martes, febrero 27, 2007

esos locos bajitos (1981, joan manuel serrat)

He leído por ahí que un niño inglés pesa ¡¡¡noventa kilos!!! con sólo ¡¡¡ ocho años!!! Y me he quedado "flipao". Me parece una barbaridad. Aparte de que se pueden hacer bromitas con el tema (unas con mejor gusto que otras) y que podríamos hablar sobre lo competente o no que es la madre (no seré yo quien lance la primera piedra) lo que me preocupas es otra cosa. Dicen que el peso del rapaz se debe a que sólo ingiere comida basura y que no le gustan ni las verduras ni la fruta. ¡¡¡Nos ha jodido el niño!!! Tonto no es. Está claro que si digo que no me gusta la acelga y en su lugar me ponen una megahamburguesa de la muerte con todos los acompañamientos y demás, pues claro que prefiero el filete de carne picada. Pero el tema es otro.

Se trata de un tema de educación alimenticia (o alimentaria). Pero no del muchacho, no (¿qué culpa tiene él de pedir? "contra el vicio de pedir, la virtud de no dar" dice el refranero popular). A quienes les falta este tipo de cultura es a los padres. Los míos hicieron muchas cosas bien, aspectos que sólo ahora, en la distancia, comprendo. Y una de ellas fue que me enseñaron a comerme todo lo que hay en plato, me gustase o no, y hasta que no hubiese comido todo no podía levantarme de la mesa. Ahora, unos cuantos años después, puedo permitirme el lujo de no comer espinacas ni coliflor (tengo que reconocer que siendo infante, buenas lágrimas derramé por el hecho de tener que ingerir las dichosas verduritas). Pero aprendí a valorar las lentejas, las judías, los garbanzos, los guisantes, .... Tanto, que me encanta comer todo aquello para lo que pueda necesitar el uso de la cuchara y que su cocción haya podido realizarse en perola.

Me desvío. Quiero decir que si la madre no hubiese concedido tanto antes, no se encontraría con que los servicios sociales ingleses pudieran hacerse cargo de la criatura por negligencia. Parece que al final la madre mantendrá la custodia. No sé si es bueno o malo, pero intuyo que es lo mejor, separa a un niño de su madre en esta edad, puede no ser lo mejor para el futuro del zagal. Y ¡ojo! que no se nos olvide, el niño estará sobrado de kilos, seguro, pero me da a mí que ese niño tiene una enfermedad. Obesidad mórbida, se llama.


PD: ¿No existe una escuela de padres? ¿Se ha dado cuenta alguien que los niños son repetitivos y absorbente como esponjas? Quiero decir ¿saben los padres y madres que si las criaturas ven hacer algo lo repetirán la próxima vez que se repita situación semejante? Por comentar.

1 ingredientes:

Anónimo dijo...

OTRA DE LAS MUCHAS CAUSAS DE ESTE TIPO DE TRASTORNO PUEDE SER EL SINDROME DE PRADER WILLI,CONSISTE MAS O MENOS,EN UNA AFECCION DEL HIPOTALAMO QUE LLEVA A QUIEN LO PADECE A COMER HASTA MORIR. DADO QUE SU CEREBRO NO RESIVE LA IMFORMACION DEL ESTADO DE LLENURA DE SU ESTOMAGO.

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