lunes, julio 02, 2007

si peter pan viniera (2002, ismael serrano)

Mi querida Wendy:

¿Me recuerdas? Lamento que la última vez que nos vimos te dijese “vuelvo enseguida” y, en cambio, me fuese a París volando para siempre. Sin embargo, he vuelto. ¿Recuerdas la primera vez que nos vimos? Era madrugada. Ya casi dormías. Entré volando en tu habitación. En tu habitación y en tu vida. ¿Recuerdas? No sé si perseguía a mi sombra o si, simplemente, estaba jugando y el azar hizo que te encontrase. Quisiste acompañarme al País de Nunca de Jamás, allí donde no íbamos a crecer. Sólo teníamos que ir hasta la segunda estrella a la derecha. Todo recto hasta el alba. ¿Recuerdas? Todos crecimos. Todos crecemos. Me resistí. Lo sabes. No sé cuándo lo descubriste tú. Quizás fue un día, cuando eras pequeña, tal vez, andabas jugando por un jardín, puede ser que cogieras una flor y corrieras hacia tu madre. Supongo que le parecería adorable, y, posiblemente, se llevara una mano al corazón y exclamara, o tal vez, sólo lo pensó: -¿Por qué no podrías quedarte así para siempre?

Nunca me hiciste un reproche, ni siquiera al final, cuando decidí no decidir. Por cierto, nunca te agradecí bastante que me explicases el final del cuento de Cenicienta que no había llegado a oír. Me diste un beso. El primero. Tu beso. En realidad, se parecía bastante a un dedal. Y yo te enseñé a volar. ¿Recuerdas? Sólo hay que pensar en cosas bonitas. Sólo era eso. La verdad, me sentí traicionado cuando me di cuenta de que habías crecido, de que ya no eras la niña que yo conocí. Pero ahora sé que era imposible retenerte, que estaba en tu naturaleza crecer. Ya lo sé. He vuelto. No te pido nada. No busco pasado en este presente adulto. Sólo quería que supieras que estoy aquí. Que he crecido. Tal vez, ahora, al leer estas líneas, seas tú la que intenta no crecer. No lo sé. Pero, esta noche, mira por la ventana de tu cuarto. Observa la ciudad apagada. Te visitaré, como hice hace años. Y hablaremos. De ti y de mí. Y si quieres, pensaremos en cosas bonitas.

Nunca te olvida,

Peter P.


PD: ¿Por qué hay veces que las cosas más bonitas parecen que sólo salen en los cuentos? ¿Por qué no consideramos a nuestras vidas como cuentos? ¿Existen las hadas? Personalmente, creo que sí, que están ahí, aunque no las vemos. O al menos, eso quiero creer, porque si dejo de hacerlo, es posible, que empiece a crecer.

1 ingredientes:

Anónimo dijo...

Exquisita!Bella entre bellas!

| Top ↑ |