domingo, febrero 11, 2007

llueve sobre mojado (1998, fito páez y joaquín sabina)

Sigo con el tema de las obras en mi pueblo. Pues nada, que la alcaldesa de este pueblo, ha decidido que no tiene que parecerse a lo que es, sino ser, por lo menos, como Guasintón. Así que tenemos las calles que no parecen las nuestras. Están todas cuales corderos en un matadero. Con todas las entrañas por fuera. Podemos ver las tuberías, los cables, una alpargata que perdió uno de otro pueblo cuando estaban haciendo las calles y hasta la herradura de un caballo cuando por ahí pasaban carros y no coches con dos millones de caballos de vapor (que a estos equinos no los he visto nunca, pero deben ser mejores que los de verdad) a trescientos por hora aunque por mi pueblo sólo se pueda ir a cincuenta.

Pues eso, que vamos como las cabras por el monte, saltando de montón en gravilla a montón de gravilla. Así que entre zanjas, charcos kilométricos en los que ignoramos su profundidad, calles cortadas, retroexcavadoras y su p... madre, pasamos los días. Dar un paseo se ha convertido en algo imposible. Ahora o te vas de excursión a comprar el pan o no te comes un bocadillo ni en el mejor de tus sueños. Y eso, hablando de ocio, porque si quieres ir a trabajar andando ... uffffffff ...... Prepárate. Necesitas una mochila, una linterna por si entras en una zanja muy oscura, bengalas para que te localicen, un teléfono con satélite (que no tengo ni idea de lo que es, pero que debe molar mogollón), víveres para un par de días (que mi pueblo es pequeño y más de dos días no van a tardar en encontrarte) y ropa de abrigo.

Y en esas estamos. Los mayores de mi pueblo dicen que es por lo de las elecciones. Para decir que han hecho esto y lo otro y lo de más allá, y así ganar votos. Yo creo que se equivocan. Porque quedan dos meses. Porque si en esos dos meses arreglan todo el dasaguisado que han montado esto no es España, esto sería Alemania, por lo menos. Porque si le votasen por eso, los de mi pueblo son de otro planeta, que tendría cojones votarles porque en mes y medio intentan hacer lo que no han hecho en cuatro años menos dos meses. Porque .... Bueno, una ventaja tiene todo esto. Mejor dicho, dos ventajas, la primera es que los abuelos de mi pueblo hacen ejercicio y ejercitan su mente, vamos, que se van a ver las obras y discuten entre ellos sobre si aquél está mezclando bien el cemento o no, o si el otro coloca correctamente la tubería. La otra ventaja es que las palomas de mi pueblo ya no están gordas, porque los abuelos viendo las obras, ya no les dan pan.


PD: ¿Y si tuvieran razón y todo esto fuera por las elecciones? De todos modos ¿alguien ha visto a la alcaldesa en una zanja con pico y pala?

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