 25, 2010

el imperio del sol (1987, steven spielberg)

Antes de nada debo aclarar que yo siempre he sido muy de Carlos I, mucho más que de Felipe palito-palito y muchísimo más que de Felipe palito-palito-palito (éste fue un blando como rey, es lo que hay, bueno lo que había...) Total, que, a pesar de ser defensor del “Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, Rey de España, Nápoles, Sicilia y Cerdeña, Duque titular de Borgoña y Archiduque de Austria” (mola el título, ¿eh?) a su hijo “El Prudente” hay que reconocerle el mérito de ordenar la construcción de El Monasterio del Escorial. Si fue para enterrar a su padre y que luego él y su descendencia fuesen a reposar ahí también eternamente, o fue para purgar la destrucción de una iglesia en la batalla de San Quintín, o, bien, para conmemorar la victoria en dicha batalla, es algo que se me escapa y que tampoco sé si me interesa demasiado....


Las cosas como son, como conjunto arquitectónico, como magna obra renacentista, como centro de culto... “chapeau”. Mis felicitaciones a Juan Bautista de Toledo y Juan de Herrera como representantes de la dirección de obra. Ahora bien, como residencia de los reyes, aunque fuese sólo en otoño, a mí se me queda grande. No da tiempo de pasar por todas las habitaciones en un día y tratar los temas de Estado, claro... Y luego pasa lo que pasa con la “Grande y Felicísima Armada”, sea por temporal o porque la Pérfida Albión hizo bien los deberes... Pero claro, con tantas salas, habitaciones, escaleras y demás.... pues uno se distrae y no atiende lo que tiene que atender....


Una cosita solo, estando paseando en el mausoleo familiar con hijos de reyes, nietos, sobrinos, hijas, esposas... mucho mármol, mucha luz, muy limpio todo, muy bonito sí, pero, de pronto, fue cuando me di cuenta de que estaba en un cementerio. Regio y real, sí, cubierto por bóvedas, cúpulas y techos altos sí, pero cementerio. Y eso, se avisa...



PD: ¿Realmente es necesario construir todo esto para conmemorar una victoria? ¿Es necesario exponer el mausoleo de quienes fueron monarcas y parientes de ellos? ¿No es muy grande para ser residencia de una sola estación del años? (Sí, la foto la he hecho yo... es lo que hay...)

jueves, septiembre 23, 2010

lo que perdimos (2007, catherine o'flynn)

Ésta debe ser la cuarta o quinta vez que inicio la entrada. No hay manera. No cuadra. No me gusta. No acabo satisfecho. Ahora mismo me veo como uno de esos escritores que, antaño, redactaban en máquinas de escribir y cuando desechaban algo, lo arrancaban y, haciendo una pelotita, la arrojaban hacia una papelera, en la cual nunca acertaban y se juntaban unas cuantas alrededor de ella. Bueno pues algo así. Tenía un tema interesante del que comentar varias cosas: pasar el tiempo de ocio en un centro comercial. Pero no hay manera. Quería hablar de eso y de cómo la gente por no aburrirse en casa, prefiere aburrirse en otro sitio...


Debo estar bloqueado. O estresado. O algo... No sé, el caso es que no termino de cogerle el punto a la entrada. La idea no era nada mala. Tengo suerte de escribir en ordenador, sino, mi habitación sería ahora mismo uno de esos parques infantiles que te puedes encontrar en los grandes centros comerciales en los que “enchufan” a los críos para que no den guerra y mientras sus progenitores se toman un cafetito tranquilos, los niños juegan descalzos con bolitas de plastiquete. Pues lo mismo, así estaría yo en mi cuarto... descalzo y lleno de pelotitas. Pero no, no es el caso....


Y aquí estoy, esperando a que Calíope o Talía, o ambas, se presenten y me dicten, susurrando, al oído, qué es lo que debo escribir acerca de aquello que me había parecido tan buen tema sobre el que ocupar trescientas cincuenta palabras. Pero, me parece, que se retrasan, que no van a llegar, que me van a dar plantón... Y me sorprendo a mí mismo mirando repetidamente el reloj, a ver si aparecen, nervioso, inquieto.... como si estuviese en una gran superficie y hubiese quedado con alguien y esa persona no apareciese y yo empezase a dudar si ése es el sitio correcto, o la hora concreta.... Bueno, será ya otro día cuando cuente esas cosas que había pensado....



PD: ¿Por qué pasar una tarde deambulando por un espacio cerrado parece divertirnos? ¿Por qué salir de casa para hacer eso? ¿Por qué no buscar otras actividades “alternativas”?

martes, septiembre 21, 2010

un hombre llamado flor de otoño (1976, pedro olea)

Parece que este año ha acudido puntual a su cita. No ha querido hacerse de rogar y que tuviéramos que esperarle más de la cuenta con el estado de impaciencia que eso supone. Es más, nos ha ido avisando que vendría para que no nos pillase por sorpresa y pudiésemos ejercer de perfectos anfitriones con él. Nos ha ido dando pistas para que estuviésemos preparados. Esta vez, me temo, nada lo ha detenido ni retrasado. Ha llegado ya y, da la sensación, que ha venido para instalarse definitivamente durante una buena temporada. En principio, durante tres meses. Veremos si la estancia se prolonga o no, aunque, oficialmente, debería partir el veintiuno de diciembre. El otoño ya está aquí. Hoy ha llegado.


El cielo se vuelve gris anunciando su presencia. Las nubes, hace unos días blancas y esponjosas, parecen más tristes, han perdido ese color brillante con el que nos iluminaban. El sol, apenas una semana atrás, se comportaba como el astro rey que es y, ahora, parece un invitado que no quiere molestar, quieto en una esquina y, del mismo modo que llegó, se marcha, sin hacer ruido.... ahora que me fijo, su brillo parece más mortecino... Los árboles, bueno, algunos de ellos, comenzarán a mudar sus ropajes, primero cambiando el color de su vestido verde a otro anaranjado para, finalmente desprenderse de él... hasta dentro de seis meses.... El otoño traerá agua, ésa que no tuvimos porque Lorenzo, egoísta durante el estío, quería todo el protagonismo y volverán a aparecer en el paisaje urbano los paraguas, las katiuskas, las gabardinas, los chubasqueros....


Pero, no sé porqué, asocio la otoñada, además de con cristales salpicados por gotas de agua (creo que en esto tiene mucho que ver algún “recuerdo infantil”...) con viento, con papeles recorriendo la ciudad mientras giran sobre sí mismos... La asocio a chocolate recién hecho, a bufandas de lana, a conversaciones entre amigos junto a un café... Posiblemente el otoño no ha venido solo y ha traído como acompañante a la nostalgia....



PD: ¿Estarán unido el cambio de estación y determinadas sensibilidades? ¿La lluvia implica nostalgia? ¿El otoño trae recuerdos del pasado?

lunes, septiembre 20, 2010

un vestido azul para el baile de disfraces (1920, anna ancher)

Donde vivo, en la capital del Reino, existe el portal y una zona de accesos comunes antes de llegar a la puerta que da a la calle. Aclaración (in)necesaria para el desarrollo de la entrada. Salgo del portal. Voy a tomar una de mis dosis diarias de cafeína. Es sábado. No tengo prisa, ni horarios marcados de antemano. Quizás realice una incursión nocturna por la ciudad, pero de momento, sólo es una posibilidad. Decía que voy a salir del portal y a través de los cristales de la entrada veo a una princesita yendo de izquierda a derecha con un patinete. He debido ver mal. No es algo habitual esto. Salgo con una expresión de perplejidad en la cara, cuando me encuentro con una Tortuga Ninja que trata de regatear a unos cuantos infantes que la rodean y persiguen. Desde luego aquí pasa algo y yo no me he enterado.


Camino hacia la puerta por la que llegaré a pisar la acera. Oigo grititos, risas y chillidos. Trato de hacer ver que todo es normal, que no está pasando nada extraordinario. No queda mucho y advierto que alguien me está mirando. Giro mi cabeza y me encuentro a un Spiderman negro (Venom creo que se llama realmente...) de poco más de un metro que me observa fijamente (no lo tengo demasiado claro a causa de la máscara, de la suya digo...). No sé lo que pasa, pero tampoco estoy demasiado convencido de querer saberlo. Agarro el pomo de la puerta. Voy a salir. Un último vistazo y.... dos mini-geishas se dirigen hacia mí corriendo, cogidas de la mano... Salgo. Definitivamente algo raro pasa en mi edificio.


A mi vuelta todo se aclara. O no. Resulta que algunos padres han decidido celebrar la “Fiesta de la Primavera” (sí, en septiembre, yo tampoco lo entiendo....) que no es sino una excusa para disfrazar a los niños e inflarlos a mediasnoches. Vamos, que la idea es básicamente que corran, suden y no den el “coñazo” en casa....



PD: ¿Estamos “maleducando” a nuestro futuro? ¿Tanto nos cuesta hablar con ellos, alentarles en la lectura, ayudarles a desarrollar la imaginación? ¿O, simplemente, empieza a ser comodidad nuestra?

domingo, septiembre 19, 2010

regular, gracias a dios (2010, josé antonio labordeta)

Nos ha dejado. Se ha ido. Muchos de nosotros lo conocimos recorriendo la piel de toro con una mochila en su espalda, hablando con lugareños, preguntando curiosidades de oficios ya desaparecidos, compartiendo comidas de unos y otros.... Lo conocimos y adoptamos como si fuese hermano de alguno de nuestros abuelos, que sin tener una presencia constante en nuestras vidas, su sola aparición podría hacernos dibujar una media sonrisa al verle o escucharle las batallitas de sus excursiones, de sus expediciones, de sus paseos... Pero José Antonio, mejor dicho, Labordeta, era más, mucho más sólo “eso”... Siempre tuve la sensación de que tenía un aura, perdón por la expresión, especial, un interior digno de ser conocido, porque después de leer sus entrevistas, sus pensamientos, sus reflexiones, siempre me quedó la sensación de que este tipo tenía un “coco” privilegiado. Y, de esos, no quedan muchos...


Se definía a sí mismo como un “cascarrabias irónico”, incluso, describió su paso por el Parlamento como un beduino en las Cortes y ello porque su abuela pertenecía a una de las zonas más duras de Los Monegros, donde casi, ahora mismo, se puede pasear en camello, y Labordeta nunca olvidó sus orígenes, su tierra... Y, tal vez, por esa defensa que hacía de lo suyo, pero, lo más importante, sin excluir a nadie, hizo que aceptásemos los suyo como nuestro... Quizás, también ayudó, su ironía mordaz, su socarronería, su sinceridad... Porque, podría caer bien o mal (ahora serán todo parabienes y buenas palabras) pero lo cierto es que era cristalino, expresaba lo que sentía, sin tratar de ofender a nadie, pero no se callaba lo que creía que no estaba bien...


Lo cierto es que José Antonio caía bien a unos y a otros y, eso, no es fácil, no es nada sencillo... Él lo sabía y acerca de ello comentaba que posiblemente se debía a que no tenía poder. Tal vez, Labordeta, tal vez... pero, quizás, no sólo era por eso.... Sit tibi terra levis, José Antonio....



PD: ¿Cuántas veces la desaparición de alguien no cercano nos ha dolido? ¿Se puede querer a quien no se conoce? ¿Por qué alguien ajeno nos puede resultar próximo?

sábado, septiembre 18, 2010

una noche con arte (2003, el arrebato)

“Una síntesis vale por diez análisis”. Prometí anoche que con esta frase, pronunciada por Séneca, y repetida por Katakraos, empezaría esta entrada de hoy, resumiendo en las habituales trescientas cincuenta palabras, todo lo que ocurrió anoche. Y no tengo demasiado claro que sea capaz de hacerlo, pero vamos a intentarlo. Lo cierto es que no sé por dónde empezar porque existieron temas de conversación, anécdotas, risas... que me hacen imposible establecer un orden, tan siquiera cronológico, de todo aquello de lo que debería contar. Porque, veamos, imagina que tienes que hablar de: nazis acosadores en la tumba de Napoleón, de chicas que se caen bajando dos escalones, de rockeros tatuados con camisetas de tirantes y pelo-Pantene, de locales con bandejas de pipas saladas y de calabaza que devorábamos como si no hubiese mañana, de otras bandejas de conguitos, de encontrarnos con el Ying y el Yang buscando la última posibilidad de no volver solas a casa, de personas que te llaman friki porque preguntas acerca de “El señor de los anillos”, de conversaciones en una marquesina de una parada esperando un bus, de... ¿Con qué empezarías? ¿Qué te gustaría saber?...


Quizás sea mejor no explicar nada de ello y dibujar sólo la atmósfera. Estar con Katakraos y su hermana en un local de los de toda la vida, en uno de esos bares que te cuentan historias sólo con ponerte a escuchar... Permitir que unas cervezas acompañen a conversaciones de tebeos, de oposiciones, de música, de blogs, de ilusiones, de esperanzas, de pasados, de futuros... Acudir a otro local en el que las situaciones se suceden de manera ininterrumpida, donde todo es susceptible de ser comentado, ironizado, caricaturizado.... Al final, el conjunto de todo, hace que sea una noche que merezca la pena, que merezca tener una entrada, que haga posible una nueva quedada para hoy... pero eso, ya, será otra historia.


Quizás, cuando leas esto, no te llame nada la atención, bueno, no te preocupes, quizás, esto sólo sea la historia de otro friki con barbas.....



PD: ¿Nunca has tenido esa sensación de conocer a alguien desde hace mucho y realmente, casi, os acaban de presentar? ¿Nunca has visto en otra persona, palabras, gestos... que te recuerdan a alguien? ¿Será cierto que los amigo son hermanos que eliges?

viernes, septiembre 17, 2010

soledad (1973, emilio josé)

Una conversación robada en la frutería que hay junto a casa, me ha hecho pensar. Charlaban animadamente la tendera, una chica joven y rolliza, con una clienta, anciana y vestida con una de esas batitas rosas y blancas que parecen de servicio doméstico. Lo hacían, como he dicho, de manera amigable y sonriendo cuando yo he entrado. El caso es que en el momento que he llegado a ellas, la primera frase que he escuchado ha sido: “a mí no me quiere nadie, que soy ya vieja y fea”. Curioso, nada más pronunciarla, me he fijado más detenidamente en ella. El pelo, cano, recogido en una pequeña coleta, la cara, surcada por las arrugas de la vida, la boca, con una sonrisa amarga, presentaba la ausencia de un par de muelas, la figura, ya encorvada, se recostaba sobre el mostrador.... Después de eso, me han dado ganas de decir “señora, le invito a un café, a una cerveza, a lo que quiera y charlemos...” porque entre su sonrisa y su mirada, me ha parecido advertir la sombra de la soledad.... Pero, no soy Clint Eastwood. Espero no lamentarme por no haberlo hecho....


Tras hacer mi compra y despedirme de ambas, le he dado vueltas al tema mientras tomaba una de mis dosis de cafeína. Y, lo cierto, es que me ha asaltado una especie de vértigo, de mareo y, también de preocupación. He pensado que, tal vez, en un futuro, yo pueda estar en una situación similar. Lo de viejo, lo espero y deseo, lo de feo... bueno, hay cosas que no se pueden evitar, pero ha sido el tema de estar solo. Unas cuantas veces he hablado aquí sobre la soledad, sobre las fobias, pero, si, en este momento, tuviera que decir a qué tengo miedo, quizás fuese a ser mayor y estar solo. Porque no creo que fuese una soledad deseada, sino una impuesta. Y eso, eso, a mí sí que me da miedo.



PD: ¿Se acostumbra uno a la soledad impuesta por las circunstancias? ¿A determinada edad te dejas llevar por la vida? ¿Qué será de mí dentro de ... cuarenta años? ¿Seré, aún a esa edad?

jueves, septiembre 16, 2010

el grito (1893, edvard munch)

Hacía muuuuuuucho tiempo que no me citaba con nadie en la parte trasera de la catedral de mi pueblo para batirme en duelo. Tanto que, me temo, “Silbadora” estará oxidada, desentrenada y entumecida. Pero no me queda más remedio. No tengo otra alternativa. Es la única solución posible. Así que, desde estas líneas ya saben dónde tienen que acudir, en ese momento en que el alba comienza a despuntar, todos los impacientes. Bueno, todos no, tiempo habrá. Concretamente los impacientes que me persiguen telefónicamente cuando les he dicho claramente “tranquilo, que yo te llamo”. Se ruega que lleven dos padrinos.


A ver, chicos, si digo que seré yo quien os devuelva la llamada, no os preocupéis. Lo voy a hacer. No se me va a olvidar. No he comentado eso de “a ver si hablamos un día de estos...”. No. Además, entre otras cosas, es una llamada de trabajo, así que relájate, chaval, que voy a hacer la dichosa llamadita. Que resulta, por si no lo sabes, que dada la profesión de uno, si no te llamo, no voy a cobrar mis gestiones y soy el primero al que le interesa llamarte. Y lo haré. Pero será, ya no cuando yo quiera, que podría ser, no, será cuando el trabajo que he estado haciendo mientras tú estabas en otros menesteres más ociosos en los que concurrían tus manos, tus pelotas y el verbo tocar, dé frutos. Y eso ya no depende de mí. Si llevo desde el lunes esperando que me entregues unos papeles y me los das un miércoles a última hora, no pretendas que el señor Notario, lo tenga todo preparado para el jueves a primerísima hora, porque va a ser que no.


Así que deja de llamarme, de pregunta qué hay de lo tuyo y procura que no me enfade, porque yo, cabreado y blandiendo a “Silbadora” en la mano soy muy sanguinario. Pero, creo, que ya es tarde para eso. Te espero mañana, cuando los primeros rayos de sol comiencen a iluminar mi pueblo. Y allí, junto a la antigua muralla, vamos a resolver el tema de tus llamaditas continuas. Nos lo pasaremos bien, ya lo verás....



PD: ¿Por qué hay tantas personas impacientes? ¿Lo son de “per se” o las ha convertido así el ritmo de vida actual? ¿Por qué no tomarnos un respiro?

miércoles, septiembre 15, 2010

el misterio de la guía de ferrocarriles (1936, agatha christie)

Si la leyenda no fuera tal y Ponce de León hubiera encontrado la fuente de la eterna juventud… Si Paracelso hubiese descubierto el elixir de la vida… Si en la época medieval hubieran hallado la panacea universal… Si algo de eso hubiera ocurrido, quizás, sólo quizás, Hércules Poirot, el capitán Hastings, Parker Pyne, Jane Marple, el superintendente Battle o Tommy y Tuppence Beresford aún pasearían con nuevas aventuras por vivir, misteriosos crímenes por resolver o distintos lugares que visitar, recorriendo nuestras estanterías... Pero… nada es así. Nada de eso ocurrió y debemos "celebrar" hoy que, de vivir, Agatha Mary Clarissa Miller Christie Mallowan (los dos últimos apellidos fueron adquiridos por matrimonio) cumpliría ciento veinte años.


Recuerdo aún el primer libro que leí de ella, "El misterio de la guía de ferrocarriles" y que aún está en casa. En cierto modo, ella es cómplice y co-culpable de mi afición a la lectura, junto a José Mallorquí y su "El Coyote" y George Simenon y su comisario Maigret. Porque, además de vivir esas aventuras, imaginé con nitidez cómo eran los lugares, las personas, las situaciones que se sucedían línea tras línea, hoja tras hoja. Así que puedo decir que sólo David Suchet es Poirot, nunca José Coronado será Cesar de Echagüe y Maigret siempre será Bruno Cremer (por cierto, fallecido hace un mes escaso...)

A partir de sus personajes, se han desarrollado otros más o menos conocidos, del mismo modo que ella se vio influida por otros contemporáneos, no hay duda, pero no dejo de pensar que Jessica Fletcher (ya hablé de ella en su momento) no era sino una versión ochentera de Miss Marple. Nunca fui muy devoto de Sherlock Holmes, sin embargo, el pequeño detective belga de engominado bigote, cabeza de huevo y orgulloso poseedor de sus “células grises” me cautivó desde el primer momento. De hecho, hasta el New York Times publicó su defunción después de su última aparición escrita (sí, es la foto que ilustra esta entrada).


PD: ¿Tengo yo la sensación o las nuevas generaciones ya no leen tanto? ¿Será porque tienen tantas opciones de ocio? ¿Estaremos creando a no-libres pensadores?

martes, septiembre 14, 2010

joven toro (1647, paulus potter)

Por circunstancias que no vienen al caso, al menos no de momento, este fin de semana he tenido que viajar. Ha sido en coche y no todo por autopistas y autovías, sino que pasamos por otro tipo de carreteras. Quizás, por ello, han venido a mi mente recuerdos de mi niñez. Imágenes de vacaciones de verano. Evocaciones de meses de estío en una villa pasiega. En definitiva, he recordado algunas cosas que creía tener olvidadas y, sin embargo, sólo una capa de polvo las ocultaba de mi memoria. Permíteme que te ponga al día. Desciendo, entre otras cosas, de pasiegos, de gente que vive en las montañas cántabras, dedicada en exclusiva al cuidado de las vacas y del forraje. Y me siento tremendamente orgulloso de ello.


Me siento orgulloso de haber pasado la mayor parte de los veranos de mi vida allí. En un pueblo que, ahora, apenas llega a los ciento sesenta habitantes. Orgulloso de haber podido disfrutar durante mis vacaciones estivales de un montón de cosas que ahora, me temo, los niños no hacen o no pueden hacer. He “conducido” vacas por callejas, fincas, carreteras más que comarcales... He trabajado con el dalle (la guadaña) en la hierba. He ordeñado a esas vacas. He perseguido esa yegua que se escapaba y me he montado en una burra. He limpiado estiércol, cargado con un cuévano y disfrutado en las fiestas patronales....


Esto viene a cuenta de que, cuando íbamos a la gran capital, en un momento dado, pasábamos por delante de uno de los toros de Osborne (que, por cierto, ya no existe). Y este fin de semana, he visto unos cuantos. En buen estado, por cierto. Y esa imagen me ha traído aromas de mi infancia. La tortilla de patata de “abu”, los filetes empanados, las carreteras estrechas y sinuosas, la manzanilla del campo, la búsqueda de caracoles, la niebla... Me trajo a la memoria a mis abuelos. Así que, pensando acerca de la polémica de los toros y una corriente que hubo para retirar esas figuras metálicas de catorce metros, me niego a todo ello. Simplemente, porque soy egoísta. Y esos toros, inconscientemente, forman parte de mi pasado y de las personas que quiero o he querido....



PD: ¿Cuántas veces asociamos un recuerdo a un olor? ¿Cuántas veces un olor nos lleva de nuevo al pasado? ¿Será cierto eso de la memoria olfativa?
jueves, septiembre 09, 2010

hace un año (1985, hombres g)

Querida Pamplona:


¿Cómo estás? Espero que bien. Hace tiempo que no estamos juntos, que no disfrutamos de la compañía del uno del otro. Lo siento, ha sido más por mí que por ti. Sí, lo sé, me disculpo demasiado, pero echémosle la culpa a la educación recibida en la avenida de Galicia. Estaba haciendo cuentas y hoy hace un año que nos separamos. Hoy se cumplen exactamente doce meses en que me alejé de ti. Al principio, bien lo sabes, con temor, con miedo, con dudas, con incertidumbres.... también sabes que me fui con la maleta cargada de ilusiones, esperanzas, ideales, deseos.... Sigo conservando todo, no te preocupes. No he perdido nada. Me conoces bien, sabes que lo guardo todo, que no tengo el “síndrome de Diógenes”, que ¡¡yo soy Diógenes!!. Conservo aún, muchas cosas que no puedo guardar en ningún sitio físico y que son tuyas. En un descuido, te las tomé “prestadas”. Algún día te las devolveré, pero aún no. Aún es pronto. Las necesito.


Te cogí sentimientos, sensaciones, olores.... que sí, que te pertenecen, pero que, en cierto modo, también son míos. Me he quedado con la agradable sensación de pasear, como tantas veces, por el Mercado del Ensanche, el subir por esa calle Dormitalería serpeante, las horas muertas en la Media Luna o en el Puente de la Magadalena. Te he quitado también los recuerdos de infancia de entrar en la Ciudadela con su paso elevado o por el Portal de Francia, las carreras en la Vuelta del Castillo o los interminables partidos y juegos varios en “Los Caídos”, tus diversos cambios de temperatura a lo largo de un mismo día... Me dejo de contarte muchas cosas, bien lo sabes, que me conoces, Oberena, “lo” Viejo, el campus universitario, San Juan, el adoquín o loseta (siempre fui más de adoquín, la verdad), .... bueno, muchas cosas. Quizás en otro momento te las cuente.


La capital del reino está bien, pero no eres tú. No tiene tu luz, ni tu color, ni tus aromas. Tiene otros. Ni mejores ni peores. Otros. Seguiré un tiempo aquí y, espero, que podamos volver a encontrarnos y disfrutar mutuamente, el uno del otro.



PD: ¿Uno es realmente de donde nace? ¿De donde vive? ¿Es posible olvidar los orígenes de uno?

miércoles, septiembre 08, 2010

la tregua de ETA: mentiras, tópicos, esperanzas y propuestas (20006, foro el salvador)

No suelo hablar de estas cosas, pero llega un momento en que no quiero seguir callado. Han pasado un par de días y he estado leyendo, viendo y escuchando muchas cosas. Así que lo que sigue son sólo MIS pensamientos, MIS ideas, MIS sentimientos. Hace dos o tres días (poco importa) un grupo de asesinos y cobardes, bueno realmente son asesinos cobardes, difundió un comunicado en el que afirmaba que desde “hace algunos meses” tomaron la decisión de no llevar a cabo “acciones armadas ofensivas”. Y hay cosas que me enervan. Sobre todo las tonterías.


Os hablo a vosotros, descerebrados que creéis que la única manera de tener la razón es matando gente. A vosotros, cobardes que, para poneros frente a una cámara de televisión, debéis ir con la cara tapada. A vosotros, fanáticos extremistas que no entendéis que podéis no tener razón. A vosotros, A-SE-SI-NOS. A vosotros, que tenéis un terrible complejo de inferioridad. A vosotros, que creéis que todo el mundo está en contra vuestra. Y, mirad, en eso tenéis razón. Pero es por la forma de expresar vuestras ideas. Por la espalda. A traición. Con coches bomba detonados a distancia. Y, siempre, contra inocentes. Contra quienes cumplen el ejercicio de su trabajo. Políticos que defienden la democracia, periodistas que informan, policías o guardia civiles que velan por nosotros.... Y, además, siendo pocos, queréis crear un “estado del miedo”. Pero ya estoy harto. Ya no quiero seguir callado.


No os creo. Nunca habéis dicho la verdad. Nunca. Si no habéis matado más desde julio del 2009, es porque no habéis podido, porque no os han dejado. Y esto que decís, sólo es para coger aire, para fortaleceros. Pero no os vamos a dejar. Amenazas, extorsiones, sangre, dolor, sufrimiento.... Creéis que sólo así vais a conseguir ser escuchados. Y no es así. No os vamos a dejar. Sé qué es tener que dar el pésame a hijos a quienes habéis arrebatado la vida de sus padres. Y no quiero volver a hacerlo. Y recordad que ochocientas treinta y nueve familias no olvidan.




PD: ¿Por qué es tan difícil dar la cara? ¿Acaso la valentía para afrontar las consecuencias propias ya no existe? ¿Por qué todo tiene que ser a escondidas, clandestinamente?

martes, septiembre 07, 2010

el hijo de la pluma (2004, álvaro ojeda)

Como siempre, a muchas cosas, llego tarde. No me entero. Ayer hablaba por teléfono con Padre y, en medio de una conversación banal, ha surgido el comentario de que había fallecido. Me he detenido, como si el no estar en movimiento me hiciera escuchar y entender mejor. Una vez terminada la llamada, he pensado en ello y me he dado cuenta que se me están acabando los recuerdos de mi niñez. Bueno, no exactamente los recuerdos (que aún los mantengo), sino más bien las imágenes, las personas de esa infancia... Las fotografías mentales de esos recuerdos están mudando al blanco y negro. Y una de ellas, indudablemente, asociada a mi pueblo y a sus fiestas es “El Emperador del Bolígrafo”, del mismo otras de las que ya hablaré...


Como decía, ha fallecido “El Emperador del bolígrafo”. Fernando Velázquez López. Donan-Pher era su nombre de guerra (realmente su nombre silabeado al revés). Los tres en uno y uno en los tres. Permíteme, si no lo conociste, o si no lo ubicas, que te preste mis recuerdos. Se colocaba, en mi pueblo, junto a la Tómbola. Casi, casi, en mitad del paseo. Imagínate que tienes ahora siete, ocho, nueve años... y te encuentras con un señor vestido de explorador del siglo XIX. Con sus bermudas caquis, su chaleco con, lo que a ti te parecen cientos de bolsillos y con su salacot. Porque Donan Pher vendía bolígrafos así, vestido como quien fuese a conquistar tierras inhóspitas (y en cierto modo, lo hacía). Con un micrófono colgado del cuello y proclamando cuatro frases que hacían irresistible no desear comprar esos bolígrafos: “El boli, el mejor amigo del hombre", “Sigo con la enfermedad de vender barato”, “Imposible dar más por tan poco dinero” y “Con este bolígrafo podrá realizar 1.000 kilómetros de escritura”. Imposible, desde la primera fila, porque estabas en primera fila con la boca abierta, no buscar con la mirada a tus padres y solicitar una de esas bolsas de plástico llenas de bolígrafos y rotuladores. Y deseabas llegar a casa para probar todas y cada una de aquellas maravillas. Hace muchos años que ya no venía a mi pueblo, pero forma parte de la historia de él y de sus fiestas.


Sit sibi terra levis, Donan-Pher.....



PD: ¿La desaparición de las personas, situaciones y lugares de la infancia nos hace perder ese espíritu de niño? ¿Seremos conscientes cuando perdamos a la última persona de esa niñez?

lunes, septiembre 06, 2010

sin noticias de gurb (1991, eduardo mendoza)

Hola..... La verdad es que no sé muy bien qué decirte, ni cómo decírtelo. Sé que he estado desaparecido. Que no me he puesto en contacto contigo. Que habrás pensado miles de cosas, la mayor parte de ellas (si no todas) malas. Que... bueno, eso... Y lo cierto, es que ahora, sin saber muy bien cómo he llegado hasta aquí, te escribo, desde un bar, en una servilleta de papel, con un bolígrafo grasiento que el anciano camarero me ha prestado. Y lo hago porque has aparecido en mi pensamiento, de hecho, te has instalado en mi mente y no sales de ahí... Y supongo, también, que debo de dar explicaciones o, quizás, mejor, debo darte justificaciones. Sabes que no soy muy bueno dando excusas, que se me nota cuando miento, que es fácil ver cuando no estoy siendo sincero. Y, ahora, quiero serlo... Por una vez, quiero serlo. Sin dar lugar al engaño, a la mentira, a la confusión, al absurdo....


Llevo varios días desaparecido, perdido, medio escondido... huyendo. No, no huyo de ti, creo que realmente me escapo de mí mismo, de mi vida. De mi vida pasada, de la presente y de la futura... Principalmente de la futura y un poquito de la presente. Empiezan a ocurrir cosas que no puedo controlar, sobre las que no puedo ejercer ningún tipo de dominio y eso me pone nervioso. Además, bien sabes que soy tímido, que me cuesta exteriorizar muchas cosas, que me manejo mejor desde la distancia.... Y si he estado oculto durante estos días, ha sido para tratar de organizar mis ideas, mis sentimientos, mi vida, en definitiva. Posiblemente, ¿qué digo?, ¡estoy convencido! Que esperabas una llamada, un mensaje, un mail y saber que estaba bien, aunque realmente lo que querías, lo que necesitabas, era saber que pensaba en ti, que no te había olvidado.... Así ha sido, no te he olvidado, he pensado en ti. Mucho. Y me he armado de valor para que sepas que estoy aquí. Que no me he ido....


Besos.... Gurb.




PD: ¿Por qué nos cuesta afrontar de cara determinadas situaciones? ¿Por qué normalmente esas situaciones tienen que ver con los sentimientos? ¿Miedo a “desnudarnos” y sentirnos vulnerables?

sábado, septiembre 04, 2010

lo que perdimos (2009, catherine o’flynn)

Después de lo de ayer, no me queda menos que escribir esta entrada y dedicársela a Gerardo. Desconoce que se va a convertir en protagonista involuntario de las trescientas cincuenta palabras de hoy. Pero creo que, moralmente, se lo debo. Gerardo es físicamente igual que Luis Sánchez Pollack, es decir, es idéntico al difunto Tip. Un poquito más bajo, pero poco más. Si tuviese medio palmo más de estatura y una chistera, no dudaría en creer que es el inseparable compañero de Coll. Pues bien. Gerardo es portero de finca, bueno, guarda de seguridad, conserje ... en definitiva, un poco chico para todo. Pero con uniforme de una empresa privada de seguridad. Lo conozco de verlo todos los días. Durante los primeros cinco meses en la capital de Reino, las únicas personas con las que hablaba eran los de seguridad del metro, el de seguridad del supermercado y los vigilantes del edificio.


Total, a Gerardo lo veo todos los días en un portal junto al metro y, por ello, empezamos a saludarnos, a cruzar un par de palabras y a entablar alguna conversación superficial. Hasta ayer. Ayer cruzamos esa línea y, ahí, parados en el portal donde él trabaja, ahí hemos estado hablando. Hemos hablado de sus cincuenta y cinco años, de su hijo y su hija, de su nieta de nueve años, de que está separado y no se lleva nada bien con su ex, de que lleva doce años junto a su pareja actual, de dónde trabaja ella, de ... bueno, de unas cuantas cosas, pero sobre todo hemos hablado de su casita.


Porque Gerardo se ha hecho una casita de madera, no de las prefabricadas, no, de verdad. Y en su móvil llevaba un montón de fotos y me las ha enseñado. Todas. Tal vez veinte, incluyendo planos de nuevas reformas y de su chimenea y de su porche y de lo que le gusta estar ahí respirando aire libre. Y mientras me contaba esto, sonreía, disfrutaba con ello y, creo, que yo también, por un momento, me he sentado en ese porche de madera y juntos hemos charlado, al tiempo que nos tomábamos un copazo.



PD: ¿No es cierto que cada cual elegimos nuestra calidad de vida? ¿Ahorramos para el futuro, para cuando seamos ancianos? ¿Realmente podemos ahorrar?

jueves, septiembre 02, 2010

reunión de poetas (1843, antonio maría esquivel)

Pepe Domingo Castaño lo definió el otro día como uno de "esos modernos sistemas de cariño" (¡¡un fenómeno este tipo!!) Y quizás eso es lo que son las redes sociales, nada más que eso. Hace tiempo hablé de los abrazos, de esos no físicos y que, más veces de las que creemos, necesitamos. Tal vez, las redes sociales son una versión “dospuntocero” de los abrazos. Y quiero hablar hoy de Twitter que, literalmente viene a ser gorgojear. Pues bien, en esta red, me he creado una especie de... llamémosla familia. Algo así como esos parientes en segundo grado, con los que no tienes mucho trato, con los que coincides en contadas ocasiones, con los que disfrutas de ese momento y luego cada uno hace su vida... Algo así... Indudablemente este red está copada de famosos que quieren tener un trato más cercano con sus seguidores. Actores, cantantes, periodistas, .... Pero mis “primos” no son de esos, son desconocidos, anónimos, o mejor, gente normal, con la que puedes cruzarte en la calle, en un ascensor, en una cafetería... y no te llamarían la atención.


En ciento cuarenta caracteres expresamos nuestras alegrías, tristezas, frustraciones, dudas... Normalmente, todo va cargado con una fina capa de humor y buen rollo. Entre estos “familiares” está Mafalda, una galleta María, el fantasmita Clyde, un tímido tortuguito, un femenino monigote, incluso, una chica Madmen y un globo con forma de flor sonriente... Y son de distintas partes del mundo, hay quien está en “Madrid por ahora” o en Rodetelandia, o te hacen esperar porque tienen que mirar el mapa, o están “ensumundo”, o viven en lugares llenos de números con decimales, o, simplemente, sé que están ahí, aunque haya un Atlántico y medio continente de por medio.... ¿Y yo? Yo, en tuiter, soy un personaje de ficción con la cara de Germán Areta, o de Ceferino Reyes, o de “El Americano” y con el espíritu de Fendetestas. Y vivo en Catatonia, un lugar que surge cuando nos estamos durmiendo, en esa duermevela, en ese momento en que nada es cierto y nada es falso, en donde todo es posible, ahí vivo yo...



PD: ¿Realmente necesitamos de estas redes para comunicarnos? ¿Dependemos de ellas? ¿Nos han creado una adicción?


Nota: pido mis más sinceras disculpas si alguien se molesta por su nombramiento u omisión. Sólo se trata de “literatura”....
miércoles, septiembre 01, 2010

amor de verano (1963, dúo dinámico)

Se acabó el verano. Bueno, en realidad quedan tres semanas exactas para que lo haga, pero, para lo que nos ocupa, es lo mismo. Empieza nuevo mes septiembre, concretamente. Día uno. Fecha señalada tradicionalmente como la de regreso al puesto de trabajo. Comercios que han permanecido durante el pasado mes con un cartelito, muchas veces un simple papel, en el que solicitaban las disculpas a los señores clientes por estar de vacaciones, han levantado la verja y abierto sus puertas. Las vías de esta gran urbe comienza a llenarse de vehículos que transportan a hombres y mujeres bronceados y somnolientos. Estudiantes con libros y carpetas bajo el brazo, arrastran, en un cansino caminar, sus calzados dirigiendo sus pasos a una biblioteca o un lugar en el que, con otros compañeros, tratarán de solucionar dudas antes de enfrentarse al temido examen.


La ciudad, ésta también, comienza a desperezarse y a marcar el ritmo de sus ocupantes. Sólo los visitantes se mostrarán inmunes al ansioso caminar, al acelerado conducir, a los empujones en el metro del resto que, durante once meses consecutivos volverán a formar parte de nuestra cotidianeidad diaria. Y, quizás, hasta fin de mes, por eso del "veranillo de San Martín" aún esbocemos una leve sonrisa, antes de transformarnos en grises hombres y mujeres atrapados en nuestra rutina. Pero, si quisiéramos, podríamos hacer perdurar esa sonrisa recordando los momentos vividos en la playa, en la montaña, tal vez en la propia ciudad, con nuestros amigos, familares, o nosotros solos…


Leí (u oí, que no lo recuerdo bien) el otro día, que este año, los trabajadores regresan más contentos a su puesto de trabajo, por el hecho de tenerlo. Bueno, algo es algo. También me enteré que se tarda un promedio de siete días en habituarse a horarios y ritmo de trabajo. Bueno, pues ya lo saben. Y si, por un casual, tras estas vacaciones, no se llevan bien con su pareja, ya saben que aquí tienen un abogado…


PD: ¿Cuánto nos dura el síndrome post-vacacional? ¿Por qué ahora se habla de eso y hace años no? ¿Realmente aprovechamos tanto las vacaciones como pensamos?

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