miércoles, noviembre 17, 2010

autorretrato (1966, giorgio de chirico)

Pasa. Sentémonos. ¿Quieres tomar algo? ¿Un café? ¿Una cerveza? ¿Agua? Hablemos. De ti y de mí. De nosotros. Te conozco hace tiempo y sin embargo, no tengo la sensación saber quién eres y que, en cambio, tú lo sabes todo de mí. No sé si soy más transparente que tú o, simplemente, no presto atención. Desconozco cuál es tu color favorito, tú número predilecto (o de la suerte), la canción que te gusta escuchar una y otra vez, el libro que leerías una y otra vez, el lugar en el que te gusta refugiarte y aislarte de todo y de todos... Te conozco pero resultas alguien extraño para mí. Hemos hablado cada uno de uno mismo, de las filosofías de vida y de la forma de entender nuestro propio día a día... En el fondo, yo a ti, y tú a mí, hemos proyectado una imagen aderezada a partes iguales de lo que somos, de lo que nos gustaría ser y de cómo nos vemos.


Sí, sé quién eres, cómo te llamas, tu edad, dónde vives y .... ¿y qué más? Poco más, la verdad. El resto, lo que sé, es sólo lo que me has querido contar, una mínima parte de ti, y lo que intuyo por cómo mueves las manos, por cómo me miras y observas a tu alrededor, por cómo hablas o por cómo callas. Ideas. Presentimientos. Sospechas. Acerca de cómo realmente eres. No sé. Me encuentro perdido, distraído, difuso cuando pienso en ti. Como si una neblina, que sin ser espesa, me impidiese ver completamente tu figura. La veo borrosa, desenfocada. No es una imagen real. Se parece mucho a ti, pero no eres tú completamente. Bueno, no olvidemos que, en todo esto, quizás también soy yo...


Tal vez soy yo el que no ha estado atento, el que se ha despistado, el que ha manejado un lenguaje distinto y no se ha enterado de nada... Tal vez necesito gafas, unas lentes especiales para ver a las personas, para escucharlas cuando hablan por medio de sus palabras y, al mismo tiempo, cuando se explican a través de silencios...



PD: ¿Cuántas personas con las que te relacionas a diario REALMENTE conoces? ¿Compañeros de trabajo, el que vende el pan, el camarero del bar donde almuerzas? ¿Y a cuántas de esas que forman tu círculo más íntimo DE VERDAD conoces?

5 ingredientes:

Ros dijo...

Conoces a mucha gente de diario y conoces más detalles de su vida que de los de amigos tuyos de verdad pero eso no es amistad.

No es amistad el conocer a alguien de copas, de twitter o de compartir rutinas diarias.

Conozco a gente virtual y real que no comparte conmigo nada de su vida y parece que tenemos amistad y, sin embargo amigas que, después de un año, te llamas para felicitarte el cumpleaños y te pones al día de toda su vida, de lo bueno y de lo malo y con las que tienes un nexo de unión mucho más fuerte que con cualquier persona aunque no los veas. Lo mismo pasa con mis amigos: apenas veo a mi mejor amigo y pasan temporadas sin vernos (de darnos espacios necesarios) pero un día hay una llamada, algo que te recuerda a él y todo el vacío se elimina.

Ese vacío no se elimina con el resto las personas con las que interactuas todos los días pero a las que, sin embargo, no conoces.

Mención aparte merece el hecho de la forma de ser de cada uno. Yo puedo ser extrovertida y no por eso tener ganas de contar mi vida a todo el mundo en todas las ocasiones (a veces parece que la gente te interroga y, si soy extrovertida y no hablo, lo mismo es que no quiero hablar y ya) y eso se le respeta a la gente tímida y no a la que es más abierta. Si yo respeto la forma de ser de aquellos que no cuentan nada de sí, por qué ellos no respetan la mía. Si yo no controlo la vida y agenda de gente que no me quieren contar su vida, por qué ellos preguntan acerca de la mía... eso me jode mucho.

toayita dijo...

Quiero pensar que conozco a todas esas personas que considero mis amigos, los de verdad...y quiero pensar que estoy conociendo DE VERDAD a otras personas que han ido llegando a mi vida...no a todas, a las que considero especiales y a las que me muestro tal y como soy yo DE VERDAD...
Besos, barbas...se te ha echado de menos por la blogosfera...

toayita dijo...

Y como blogger sigue sin recordarme vuelvo...y de paso te dejo otro beso...

K☺rencit☻ dijo...

A veces pasa, y me ha pasado, con mis amigas (todas son muy extrovertidas, unas mas que otras), son contadas, con una mano, 2 de la infancia, y 1 de la universidad, todas son mi polo opuesto, pero como me gusta mucho la gente extrovertida, (porque yo soy introvertida), disfruto de su compañia, a pesar, que a veces, en una misma conversacion , me repiten 2 veces una misma situacion, pero no importa, es mi amiga, por lo menos para mi....y la escucho.Y me pasa, que la conversacion comienza con un " Y tu que cuentas?", y yo digo, por lo general, "no tengo mucho que contar, puro trabajo"(pero en realidad, si tengo , cosas que contar).Despues de esas palabras magicas, se agarran de mis oidos, y las puedo estar escuchando 2, 3...horas, en un cafe, por telefono, etc....y ahi quedo yo escuchando, y con las ganas, de haber contado mis cosas tambien...e incluso despues de 3 horas, hasta se me olvida , lo que tenia que contar de mi, pero bueno, sera en otra conversacion, porque los problemas de la vida cotidiana nunca faltan...Situacion similar me ha pasado, tambien con mis jefaturas, soy de escuchar, pero cuando me tienen que escuchar a mi...ufff..son oido sordo, ellos confian mucho en mi.....pero bueno, en el trabajo, no existe la amistad....como me lo dijo un ex jefe, refiriendose a sus colegas de profesion.

No se porque, a veces la gente confia en mi, pero a mi , me cuesta confiar en la gente.

Entonces, si la persona a quien te refieres es introvertido o introvertida, timido o timida, debieras hacer, que esta persona comience la conversacion, si es que tu interes es conocer realmente a la persona,si no es de tu interes conocer a esta persona, entonces es porque , realmente no hay amistad....de tu parte.

Comentario a parte , al igual que a Toayita, a mi tampoco , me llegan las notificaciones,Ros creo que lo dice todo y escribe bonito.

Y lo mas importante, cuando no escribes, " se't estranya"(gracias google) :*

Mamen Hernández dijo...

Conocer a la gente está sobrevalorado.

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