viernes, diciembre 31, 2010

un año más (1988, mecano)

Como siempre, deprisa y corriendo. A última hora. Variando la hora habitual de publicación [esto ha sido, más o menos, conscientemente]. Mitad a hurtadillas, mitad entre compromisos de este día. Tratando de escribir rápido para aprovechar el tiempo en otras cosas. Hoy, parece ser, toca repaso de os últimos trescientos sesenta y cinco días. Al volver la memoria, aparecen un montón de imágenes que me resulta difícil describir [y mucho más en sólo trescientas cincuenta palabras]. Han existido momentos buenos, menos buenos, risas, alegrías, lágrimas, tristezas... Lo normal. Pero hay algunas cosas que me gustaría reseñar. Por un lado, he vuelto a redescubrir la alegría por escribir [tanto lo que aparece en este cuaderno de bitácora, como lo que pasa a formar parte de distintos relatos] y a saber que hay quien lo lee y piensa sobre ello.


Otro hecho es que mi vida “dospuntocero” ha crecido, y bastante. He conocido virtualmente a unas cuantas personas. Y he desvirtualizado a algunas de ellas. Y eso ha supuesto un estímulo, llamémosle, vital. Saber, conocer, aprender, descubrir... a personas que son como uno, no necesariamente piensan ni se comportan igual, pero son normales. Con sus buenos y malos días, con sus problemas y sus soluciones... A veces, tengo la sensación, que ser normal es anormal. Y me niego a creer eso. Quiero pensar que estoy rodeado de personas normales y que hay gente buena por ahí y no todo el mundo es un canalla, un bandido o no tiene escrúpulos.


Para mañana dejaré los buenos propósitos que no pienso cumplir. Creo que cuanto antes deje de cumplirlos, más tiempo tendré para deshacerme de los remordimientos por ese incumplimiento. Mientras tanto y, aprovechando las escasas horas que restan para el cambio de año, quiero felicitarte el año. A ti, seas quien seas, donde quiera que estés y que has caído por accidente o de manera voluntaria, en este pequeño diario, que has llegado leyendo hasta esta líneas y que aún sigues leyendo. A ti, FELIZ AÑO 2011. Que todo lo que desees se te cumpla durante los próximos trescientos sesenta y cinco días.



PD: ¿Tanta importancia tiene un cambio de año? ¿Realmente necesitamos un día para creer que podemos cambiar? ¿Por qué nos hacemos buenos propósitos que luego no cumplimos?

2 ingredientes:

Ros dijo...

Cualquier ciclo temporal te ayuda a hacer balance y a evaluar cómo van tus objetivos y tu vida en general. Puede ser el fin de año, tu cumpleaños o cualquier otra fecha que te haga recapacitar acerca de tus deseos y aspiraciones y te haga proponerte nuevas metas, objetivos y deseos... a mi me gusta, no que sean objetivos inalcanzables pero bueno, uno hace una lista e intenta conseguir alguno, aunque siempre pongas cosas que no vas a hacer, como en mi caso, hacer deporte... que si, que este año seguro que lo hago :)

Mamen Hernández dijo...

Amigo Lussor... ¿Qué es normal? Me preguntas mientras clavas en mi pupila... ;)

| Top ↑ |