
No bastaba con saber que proa era la parte de adelante del barco, por oposición a popa, o que estribor es la parte derecha y babor la izquierda, o que eslora es su longitud. No, no es suficiente. Ahora hay que saber de trasluchadas, tangones, o qué es un tangón. Si además te dicen que hay una bañera (y no es la de casa, no), un spinnaker (espinéiquer, se pronuncia), una escota, o una ceñida, pues tú, que como yo, eres profano en el tema (yo cada vez menos) pues lo flipas. Ni idea de lo que te dicen, pero asientes, no sea que se te vea la cara de pardillo.
Y así va a ser esto hasta, más o menos, el siete de julio (San Fermín). De modo que nos queda un mesecito para aprendernos todo eso, y por si fuera poco, también habrá que saber de barloventos, sotaventos, winches (güinches, se dice).... y de más tonterías. Que, quizás, soy algo tiquismiquis, pero ... ¿esto es un deporte para ver con los amigos alrededor de la tele? Lo que yo decía.
PD: ¿Somos, en cierta medida, esclavos de las modas? ¿Lo que interesa a los demás, nos debe interesar a nosotros? ¿No hay algunos deportes que parecen un poco elitistas? ¿A qué huelen las nubes?
0 ingredientes:
Publicar un comentario