viernes, septiembre 17, 2010

soledad (1973, emilio josé)

Una conversación robada en la frutería que hay junto a casa, me ha hecho pensar. Charlaban animadamente la tendera, una chica joven y rolliza, con una clienta, anciana y vestida con una de esas batitas rosas y blancas que parecen de servicio doméstico. Lo hacían, como he dicho, de manera amigable y sonriendo cuando yo he entrado. El caso es que en el momento que he llegado a ellas, la primera frase que he escuchado ha sido: “a mí no me quiere nadie, que soy ya vieja y fea”. Curioso, nada más pronunciarla, me he fijado más detenidamente en ella. El pelo, cano, recogido en una pequeña coleta, la cara, surcada por las arrugas de la vida, la boca, con una sonrisa amarga, presentaba la ausencia de un par de muelas, la figura, ya encorvada, se recostaba sobre el mostrador.... Después de eso, me han dado ganas de decir “señora, le invito a un café, a una cerveza, a lo que quiera y charlemos...” porque entre su sonrisa y su mirada, me ha parecido advertir la sombra de la soledad.... Pero, no soy Clint Eastwood. Espero no lamentarme por no haberlo hecho....


Tras hacer mi compra y despedirme de ambas, le he dado vueltas al tema mientras tomaba una de mis dosis de cafeína. Y, lo cierto, es que me ha asaltado una especie de vértigo, de mareo y, también de preocupación. He pensado que, tal vez, en un futuro, yo pueda estar en una situación similar. Lo de viejo, lo espero y deseo, lo de feo... bueno, hay cosas que no se pueden evitar, pero ha sido el tema de estar solo. Unas cuantas veces he hablado aquí sobre la soledad, sobre las fobias, pero, si, en este momento, tuviera que decir a qué tengo miedo, quizás fuese a ser mayor y estar solo. Porque no creo que fuese una soledad deseada, sino una impuesta. Y eso, eso, a mí sí que me da miedo.



PD: ¿Se acostumbra uno a la soledad impuesta por las circunstancias? ¿A determinada edad te dejas llevar por la vida? ¿Qué será de mí dentro de ... cuarenta años? ¿Seré, aún a esa edad?

6 ingredientes:

Anónimo dijo...

Llegar tarde a casa, todo vacío, en silencio, y ahí cuando me meto en la cama es cuando realmente deseo un abrazo, una mirada de "tranquila estoy aquí, a tu lado". En esos momentos en cuando me da miedo la soledad, miedo a que me acompañe en todas esas noches.

lussor dijo...

querida anónima... quizás, eso es lo que tenemos miedo todos, miedo a esa situación, miedo a que perdure en el tiempo, miedo a que sea continua... pero... sabes lo que te digo??? tranquila, estoy aquí, a tu lado....

Anónimo dijo...

Siento no haber firmado ni las entradas de ayer ni la de hoy, así, siendo una anónima... sin más.
Gracias.

lussor dijo...

bueno, no pasa nada, puedes hacerlo.... de todos modos, aun como anónima, espero que sigas paseándote por aquí y aportando cositas.... gracias a ti....

Anónimo dijo...

Sin querer invadir tu espacio con mis comments,... siento que parte de esas reflexiones podrían ser mías, por eso me atreví también a expresarlo en voz alta...

lussor dijo...

no invades en absoluto.... yo escribo la receta, entre todos ponemos los ingredientes, las especias.... y sí, son mis reflexiones, pero... ¿por qué no pueden ser también las tuyas??... posiblemente lo sean....

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