sábado, octubre 30, 2010

reloj y botella de jerez (1912, juan gris)

Quería escribir sobre el cambio de horario de esta noche, bueno, de la próxima madrugada y de que no entiendo que sed haga a las dos de la mañana. Vale sí, entiendo que es un momento en el que se trata de atenuar los desbarajustes que podrían producir si se hiciera en otro momento. Incluso pensaba en hablar de cómo en una islita australiana de trescientos cincuenta moradores cómo el cambio de hora se hace de treinta minutos, pos su ubicación con respecto a los husos horarios. Es más, pensaba hablar cómo algunas señoras mayores de mi barrio, aquí, en la capital del Reino, andan preocupadas comentando que les van a decir a los hijos que les cambien todos los relojes de casa, esta misma tarde, pero no saben si se acordaran los vástagos de dejar alguno sin atrasar la hora para que ellas se acuerden de qué hora es realmente.


Pensaba hablar también de cómo se rigen distintas culturas con distintos calendarios, pero.... he empezado a abrir pestañitas en el navegador y la hemos liado... Así resulta que entre unos y otros me han hecho tener un cacao mental muy interesante. Sabía que, según los chinos, yo nací en el año del Tigre (que eso de ser un tigre es algo que siempre mola), me sonaba que según el calendario musulmán yo había nacido en el año 1.394 después de la hégira, lo que desconocía era que fue en el mes llamado Rabi I. Y, claro, como no sé estar quieto... me entero que, según el calendario maya, y utilizando la cuenta larga, han pasado 12 baktunes, 18 katunes, 0 tunes, 11 uniales y 6 kines desde que comenzó la era actual, pero si uso la cuenta calendárica, tengo 13 cimís (o cimíes, o cimises) cuyo augurio es la muerte (que ya es mala idea... 13 y muerte), mi dios-patrono es Kisin-Yum Tse'k (¿quién no ha oído hablar de él? por favor....) y mi rumbo en el universo es el norte.... ¡Ahí queda eso!


Y todo esto, porque esta madrugada hay que retrasar la hora a las tres de la mañana. Anda que....



PD: ¿Alguna vez has imaginado nacer en otra época? ¿Del pasado o del futuro? ¿Por qué lo has imaginado?

viernes, octubre 29, 2010

desmontando a harry (1997, woody allen)

Llevo varios días dándole vueltas a uno de esos rollos mentales míos. Todo motivado por la causa por la que escribo. O, más bien, por la que publico en este cuaderno de bitácora. Sé que ya hablé de esto hace tiempo. Pero... bueno, veamos si soy capaz de ordenar todas las ideas que ahora bullen en mi mente. Me cuestiono esto porque, con la de hoy, ésta, es la entrada número cuarenta y uno que divulgo de manera regular (en los últimos setenta y cinco días) desde que dejé abandonada la publicación de lo que escribo. Decía que me pregunto acerca de porqué lo hago, si lo había apartado (el hecho de publicar) y, me encuentro, ahora mismo en un momento... llamémosle... prolífico. Supongo que he encontrado motivación y nuevas ideas para contar.


Sinceramente, y con el corazón en la mano, escribo por el mero placer de hacerlo. Así de simple. Lo cierto es que no he dejado de escribir casi ningún día y, espero, una vez editado todo de la manera concreta que me he auto-impuesto, rellenar los espacios vacíos y previstos en mi calendario bitacoril pasado. Así que... quizás puedan aparecer entradas fechadas hace tiempo, y ésa es la explicación de porqué ocurre. Pero me estoy desviando... Publico por la necesidad de compartirlo. Con nadie en concreto. Con quien por, accidente, caiga en esta moleskine y, también para ahorrarme una pasta en psicólogos y/o psiquiatras, como ya dije hace tiempo. Supongo que es sólo eso. placer de escribir y de lanzarlo al aire...


Placer de escribir. Como ahora. Cuando la noche ya ha caído, cuando apenas hay ruidos en la calle. En penumbra, con mi habitación sólo iluminada por la pantalla. Con el sonido de mis dedos golpeando (la mayor parte de las veces aporreando) el teclado (lo de pulsar es para sibaritas...). Con la sensación de que el día ya pasó, para bien o para mal. Respirando tranquilidad, relajándome e, incluso alguna vez, riéndome de mis propias palabras (sí es muy tonto, pero soy así...) Cuando ya estoy tranquilo. Ahí es cuando empiezo a disfrutar del placer de escribir.



PD: ¿Qué es lo que te relaja? ¿Tienes un blog? ¿Por qué lo mantienes activo? ¿Por qué no lo tienes?

jueves, octubre 28, 2010

cashback (2008, sean ellis)

Hacía tres semanas que no me citaba con nadie en la parte trasera de la catedral de mi pueblo, cuando amanece, y, pensaba erróneamente, que tardaría tiempo en volver a hacerlo, pero no. Se han encargado de despertar a “Silbadora” el señor Condis, que quizás no tenga gran culpa de ello y deba citar también al señor Ifa, que es su jefe. Ahora que lo pienso, no es mala idea. Voy a hacer un “dos por uno”. Cito a ambos en el mismo lugar y a la misma hora y así, me evito, ocupar media mañana en tonterías de estas. Decidido. Quedan ambos emplazados en la ronda del Obispo Barbazán, a las ocho y treinta y cinco exactamente, que es cuando está previsto que comience a despuntar el sol. Hago esta oferta extensible, si quieren venir, al señor Eroski, la señora Mercadona, el señor Auchan.... y cuantos quieran acercarse.


Todo viene porque hace dos días, estaba comprando algo de comida que necesitaba para completar ciertas carencias, cuando, sin previo aviso, al doblar una esquina, al fondo de un pasillo lo veo. Estaba yo flanqueado por lentejas y fabadas enlatadas, a un lado y berberechos y sardinas en conserva por el otro cuando lo vi. O los vi, mejor dicho. Resulta que el señor Lobo [(por cierto, que la empresa se llama Almendra y Miel SA (¡¡¡tócate los huevos!!!)], la señora DelaViuda, el señor Picó y el señor El Almendro ya han llegado y ocupado unos cuantos estantes. ¡¡Hasta Doña Jimena ha venido!! Y por ahí no paso. Que antesdeayer era ¡¡vein-ti-sé-is de octubre!! No tocan aún turrones. Es tiempo de castañas asadas, de empezar a ponerse bufanda y guantes, de ir desapolillando los abrigos... pero no de turrones.


Que no creo que nadie se estuviese preguntando en estas fechas si debería hacer acopio de turrón, por si se produce un cataclismo y acaban agotándose las existencias... vamos, que no es algo que vea yo que pueda ocurrir... pero si ocurre, mi señora madre yo creo que debe tener aún del año pasado y si eso, pues ya contactamos y hacemos negocio....



PD: ¿El turrón te recuerda como a mí a la navidad? ¿Por qué los empiezan a vender tan pronto? ¿Cuál es el que más te gusta?

miércoles, octubre 27, 2010

sonámbulo (2008, bill maher)

No he comentado aún una situación que se dio la noche del miércoles al jueves pasado (ufff, hace casi una semana) y que creo que debo hacerlo. En la capital del Reino vivo con dos compañeros de piso (que no amigos) y uno de ellos, al que llamaré Efe Lipe, por no dar pistas de su verdadero nombre, es el protagonista "involuntario" de esta entrada. Veamos si soy capaz de explicarlo en las siguientes líneas. Ponte en situación. Madrid. Noche, ya casi madrugada. Cerca de las tres de la mañana. Suena el timbre…


No lo oigo. Lo hace insistentemente. No es habitual que venga nadie a visitarnos y, por tanto, que llamen al timbre, y mucho menos a esas horas, así que el sonido se nos hace extraño e irreconocible. Mi otro compañero (tampoco amigo) averiguar si el ruido procede de nuestra puerta. Ahí es cuando, con puertas que se abren y se cierran, me empiezo a enterar. La imagen es la siguiente: en el rellano de la escalera, esperando de pie, encima de nuestro felpudo está Efe Lipe. Viste pijama. En una mano lleva un tarro de Nocilla. En la otra una cucharita. Ante nuestras preguntas sólo acierta a responder “mañana os cuento”. Deja el bote en un armario de la cocina, la cucharilla en su sitio y se mete en su habitación. Nosotros, perplejos, hacemos otro tanto. Cada uno en la suya, quiero decir.

La explicación llega al día siguiente. Coincidimos al salir de casa y me lo cuenta en el ascensor. A sus treinta y un añazos parece ser que Efe Lipe tuve su primer ataque de sonambulismo. Llegó a bajar hasta el portal y allí se “despertó” viéndose en el espejo con el pijama, el tarro y el cubierto. No sabe si bajó andando, por las escaleras, si hizo más recorrido que ése... No recuerda nada. Sólo que recobró el conocimiento en el portal. A pesar de todo, eso no son formas de despertar a unos compañeros. Por mucho sonambulismo que haya. Que esa imagen en pijama y con las manos ocupadas en imborrable.



PD: ¿Conoces sonámbulos? ¿Has vivido alguna situación extraña de este tipo? ¿Te dan miedo los ruidos durante la noche?

martes, octubre 26, 2010

quiero un camión (1983, loquillo y los trogloditas)

A cuenta de estar viajando estos días con mi jefe y, obviando que el trayecto entre la capital del Reino y Vitoria dista exactamente a ciento veintiocho canciones de Mari Trini, me fijé el otro día, la cantidad de camiones que iban circulando por la carretera. Tal vez fuese que, en determinados tramos, había obras, por lo que la fluidez del tráfico no era mucha y eso te permite detenerte a observas cosas o situaciones que a ciento veinte kilómetros por hora, no percibes tan claramente. El caso es que vi muchos camiones. Más de lo esperado. Miré el calendario y todo, por si no me había dado cuenta que estuviésemos ante una fecha festiva o similar. Y no. Nada de eso. supongo que debe ser lo habitual en las carreteras, pero, claro, uno realiza su vida en la urbe y no se da cuenta....


El caso es que había muchos camiones circulando y en las áreas de servicio que nos encontrábamos y eso me dio qué pensar. Pensé en distintas familias sin alguien de ellos recorriendo las carreteras para llevar una carga a otro lugar. Pensé en lo que tiene que ser conducir uno de esos “bichos” (que tampoco pueden correr tanto) y dormir durante muchas noches en lugares distintos, aunque la mayor parte de las veces en la misma cabina. Pensé en manejar ese camión de noche, con lluvia, en invierno, en pleno agosto, con viento....


No sé, creo que no nos detenemos a reflexionar sobre ciertas profesiones. Lo que supone tener que hacer para llevar el jornal a casa. Los sacrificios que suponen. Porque también pensé en niños en edad escolar que no tienen un padre o una madre que les eche una mano con los deberes y que no siempre pueden disfrutar de él. Seguramente hay muchas más circunstancias. Muchas más profesiones. Muchas más situaciones en las que falta alguien en la familia, temporal o definitivamente. Sin embargo, el otro día, pensé en los camioneros....



PD: ¿Te has planteado alguna vez algo así? ¿Cómo sería tu vida de haber cambiado algo en el pasado? ¿Qué te hubiera gustado ser?

lunes, octubre 25, 2010

descanso en la huida a egipto (1522, joachim patinir)

En los últimos dos o tres días, sin motivo aparente, me ha venido a la cabeza Egipto. Desconozco el por qué. No tengo pensado ningún próximo viaje allí, ni tan siquiera planeado dentro de un tiempo lejano. No he visto, ni leído nada que me haga pensar en ello. Y sin embargo, la idea de Egipto, sus habitantes, su cultura, su comida, sus monumentos.... resuena en mi cabeza con cierta frecuencia. Es curioso. Nada he leído, escuchado o visto acerca de la tierra de las pirámides, nada de nada. Simplemente ha empezado a circular esa idea por mi mente. Tampoco son ideas claras. Digamos que podrían ser una serie de imágenes, como si de un pase de diapositivas se tratase, de, intuyo, fotografías o videos que en el pasado haya podido ver y que se han sucedido dentro de mi cabeza. No sé, misterios del cerebro humano...


No soy capaz de distinguir Abu Simbel, de Alejandría, de Aswan, o de El Cairo, mucho menos de Hurghada, Luxor, o de Sharm El Sheik. Ni que decir tiene que en contadas ocasiones había oído hablar de las antiguas ciudades de Tinis, Nubet, Nejeb, Nejen, .... Apenas sé nada de Ra, Amón, Isis, Osiris, Apis, Neftis, Orus o Anubis.... Algunas pocas ideas tengo acerca de faraones como Ramsés, Amenhotep, Amenofis, Cleopatra (todos ellos acompañados de numeritos romanos como los monarcas europeos) Nefertiti o Tutankamón....


Y no sé si alguna vez me he imaginado por navegando (ni tan siquiera estando en la orilla) por El Nilo, o visitando el Templo de Asuán, o admirado frente a Los Colosos de Nemnón, fotografiándome ante las Pirámides de Keops, efrén y Micerinos, o mirando el Templo de Karnak, o haciendo submarinismo en el Mar Rojo, o .....


Simplemente son ensoñaciones, más que sueños, dado que estaba despierto, imaginando Egipto. Un Egipto propio hecho con retales de fotografías de libros, de imágenes de documentales, con textos de revistas..... No sé, lo mismo tengo que pasarme por allí, a ver si se parece a lo que tengo en mi cabeza...



PD: ¿Te ha pasado alguna vez algo parecido? ¿Has soñado imaginado algún lugar? ¿Hay un sitio especial al que quisieras viajar?

miércoles, octubre 20, 2010

like steve mcqueen (2002, sheryl crow)

Ya he comentado otras veces que de mayor quiero ser Morgan Freeman, que todos nos mostramos un poco Clint Eastwood, o que ya es tarde para que me convierta en James Dean…. Ahora que llega el frío o, al menos yo empiezo a tenerlo, quiero manifestar públicamente mi envidia (y envidia de la mala, de esa que jode, que de la otra no existe...) a Steve McQueen. ¡¡Qué desgraciado!! ¡¡Lo bien que le quedaban los jerseys de cuello vuelto!! Y las americanas con coderas. Incluso la combinación de ambos. Pero, sobre todo, esos jerseys de cuello de cisne... Es más, le quedaban perfectamente los de color azul... Hasta le envidio que fuese zurdo y lo bien que lucía en su muñeca derecha ese Rolex (que era suyo personal y lucía en todas sus películas). Y es que, para quienes nos encantan los relojes, ése realizado sin fecha ni lupa, es una preciosidad.


Pero me desvío del tema. A pesar de que Ray Loriga considere que “los jerseys de cuello de cisne son una de las tres cosas más desagradables del mundo” ( veamos, que tampoco Ray me parece a mí un gurú de la moda...) las cosas como son, a mí me gustan (no me quedan tan mal) y a Steve McQueen le sentaban de lujo. Además le envidio por su lealtad siendo Vin uno de los Siete Magníficos, por el tratar de lograr la Gran Evasión, por convertirse en el Rey del Juego, por ser el intransigente Jack Holman, por convertirse en Thomas Crown, por su Frank Bullit, por desear la libertad como un Papillon o por la determinación del Jefe de Bomberos Michael O'Hallorhan cuando el Coloso estaba en llamas.


Sí, está claro, soy un envidioso. Defecto muy común en el Reino. Al menos, yo lo reconozco. Y envidio profundamente a Steve McQueen. Por cómo conducía esa Triunph 650, por cómo controlaba el Ford Mustang Fastback, por su reloj, por sus cardigans... Pero, principalmente, por lo bien que le quedaban los jersey de cuello vuelto....



PD: ¿Sientes algunas veces envidia? ¿De qué o quién? ¿Por qué?

martes, octubre 19, 2010

the red model (1935, rené magritte)

De pies de chica toca hablar hoy. Y de piernas. No, no tiene nada que ver con el fetichismo. Nada de eso. No me ponen los pies. Quizás sea cosa mía, pero he advertido, con cierta frecuencia, que, por lo general, las chicas (o tal vez es que sólo me fijo en ellas) cuando están paradas, quietas, tienden a poner los pies en cuña. Es decir, juntan las puntas de los zapatos y alejan los talones. Da igual dónde estén: en la calle, en un autobús, en el metro, en una tienda, en una cafetería, de pie, sentadas, solas, en compañía.... Lo hacen y, cada vez, lo noto en más y más chicas [matizo que digo chicas y englobo hasta la cuarentena (cosas ya de mi edad y por eso ya les llamo chicas, cuando antaño, ni se me ocurría, es más, les llamaba de usted) porque más allá de esa edad no lo veo tan asiduo y, pueda ser, que tampoco me fije mucho...]


El caso es que esa postura, que me parece anti-natura, me pone de los nervios. Me dan ganas de dirigirme a la muchacha en cuestión y decirle: “¡¡Niña!! Por el amor de Dios, ¿no puedes poner los pies rectos de una vez?” He comentado unas cuantas veces mi hipocondría y mi aprehensión y, claro, las veo así a ellas, y empiezo a sentir dolores en las rodillas... porque, no me jodas, eso no puede ser bueno para las rodillas, hacia dentro, forzando músculos y tendones..... uffff..... perdón, que ya estoy hiperventilando.... Pues eso, que no puede ser normal ni que se adopte esa postura, ni que, cada vez, haya más gente que la haga. Debe existir alguna razón que se me escapa del porqué.


Esta posición de pies me causa una profunda extrañeza. No la entiendo. Bueno, quizás también deba preguntarme por qué me fijo en esas cosas. O cuál es el motivo para que me haya fijado en algo así, mirando al suelo... Tal vez la respuesta es que soy un tío muy observador.... y cargado de hombros también.



PD: ¿Eres consciente de tener alguna incorrección postural? ¿Has tratado de corregirla? ¿Por qué la sigues haciendo?

lunes, octubre 18, 2010

¿habéis visto un huevo? (1990, carmen kutz)

Querido Sobrino:


Ya has llegado, te esperábamos hace unos cuantos días, pero bueno, ya estás aquí, que es lo importante, y estás bien. Y tu madre también lo está. Bueno, ya estás aquí y te vas a encontrar un montón de gente a tu alrededor mirándote con cara sonriente, haciéndote carantoñas y hablando en un lenguaje ininteligible. Así que voy a hacerte de cicerone y presentarte a las caras mas habituales de las que vas a ver. Empecemos por la chica más joven. Ella es tu madre, ¿Guapa, eh? Es simpática, lista, agradable, responsable, divertida... De entre tus tíos y tu madre, ella es la mejor con diferencia. Varias lecciones nos ha dado con su comportamiento a tu tío y a mí. El chico joven que te mira con los ojos brillantes es tu padre. Lo mismo que te he comentado de tu madre, es válido para él. Son tal para cual. Así que, las cosas como son, tienes buenos genes.


Tus abuelos, veamos... Los padres de tu padre son... inmejorables. Ella es dulce, graciosa, simpática, cariñosa, lista... Y él, tres cuartos de lo mismo. Algo más callado, tal vez, pero con un corazón enorme, tremendamente generoso. Una gran persona. Los padres de tu madre... a ver, que a estos los conozco... Tu abuela, bueno, mira, con ella discuto y riño a diario, pero nos queremos y mucho. De hecho, creo que nos vas a desplazar a tu tío y a mí en su lista de prioridades, pero bueno, no te preocupes, no te lo tomaremos en cuenta. Tu abuelo es... serio, formal, responsable, cuenta unos chistes malísimos, pero bueno..., cariñoso aunque hay que verlo, pero creo que a éste lo tienes ganado ya. Recuerda que estos son tus orígenes, así que tienes unos cuantos valores ya de entrada. Trataremos de ayudarte a desarrollarlos.


Quedamos tu tío y yo. Él es, por así decirlo, el poeta de la familia. Imaginativo, locuaz, dulce, muy cariñoso, un poco bohemio... Y yo... bueno, tú y yo iremos conociéndonos, de momento, basta con que llores cuando me veas a cuenta de la barba. A partir de ahí, ya crearemos nuestros propios códigos....


Tu tío,

Lussor.



PD: ¿Qué esperamos de los recién nacidos? ¿Proyectamos en ellos nuestros deseos? ¿por qué ya les sacamos parecidos al poco de nacer?

domingo, octubre 17, 2010

jenaro, el de los catorce (1971, mariano ozores)

Nos vamos haciendo mayores. De acuerdo, es ley de vida y tienen que ser así las cosas, pero.... Duele enterarse así, de golpe. Claro que uno sabe que se está haciendo mayor y que va envejeciendo. Se nos olvida y siempre hay algo, una situación, un gesto, una mirada, una palabra, una fecha que nos lo recuerda... A mí me ha ocurrido con una fecha. Nada especialmente señalado, pero el recordarla me ha hecho sentir un poco más viejo. Quizás sólo sea una tontería. Tal vez es el otoño que me vuelve algo melancólico. No sé... pues bien, resulta que hoy, a las nueve y media de la noche, se cumplirán ¡¡ veinticinco años!! del primer sorteo de la Lotería Primitiva. Ahí es nada. Y el problema es que aún tengo el recuerdo de ese primer sorteo. Bueno, quiero decir del primero de la época actual, que de los realizados en el reinado de Carlos III, a propuesta del Marqués de Esquilache, de ésos no tengo recuerdo alguno. Tan mayor no soy.


De aquel primer sorteo, del que hoy se celebra el aniversario, la primera combinación ganadora fue la compuesta por los números “tres–once–trece–quince-treinta y cuatro-treinta y cinco”, siendo el complementario (otra posibilidad nueva para ganar dinero) el veintisiete. Luego han llegado sucedáneos y nuevas versiones y nuevos días para tentar a la suerte. Pero el inicio se fraguó hace hoy un cuarto de siglo. No soy muy de juegos de azar, la verdad. Apenas he jugado a la Primitiva, algo más a la Quiniela, no compro Lotería de Navidad.... Soy escéptico, lo reconozco. En mucho sentido, y más en lo relativo a la diosa Fortuna. Es lo que hay. Tampoco quiero que la entrada de hoy sea una apología a los juegos de azar y a la ludopatía. No. Simplemente un recordatorio del paso del tiempo.


Han pasado veinticinco años y lo recuerdo. Han pasado veinticinco años y han cambiado muchas cosas. En mi vida, en mi familia, en mi pueblo, en el país... Tal vez, simplemente, cosas como la de hoy, me sirven para hacer recordar cómo era y cómo soy. Cosas mías...



PD: ¿Qué cosas te hacen recordar el pasado? ¿Recuerdas cómo eras? ¿Han cambiado tus prioridades?

viernes, octubre 15, 2010

los lambton (2009, josé gai)

Luis Alberto Urzúa, Florencio Ávalos, Renán Anselmo Ávalos, Samuel Ávalos, Osman Isidro Araya, Carlos Bugueño, Pedro Cortez, Carlos Alberto Barrios, Jonny Barrios, Víctor Segovia, Darío Arturo Segovia, Mario Sepúlveda, Franklin Lobos, Roberto López, Jorge Galleguillos, Víctor Zamora, Jimmy Alejandro Sánchez, Omar Orlando Reigada, Ariel Ticona, Claudio Yánez, Pablo Rojas, Juan Carlos Águila, Juan Andrés Illanes, Richard Villarroel, Raúl Enrique Bustos, José Henríquez, Edison Peña, Alex Richard Vega, Daniel Herrera, Mario Gómez, Carlos Mamani, José Ojeda, William Órdenes. Treinta y tres personas. Treinta y tres hombres. Treinta y tres vidas. Treinta y tres familias. Treinta y tres historias. Treinta y tres mineros. Tragados por la Tierra. Sesenta y nueve días. Sesenta y nueve noches. Seiscientos veinticuatro metros...


Escribo esta entrada cuando ya han salido, cuando el drama ha terminado. Al menos, el drama que supone que treinta y tres mineros estuviesen atrapados bajo tierra durante sesenta y nueve días. Ese drama ha terminado. Ahora comienza otro u otros. Cierre de minas inseguras por parte del gobierno chileno. ¿Y esos trabajadores donde irán? Recuperación física y psicológica de treinta y tres personas y sus familiares más próximos... Pensaba ahora que, estando ahí abajo, se han tenido que sentir solos y acompañados al mismo tiempo, valientes pero temerosos, vivos pero muertos....


Y todo esto ha ocurrido apenas cinco meses después de que a Chile le asolará el segundo terremoto más fuerte de su historia (8’8 mw en 2010, frente a los 9’5 en 1960). Y una vez más, los chilenos, han mostrado su valentía, su coraje, su tenacidad... Y lo han hecho unidos, seguros, fuertes... Yo, sólo conozco a un chileno. Bueno, en realidad, a una chilena. Y es así, dura, fuerte, tenaz, con personalidad, con determinación.... Muchas veces he deseado tener yo esa fuerza... Así que, jugando sobre seguro, no tenía ninguna duda de que la Tierra, por una vez, devolvería lo que se había tragado. Del mismo modo, que no tengo ninguna duda que todo irá bien. Porque sé cómo eres tú y que, en ese sentido, eres como doña Noema.



PD: ¿Soportarías quedarte enterrado vivo? ¿Hubieses aguantado sesenta y nueve días así? ¿Una situación así sacaría lo mejor o lo peor de ti?

martes, octubre 12, 2010

the game (1997, david fincher)

Me encanta viajar en tren. Me produce unas sensaciones que ningún otro medio de transporte me da. No diré que es el traqueteo porque eso, a día de hoy, ya no existe. Y, sin embargo por otros viajes realizados en el pasado, en el mismo medio, pero en distintas circunstancias, pasando por recorridos menos transitados, con menos frecuencia… sí que he vivido ese vaivén y, en cierto modo, lo extraño. No obstante, todo ha cambiado buscando nuestra comodidad, acortando las distancias, facilitando nuestro transporte. Y todo ello se corresponde con la realidad actual, muchas de las cosas que nos rodean están destinadas a ello, a nuestra comodidad. Eso fue lo que me encontré durante el trayecto. Paseando por los vagones, acudiendo a una de mis citas diarias con la cafeína, me vi rodeado. La película en el deuvedé del tren. Ayfons. Aypads. Aypods. Emepetreses. Ordenadores portátiles. Noutbuks. Teléfonos móviles. Libros electrónicos…


Y entre todo ese maremágnum electrónico, dos esperanzas, dos ilusiones, nos tablas a las que aún aferrarse y seguir creyendo en los librepensadores. Una niña, apenas tres años, con vestidito de rayas, como si de una muñequita se tratase, sentada en el suelo pintando un cuaderno de dibujos, llenándolos de colores con los lapiceros que se apiñaban en sus pequeñísimas manos. En el siguiente vagón, la otra sorpresa. En esos asientos que se muestran enfrentados (y que tanto detesto), un padre y sus dos hijos, todos ellos chinos (bueno, en realidad sólo sé con certeza que eran orientales) jugaban con cartas. De las de verdad, de las que el insigne Heraclio Fournier diseñó y popularizó, aunque, en honor a la verdad, se trataba de una baraja francesa.


Ver estas dos situaciones creo que, involuntariamente, me hicieron sonreír o, al menos, el inicio de una mueca de una sonrisa. Y mientras, removía el azúcar en el café, pensé que, quizás, todavía haya una pequeñísima luz y que, en algún momento, algún día, en algún viaje, vuelva a sentir el traqueteo montado en el tren.



PD: ¿De verdad que todo nos hace la vida más fácil? ¿Estamos empezando a no desarrollar nuestra mente? ¿Estaremos atrofiando nuestra imaginación? ¿Puedes pensar en ello?
lunes, octubre 11, 2010

teardrop (1998, massive attack)

Si la más famosa criatura de Quino, y paradigma de los odiadores de sopa te invita a ir a un concierto y añade que estarán también un tímido tortugo y la aureola en marcha atrás de Depeche Mode, no existe otra respuesta que “¡¡Sí!! ¿Cuándo?”. Es lo que hay, que soy de fácil convencer... Este encuentro se vino gestando durante la última semana y se materializó el viernes, pero uno es lento escribiendo cosas que le pasan. Si además, resulta que luego, están un tipo que sabe muuuuucho de música y la versión guipuzcoana de Shrek, pues, como no puede ser de otra manera, la velada se convierte en algo fantástico. Mención y loor especial para Regina y Carlos por su paciencia cuando la tecnología se apoderó del resto...


Massive Attack, que eran los protagonistas, fueron la excusa real para conocer, en vivo y en directo, a personas con las que me interrelaciono a diario. El concierto, aunque no es mi tipo de música, estuvo muy bien, al fin al cabo, me sorprendí en algún momento tratando de seguir el ritmo con los pies (no me atrevo a decir bailando). El juego de luces, la enoooorme pantalla de leds que acompañaban a las voces de, por ejemplo, Martina Topley Bird fue un lujazo (eso sí, distraen bastante). Se agradece también el esfuerzo de que los rótulos que aparecían en la pantallita estuviesen en la lengua de Cervantes. Que sí, que lo sé, marketing, pero, a veces, también hay que pensar en eso…


Pues bien, quedan desvirtualizados estos elementos y yo para ellos, y eso no hace perder valor ni magia a la comunicación virtual, al contrario. Saber que te relacionas con gente sana y normal (¿¿quién lo es??) me acaba por convencer de que hice buenas elecciones.


Dos detalles, por un lado, que todos estuviésemos lanzando a la red nuestro encuentro o narrando el concierto, dio hasta gusto porque nadie te decía "¡¡para ya con el móvil!!"; por otro lado, apareció una artista invitada y dejó su frase: "prefiero ser una bomba bacteriológica a que me despidan". Bueno, es una filosofía de vida bastante interesante…



PD: ¿Todo depende de las elecciones que hacemos? ¿Y si no hubiese ido? ¿Hay algo ya predestinado?

viernes, octubre 08, 2010

parejas en el parque (1785, josé camarón boronat)

Curioso sitio El Retiro. Un lugar por el que habitualmente me gusta "perderme". Bien porque es donde hago unos kilómetros corriendo, bien por pasear un rato, bien porque, simplemente, me gusta estar por ahí. Ayer por la mañana estuve allí. Por razones que no vienen a cuento, tuve que cruzarlo a eso de las once. No me había dado cuenta aún, pero lo vi claro ayer. El Retiro es una ciudad dentro de la ciudad entre las horas de apertura y cierre. La población es itinerante y no suele permanecer demasiado tiempo, salvo cuando los días son cálidos y soleados. Pues bien, cuando pasé por allí sólo existían tres tipos de habitantes definidos. En el fondo, no deja de ser lo mismo en cualquier parque de cualquier ciudad, incluso en mi pueblo…


Los tres estratos principales son los que hacen deporte, los jubilados y los que están de paso (o de paseo). Pueden hacerse cuantas combinaciones se quieran entre los grupos. Yo, ayer, pertenecía al tercero. Del segundo no me sorprendió la cantidad de señores y señoras que vi paseando, charlando de sus cosas, incluso bastantes, haciendo ejercicio. Del primer grupo me llamaron la atención dos cosas, la primera el número tan elevado de gente que había haciendo deporte (¿no trabajan?) y la segunda fue la franja de edad... todos muy jóvenes.... Pero no sólo ellos estaban allí. También había en esa “ciudad” un cuarto grupo que podríamos llamar de “turistas” que son aquellos que sin pertenecer a ninguna de las “clases sociales” anteriores también están. Son los que pasean al perro, están con niños o, incluso, el grupo de señoras que he visto hacer yoga.... Sin embargo, a esas horas, eran poquitos.


Posiblemente, en el parque de tu ciudad o pueblo también estén esas personas. En mayor o menor número, que eso ya es otro tema. Obsérvalas, si puedes. Mírales a la cara. “escucha” a sus ojos... Hay un montón de historias ahí, especialmente en las personas mayores. Ya me contarás....



PD:¿Te habías fijado alguna vez en esas personas? ¿Les habías mirado a la cara antes? ¿Qué habías pensado?

jueves, octubre 07, 2010

cineclub (2009, david gilmour)

Algunas veces, no muchas, me sorprendo con la gente. Otras veces, y no pocas, "robo" conversaciones a la gente. En la calle, en el metro, el una cafetería… Y, en contadas ocasiones, se producen ambas. Eso ocurrió ayer. En un bar. Leía un libro sentado y apoyado en una mesa. Ellos estaban junto a mí, en la barra. Dos de ellos acodados, el tercero me daba la espalda. Tres tipos normales, que ni por su aspecto ni por su forma de vestir llamarían la atención. Entre la treintena y los cuarenta años. Lo cierto es que no les había hecho demasiado caso, hasta entonces Bernhard Gunther y sus idas y venidas por Dacha, Munich y Berlín, me resultaba más atractivo. En algún momento se torció el tema....


Hablaban de la basílica de san Isidoro, del camino de Santiago, de tapas en Sevilla o Salamanca, de paseos, excursiones, de profesiones antiguas.... Y, de pronto, surgió John Woo en la charla, de sus méritos, de sus palomas blancas en sus películas, pasaron a hablar de “Gladiator”, de que “El señor de los anillos” debería ser una película épica y no de amor... Y, ahí, sin paso previo, surgió el tema del comic (yo sigo llamándolos tebeos, es que soy un antiguo...) De si “300” es o no como el comic, de que en “Sin City” lograron hasta el mismo tono de color..., de que “Blade runner”, salvo un par de detalles si es fidedigno. Que en “Minority report” poner a un actor joven y guapo fue un error, porque eso iba de un anciano que iba a jubilarse, pero que la idea era buena. A “Desafío total” todos le dieron el aprobado e, incluso, vieron reminiscencia de ella en “Abre los ojos”...


En el momento en que surgieron la frase “Esa película se llama igual que el cuento” y utilizaron la expresión “hacer fosfatina” me levanté, pagué mi café y me fui. Mientras, ellos hablaban de “Matrix”, de “Ghost in the sell”, de “El mariachi”, de “Fargo”, de “Cabeza huecas” con un Brendan Fraser que aún no hacía pesas....



PD: ¿Todo el mundo sabe de todo? ¿Soy el único que no sabe de muchas cosas? ¿Hay alguien que no pueda darme lecciones de libros, cine o música?

miércoles, octubre 06, 2010

eres más complicada que armar un mueble de ikea (2004, un pingüino en mi ascensor)

Hasta hace unos días todo el conocimiento que tenía de sus maldades me habían llegado a través de comentarios, por personas diversas, eso sí, pero no dejaban de ser las opiniones de otros. Pero, hete aquí (¡qué bonita expresión y que poco se utiliza!) que apenas un par de semanas atrás tuve el discutible honor de comprobarlo "in situ". Y hasta ahí podíamos llegar. Así que no me queda más remedio que citar tras la Catedral de mi pueblo, cuando despunte el alba, al señor Ikea. Lo mismo no sabe dónde está, que hasta allí no han llegado esas moderneces.


Leo con estupor que para este señor trabajan en el Reino unas seis mil trescientas personas. Una de dos, o lo hacen en sitios distintos al que yo fui o ese día abandonaron el negocio a su suerte. En ambos casos, "Silbadora" y servidor vamos a estar encantados de comentarle unas cosillas. Me traslado hasta allí (que siempre está en las afueras de todo), entro, cojo de un expositor un metro de papel, un lápiz y un papelito, busco el mueble que necesito, lo tengo que localizar en supermegalmacén, lo llevo a la caja, pago en ella (automática, naturalmente), lo cargo hasta el coche, vuelvo a casa, lo subo, lo desembalo, y lo tengo que montar yo. Que trabajan ¿Quiénes? ¿Cuántos?? ¡¡Los co-jo-nes!! ¡¡Allí no trabaja nadie!! ¡¡Sólo yo!!

Una cosa hay que reconocerle al señor Ikea. Y es lo bien que tiene todo el suelo pintado de rayicas y líneas que te indican por dónde tienes que ir y así no te pierdes... No sea que uno encuentre la salida por su cuenta y no pase por la sección de cojines o la de vasos verdes... Eso sí, aviso, señor Ikea, después de nuestro encuentro (recuerde llevar padrinos) me voy a pasar por uno de su negocios y me voy a llevar un montón de esos libros que están en las estanterías y que no tienen alarma. Estoy aprendiendo sueco sólo por eso...



PD: ¿Estamos perdiendo el trato humano? ¿Lo siguiente será cortar nosotros mismos los árboles y completar así todo el proceso? ¿Tendremos que cazar para comer?

martes, octubre 05, 2010

varios effetos de amor en cinco novelas exemplares (1641, alonso de alcalá y herrera)

Propósito: un lipograma. Dicho con otras palabras, contar cosas no utilizando aposta una acordada grafía. Hoy oso a probar formar un post sin utilizar la vocal más usada. No hay originalidad aquí. Otros ya lo formalizaron muchos años atrás. Sólo unos trazos imaginados y noto un apuro, causa trabas cumplir con lo programado. Las palabras no manan con claridad, ni naturalidad, ni con facilidad.... No suponía con tanta dificultad la noción imaginada. Calculaba mayor habilidad propia para la composición, mas no. Buscaba algo distinto y al hallarlo, localizo mis lagunas lingüísticas. Imaginaba mayor vocabulario, y gramática, y sintaxis, y, acaso, algún sinónimo más.... Y no. Nada. Alguna oración sola y poco más.


Sólo un párrafo acabado y avanzo poco a poco, paso a paso... sin la vivacidad habitual. Noto la angustia por ambicionar un fin casi próximo, mas viajando por un camino rocoso y abrupto, y noto, con la misma claridad, con proximidad, un blanco ansiado. Cada palabra significa un impulso, una pisada más, una pulgada más, un palmo más para arribar al final. Intuyo una composición amputada, truncada, muy forzada... Hoy, la privación, justifica y condona la locura actual. O, quizás, aguardo tu bondad y sabiduría sumisa y dócil al pasar hoy por aquí y divisar lo ocurrido con la nota (casi) diaria mía. Casi finaliza otro parágrafo y la opinión inicial continúa aquí, hoy, ahora... Hoy hay un post con trampas, falta algo. Falta una vocal....


Una vocal huída, una vocal fugitiva, una vocal prófuga, una vocal fugada... Gran trama, si la imaginación mía no marchara tan parsimoniosa... Ahora, al finalizar, las palabras brotan con prisa, con agilidad, con soltura... Ahora, al acabar... Lástima... A última hora, cuando sólo faltan unas pocas palabras para finalizar la paranoia actual. Mi magín no da para más.... Agotado aclararía mi situación ahora mismo. Pido disculpas por todo lo anotado sin rigor ni razón alguna.... faltan palabras para alcanzar la cifra diaria global, mas... no doy más... Soy básico y limitado...



PD: ¿Podrías tú probar algo similar? ¿Hablar sin utilizar una vocal? ¿Fácil, difícil, complicado?

lunes, octubre 04, 2010

arena (1982, trigo limpio)

¡¡Qué agotadoras son las poetas!! Bueno, todas no. Una, concretamente una sola. Tratar de resumir en las trescientas cincuenta palabras habituales todo lo que surgió entre nosotros hablando, todos los temas tratados, la forma de conocernos, las risas, los guiños cómplices, las ideas dejadas en el tintero de la mente porque el tiempo no dio para más.... es tarea difícil y ardua, pero vamos a intentarlo. El otro día hablaba de que estaba esperando a algunas de ellas y, casi una semana después, se personificaron en una persona, en la poeta. Ahí estaban, las nueve. Con todas ellas hablé. Con cada una de ellas del tema que dominaban. Me preguntaron y respondí. Pregunté y respondieron. Así durante horas. Con unas conversé más que con otras, pero cientos de temas se sucedían y todas querían participar.


Con Urania charlamos de los signos del zodíaco y los horóscopos. Polimnia, en cambio, prefería acercarme a las matemáticas y (casi) afirmaba que todo lo gestionaba ella, lo cual me hizo pensar mucho en Perelman y la conjetura de Poincaré. Euterpe acudió al paso y frente a nosotros desfilaron cantantes y canciones, letras y melodías. Érato me habló de cataratas, de agua, de sus saltos, de sus remansos... y se ayudó de la fotografía para ello. Terpsícore no quiso rezagarse y, bajo la influencia de Euterpe, me hizo bailar, aunque en este caso, con palabras o a través de ellas. Clío también hizo su acto de presencia y dialogamos del pasado más reciente, aquí y en otros lugares del mundo. En ese instante, Melpómene apareció y lágrimas furtivas estuvieron a punto de salir, mas no llegó ese momento. Talía estuvo presente todo el rato y, si bien no habló mucho, sí que sentimos su abrazo. Finalmente, Calíope nos contó historias de pueblos imaginarios, de dragones con nombre de persona, habló de Catatonia y Vigilia, dos lugares maravillosos....


Todo lo que acabo de contar es real. Todo es cierto. Y así ocurrió. Y ella, la poeta, existe. Si quiere, se manifestará....



PD: ¿Es el destino quien cruza los caminos de las personas? ¿Somos nosotros quienes lo hacemos con nuestras decisiones? ¿Por qué ocurre así?

sábado, octubre 02, 2010

la novena puerta (1999, roman polanski)

Ayer cerré una puerta. Con ella se fueron trescientos sesenta días de la estancia en la capital del Reino. No fue una clausura deseada. Tampoco impuesta. Lo cierto es que no sé muy bien definir el motivo. Bueno, sí lo sé, pero no lo voy a decir. Echando el cierre, me pasaron por la cabeza mil y una situaciones vividas durante ese año menos cinco días. Miles de cosas. Buenas y malas. Todas. Recordé la ilusión de los primeros días. También las largas llamadas cuando todo no iba bien. Las caras nuevas. Los nuevos códigos. Todo un mundo desconocido abierto ante mí. Y me sumergí en él. Con todo lo bueno y con todo lo malo. Y ahora, casi un año después, he cerrado esa etapa. Está bien. Es lo que tocaba, y, sin embargo, me ha invadido cierta... amargura. Un desasosiego incierto porque cerrar ese período parece suponer desechar un tiempo vivido. Y no quiero que sea así. Aún no.


Antes de irme, antes de salir, antes de cerrar esa puerta física... he sentido la tentación de acariciar esas paredes reales, ese mobiliario concreto, como si, el hacerlo, supusiese una manera de que ese tacto, ese olor, ese color, esa forma... fuera a quedar permanentemente dentro de mí. Y si no lo he hecho, ha sido porque... no sé porqué no lo he hecho. Quizás debería haber pasado la mesa por ese blanco muro, por esa mesa de madera, por esa silla forrada... En la calle, el mismo calor que casi un año antes. La misma luz. El mismo color en las aceras. Y, sin embargo, diferentes. Hace tiempo fue la novedad. Lo desconocido. Las dudas. Hoy, todo lo contrario. Lo reconocible, lo querido, lo propio...


Supongo que todos hemos sentido sensaciones similares en algún momento. Que todos nos hemos encontrado en tesituras casi idénticas. No soy especial. Pero cerrando esa puerta, ahora, creo haber cerrado muchas cosas. Y, ahora, eso me duele.



PD: ¿Es cierto que al cerrar una puerta se abre otra? ¿Cuánto dura la memoria de las cosas que queremos recordar? ¿Gritar libera la angustia?

viernes, octubre 01, 2010

odalisca y butaca turca (1927-28, henri matisse)

Anoche cené en un kebab. En un Donner Kebab. Matizo porque se daban las dos razones para denominarlo así: uno, era turco (eso anunciaba el cartel de la entrada); y dos porque cumplía la traducción literal de “carne rotando”. No fue algo planeado. Al contrario. Yo, habituado a cenar cerca del momento en que la carroza se convierte en calabaza, adelanté casi cuatro horas ese horario. No es extraño entrar y consumir en esos sitios de comida rápida. Bueno, para mí sí. Desde que resido en la capital del Reino ésta fue la segunda ocasión (una hamburguesa hace unos cinco o seis meses originó la anterior). Me gustan estos negocios, pero mi estómago, mi bolsillo y el desarrollo de mis habilidades culinarias agradecen que no los frecuente. Perdón, me estoy desviando del tema.


El local es pequeño. Un televisor encendido, en lo alto, en una estantería, con las noticias, rompe el silencio. Tras la barra, si debo creer el luminoso de fuera, un chico turco, con una camiseta blanca, espera a que me acerque y solicite mi pedido. Lo hago. Me siento en una mesita junto a la pared. En ese momento me doy cuenta. Y una sensación de vértigo me ha invadido. Todas las paredes del local estaban forradas por espejitos de un metro de altura. Y ahí me he dado cuenta. En todas las pequeñas mesas estábamos personas solas. Unos miraban cómo la presentadora contaba las noticias. Otro leía. Yo, me he conectado al emepetrés. Todos comiendo. Todos en silencio.


Llámalo angustia. Llámalo soledad. Eso he sentido yo. Cuando, el último de los comensales se ha levantado de su lugar, ha abonado la cuenta y ha salido, ahí, al quedarme solo, más solo aún, han aflorado miles de dudas acerca de mí... preguntas para las que no sé si tengo respuesta. Me he levantado. He pagado. He salido. Y he empezado a caminar más cargado de hombros, si cabe, más apesadumbrado.... Por cierto, la cena estaba fantástica. Quizás fuese el hambre.



PD: ¿Cuántas veces te has sentido solo? ¿Cuántas aun estando rodeado de gente? ¿Qué has hecho para combatirla?

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