domingo, octubre 17, 2010

jenaro, el de los catorce (1971, mariano ozores)

Nos vamos haciendo mayores. De acuerdo, es ley de vida y tienen que ser así las cosas, pero.... Duele enterarse así, de golpe. Claro que uno sabe que se está haciendo mayor y que va envejeciendo. Se nos olvida y siempre hay algo, una situación, un gesto, una mirada, una palabra, una fecha que nos lo recuerda... A mí me ha ocurrido con una fecha. Nada especialmente señalado, pero el recordarla me ha hecho sentir un poco más viejo. Quizás sólo sea una tontería. Tal vez es el otoño que me vuelve algo melancólico. No sé... pues bien, resulta que hoy, a las nueve y media de la noche, se cumplirán ¡¡ veinticinco años!! del primer sorteo de la Lotería Primitiva. Ahí es nada. Y el problema es que aún tengo el recuerdo de ese primer sorteo. Bueno, quiero decir del primero de la época actual, que de los realizados en el reinado de Carlos III, a propuesta del Marqués de Esquilache, de ésos no tengo recuerdo alguno. Tan mayor no soy.


De aquel primer sorteo, del que hoy se celebra el aniversario, la primera combinación ganadora fue la compuesta por los números “tres–once–trece–quince-treinta y cuatro-treinta y cinco”, siendo el complementario (otra posibilidad nueva para ganar dinero) el veintisiete. Luego han llegado sucedáneos y nuevas versiones y nuevos días para tentar a la suerte. Pero el inicio se fraguó hace hoy un cuarto de siglo. No soy muy de juegos de azar, la verdad. Apenas he jugado a la Primitiva, algo más a la Quiniela, no compro Lotería de Navidad.... Soy escéptico, lo reconozco. En mucho sentido, y más en lo relativo a la diosa Fortuna. Es lo que hay. Tampoco quiero que la entrada de hoy sea una apología a los juegos de azar y a la ludopatía. No. Simplemente un recordatorio del paso del tiempo.


Han pasado veinticinco años y lo recuerdo. Han pasado veinticinco años y han cambiado muchas cosas. En mi vida, en mi familia, en mi pueblo, en el país... Tal vez, simplemente, cosas como la de hoy, me sirven para hacer recordar cómo era y cómo soy. Cosas mías...



PD: ¿Qué cosas te hacen recordar el pasado? ¿Recuerdas cómo eras? ¿Han cambiado tus prioridades?

4 ingredientes:

Ros dijo...

recuerdo tener que ver la lotería el día 22 o mirar por la ventana cuando nevaba (que no era tan a menudo como ahora) y no ir al colegio.
Recuerdo ver el desfile militar y el debate del estado de la nación como cosas que pasaron hace un millón de años y a las que ahora no presto atención.
De todas estas cosas hay algunas que me vuelven a hacer ilusión desde que tengo sobrinos. Vuelvo a montar un arbol de navidad o un belén y a volver a comprar juguetes y ver la cara con las que los abren ellos... son cosas que tenía olvidadas casi y que se viven diferentes cuando hay enanos cerca.

lussor dijo...

completamente de acuerdo... posiblemente sea porque, nosotros, inconscientemente (o tal vez no tanto) nos transformamos en uno de ellos y vemos las cosas como lo hacen ellos, con sus ojos, con sus preguntas, con su ilusión frente a lo nuevo...

K☺rencit☻ dijo...

En la vida , creo que siempre esta presente el factor suerte,en todo ambito de cosas, y no hablo solo de los juegos de azar...
Asi que arriesgate a comprar un un boleto de Loteria....como lo hice yo, el viernes, cuando pase por el supermercado, y la cajera , no me cobro un pollo, mmmm, vez , la suerte esta cuando menos se espera....no respondi las preguntas, porque ahora mismo, estoy pensando mas que nada en el presente....

toayita dijo...

Muchas cosas me hacen recordar el pasado...demasiadas quizá...soy muy nostálgica/melancólica y con mucha facilidad mi mente se va a años luz de aquí...u olor, una canción, una imagen...
Una de las últimas imágenes que me han hecho regresr al pasado, si no la última, fue una tuya, precisamente...la del libro gordo de petete...recordé esos sábados por la mañana de mi infancia en los que mi padre llegaba a casa después de comprar en el mercado y nos traía a casa la revista de petete que leiamos por riguroso orden de edad...yo esperaba impaciente mi turno, que era el último...esas revistas se fueron convirtiendo poco a poco en libros de colores que siguen estando en casa de mi madre y que ahora disfrutan mis sobrinos, y que si no fuera por eso, probablemente nunca habrían sabido quién era Petete.
El libro gordo te enseña, el libro gordo entretiene...

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