viernes, marzo 30, 2007

tranqui tronqui (1996, segio makaroff)

Hay cosas que caen por su propio peso. Desde luego que ... Luego dirá que si el absurdo de Valle-Inclán o el de, por ejemplo, Faemino y Cansado (que por cierto, me parto la caja con ellos). Incluso podíamos hablar de situaciones extrañas que plantea Miguel Mihura en "Tres sombreros de copa", o de los hermanos Marx, o .... no sé, de mil y una situaciones que podamos imaginar que rocen el ridículo y que no voy a contar, porque me parece que me estoy poniendo bastante pedante. Pero ¡oh, sorpresa! la realidad supera siempre a la ficción (aunque no sé si esto debiera de ser así). Y ojeando (y hojeando, al mismo tiempo) un periódico gratuito de los que reparten en la calle, lo he visto.

Dice el titular: "Un chico de 16 años atrapa a un ladrón de bicicletas que huía desnudo". Y ya para empezar lo flipas. Con ese inicio, no queda más remedio que seguir leyendo. El asunto fue, más o menos, así. Imagina que llegas al supermercado a comprar cuatro tonterías (digo esto, porque en la bici poco más vas a poder llevar) y la aparcas fuera. Llega alguien y al ver a la pobre bicicleta ahí solita, sin compañía, sin el dueño al lado, piensa, yo te haré compañía y se monta y se va con ella. Resulta que te das cuenta y sigues corriendo detrás de él, que, en el fondo, la bicicleta es tuya, y supongo que gritas que lo detengan o algo así (por cierto, qué complicado es correr y gritar al mismo tiempo, acabas muy sofocado, por no decir jodido). Total que el tío se da cuenta y piensa, ¿qué puedo hacer para que no me reconozca?, ¡ya está!. Y no tiene mejor idea que meterse en un parque, desvestirse y seguir huyendo pedaleando totalmente desnudo, para que no le reconozcan (¿a qué parece totalmente lógico?). Luego, ya, lo normal, un chaval de dieciséis años lo para, llega la policía y te devuelven la bici.

Lo que no dicen, y es lo verdaderamente importante del tema, es la hora en que ocurrió. Porque … ¿qué hace un chaval de dieciséis años en un parque? ¿no tenía clase? Dado que no se juega en la calle, … ¿estaba de botellón? ¿acaso fumaba (lo que sea, que a esa edad no se puede, ni se debe)?


PD: ¿No nos hemos encontrado situaciones absurdas nosotros? ¿De cuántas hemos sido protagonistas? Yo de bastantes, la verdad. ¿Nos arrepentimos de haberlas vivido en primera persona?

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