
Así que la mencionada viuda fue ingresada el pasado fin de semana en el hospital por dolores en las rodillas, aunque otras fuentes afirman que acudió al centro St. Luke Medical para someterse a una revisión médica con la finalidad de detectar si padece problemas coronarios. Hasta ahí normal, ¿no? Pero, hete aquí (¡qué bonita y moderna expresión!) que sale del hospital con una prescripción médica que colma su gran afición, comprar zapatos nuevos, aunque ahora tendrán que ser ortopédicos. De modo, que si no lo he entendido mal, esto viene a ser, en lenguaje llano y sencillo, que a esta enferma de los zapatos, el doctor le ha dado una receta para que se compre zapatos. ¡¡Perfecto!! ¡Ideal de la muerte! Y yo preguntándome qué iba mal en la sanidad ….
Pues nada, Miss Manila en 1950, suerte con lo suyo, que le vaya bonito, que usted elija bien y sepa escoger el calzado ideal para poder complementar de la manera más adecuada su vestuario. Esto… ¿sabe usted si la Sanidad allí es pública? No, por nada, pero tengo que comprarme pantalones … y por eso.
PD: ¿Coleccionar algo de modo desmesurado es una enfermedad? ¿Tiene un síndrome de Diógenes exclusivo en zapatos? ¿Cuántos años hay que vivir para poder calzarse todo eso? ¿Tendrá un par favorito o alguno que se haya puesto tres veces o más?
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