martes, mayo 05, 2020

22 balas (2010, Richard Berry)

Lo reconozco, desde que planteé esta idea de escribir acerca de los números, el veintidós tenía nombre y apellido… Elgin Gay Baylor… no había otra posibilidad, no existe otro veintidós más veintidós que él… quizás, podría entenderse que Baylor no es “un sí, pero no”… sinceramente creo que, a pesar de ser “Rookie of Year” [1958-59], de sus 11 Partidos de las Estrellas [incluyendo un MVP], y sus 10 inclusiones en el Quinteto Ideal de la Liga, lo es… lamentablemente, lo es…

No lo tuvo fácil, es justo reconocerlo… llega a Minneapolis [se trasladarían dos años después a Los Ángeles], último equipo de la temporada anterior, una franquicia en crisis deportiva y económica, y, no nos engañemos, Rosa Parks hace apenas dos años y medio que se sentó en un autobús en Montgomery [“provincia” de Alabama]… incluso, en una temporada descomunal [38’3 puntos y 18’6 rebotes por partido], la mejor de nadie en la historia de la NBA, lo hace mientras cumple como reservista en Seattle… entre semana, militar, los fines de semana, jugador de los Lakers…

Pero, porque siempre hay un pero en estas historias… a Elgin, jugador tremendamente físico, con penetraciones endiabladas… dos lesiones le condicionan… especialmente la segunda… primero la rodilla [cuando no había los avances actuales en medicina]… la vertiginosas entradas se transforman en tiros alejados… la segunda, el tendón de Aquiles le deja a punto de la retirada… entre su debut, y su retirada… OCHO finales perdidas [siete contra los Celtics de Russell]… en la temporada que se retira, se siente incómodo, cree que no ayuda al equipo… juega 9 partidos y lo deja… esa temporada, los Lakers ganan, por fin, la Liga… no hubo anillo para él…

Porque destacó, pero esa etiqueta de perdedor… por esos motivos… Elgin Baylor es mi número veintidós…
domingo, mayo 03, 2020

hora veinticinco (1967, Henri Verneuil)

Si te llaman “The Jet” tienes que ser bueno, seguro… si te llamas Chester y te acortan a “Chet”, no eres malo, seguro… si te llaman Chet “The Jet” no sólo eres muy bueno, sino que, además vas a hacer una gran carrera en la NBA… 13 temporadas en la liga… más de 1.000 partidos jugados… media de más de 18 puntos por encuentro… un “NBA Championship”… y mínimo 76 partidos jugados por año… eres bueno, Chet “The Jet”…

Sigamos un poco más… durante sus “doce más una” temporadas, el equipo en el que estuvo SIEMPRE jugó partidos de Playoffs… y él NUNCA se perdió ni uno de esos partidos [¿de qué estaban hechos antes los cuerpos? ¿de adamiantum?]… en todos esos partidos, tanto con Syracuse/Philadelphia como con Chicago, siempre usó el veinticinco… siete veces en el Partidos de las Estrellas [prácticamente los mismos promedios de puntos y rebotes que de normal]… y un seguro en los tiros libres [11 temporadas entre los 20 mejores]…

El traspaso de Chet a los Bulls fue una sorpresa para todos, estaba en un equipo que, además de haber sido campeón un par de años antes, era siempre uno de los candidatos… pero en Chicago había un “cazatalentos” [vamos, uno en el equipo de scouting] que estaba convencido que podía lograrse… el tipo era Jerry Krause [wait a moment!! same Krause that…?? el mismito!!]… y para acabar, la misma historia de siempre… se retira en 1975 y se convierte en “Hall of Fame” en 1993… anécdota final, ganó un Emmy, como co-productor, por una “tv-movie” basada en la vida de una madre soltera y sus nueve hijos… Mary Thomas [la madre de Isiah Thomas]

Por todo eso… porque fue uno de los grandes, pero se nos olvida, Chet Walker es mi número veinticinco…
sábado, mayo 02, 2020

ochenta y ocho minutos (2007, Jon Avnet)

Pensemos en records de la NBA… ahora, dejemos a un lado las hazañas y centrémonos en los nombres… a ver si adivino… Abdul-Jabbar, Jordan, Chamberlain, Russell, Stockton… era fácil… hablar hoy de Henderson [87], Heard [86] o McLemore [también 86] resultaba muy tentador… pero hacerlo del 88, con alguien que en 14 temporadas siempre vistió el número 8, y que, no es especialmente conocido, era una “casualidad” [no creo en ellas, ni en las coincidencias, ni en la suerte… ni en el horóscopo] que no podía dejar escapar…

En teoría, una “regular season” tiene 82 partidos, pero el bueno de Walter Jones Bellamy, en la temporada 1968/69 jugó ¡¡OCHENTA Y OCHO PARTIDOS!! [promedio de 17’4 puntos y 12’5 rebotes, ojo ahí]… explicación fácil: el calendario NBA se adapta a viajes [larguísimos algunos… especialmente desde “el Canadá”], giras, eventos… y puede ser que cuando se abre el plazo de traspasos [mitades de diciembre…] un equipo lleve varios encuentros más que otro… y eso pasó… Bellamy jugaba en los Knicks [35 partidos cuando lo traspasan] y ficha por los Pistons [29]… saquemos cuentas y ¡¡TACHÁN!!

Pero Walt, no era un cualquiera… pivot titular en los JJOO de Roma’60 [oro, of course… y 10 de los 12 seleccionados, son “Hall of Famers” con Jerry West, Oscar Robertson o Jerry Lucas, entre ellos…], cuatro veces All-Star en sus primeras cuatro temporadas, Rookie del Año… record de partidos jugados en Temporada Regular [y no tengo claro que vayamos a verlo superado]… por cierto, retirado en 1974, Hall of Fame desde 1993 [estoy viendo que lo de los 5 años mínimo para ser incluido se les está escapando de las manos…]

Porque es uno de los grandes, pero se nos olvida… porque es un sí, pero no… Walt Bellamy es mi número ochenta y ocho…
viernes, mayo 01, 2020

los once (2009, Pierre Michon)

El penalti de Panenka, no es únicamente el penalti del bueno de Antonín, es mucho más, es algo que ha quedado ya en el imaginario colectivo, algo que ha pasado a formar parte de la Historia [de nuevo con mayúsculas] del fútbol… es la suerte en que se lanzó, es el momento en que se chutó [tanda de penales, tras la prórroga, en la final de la Eurocopa de 1976], es lo que supuso [único título continental ganado por Checoslovaquia a la todapoderosa Alemania Federal (la buena, a que ganaba partidos y títulos)]… pero, cambiando la perspectiva, es también el penalti de Sepp Maier…

Once metros… si el tipo éste, bigotudo, desgarbado, marca serán campeones… si lo paro, tendremos una nueva oportunidad… ¿por qué Uli [Höness] ha chutado tan mal?... once metros… lo tengo claro… clavo los pies en la línea de cal… once metros… ha cogido demasiada carrerilla, se ha salido de la media luna… once metros… miro el balón… veo a los lejos a Franz, a Berti… once metros… oigo al italiano pitar… once metros… viene muy rápido… lo voy a parar… once metros… ¡Lo tengo! Es diestro, tirará a mi izquierda… un pasito al frente y me tiro… es un pálpito, lo va a tirar ahí… ¡AHORA! lo veo… me ha engañado… en el aire me he dado cuenta que me ha timado… ¿cómo ha podido hacer eso? No ha ido a colocar… no ha tirado a romper… ¿qué ha hecho? ¡era el último p*t* penalti! Lo ha tirado suave, manso, al centro… me ha engañado… lo ha metido haciendo una parábola… ¿tan tranquilo estaba? ¡era el último p*t* penalti! ¿cómo me voy a quedar quieto? estaba convencido…

Por eso, porque, aquel día, el penalti también fue suyo… Josef Dieter «Sepp» Maier es mi número once…
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