Varios son los motivos sobre los que he reflexionado, pero tengo claro que no quiero vivir rápido, morir joven y dejar un bonito cadáver. Principal esto último, lo del cadáver, digo, que bonito, ya sé que no, que me conozco desde hace tiempo y nunca lo he sido, así que no lo voy a ser en ese momento. Lo de vivir rápido es otro tema, porque entre que soy Zen (“pasota” dicen mis conocidos, “un tranquilo” comenta mi madre, que para eso es mi madre) y que no me suceden cosas extraordinarias, pues el tema de vivir rápido ya no lo llevo bien. Y lo de morir joven ... ¿qué quieres que te diga? Estoy ya un poco mayor para eso. De espíritu no, pero de edad, tengo la sensación de que sí. Así que soy un anti- James Dean. Es lo que hay.
Me resulta curioso que encumbremos a quienes así viven y fallecen. Y, por el contrario, a quienes han vivido una larga existencia, sin tener prisa por llegar a ... donde quiera que se llegue después de esto, y quizás, también sin dejar un bonito cuerpo, nos cuesta más hacer sentir nuestro homenaje y respeto. Quizás porque también ellos fueron en su vida Morganfríman. Esto es, personas normales.
PD: ¿Tan pocas esperanzas tenemos para que aún haya gente que quiera ser asemejarse a James? ¿Qué nos mueve a querer hacer todo para ya? ¿Tan ávidos de gloria están? ¿Por qué todos mis ejemplos pertenecen al mundo del cine?
0 ingredientes:
Publicar un comentario