lunes, marzo 12, 2007

cartas marruecas (1789, josé cadalso)

Estimada Señora Mía:

Aprovecho la presente, para comunicarle que he tenido conocimiento de su actual problema. Sepa usted, que lo lamento mucho y que, en la medida de lo posible, haré cuanto esté en mi mano para ayudarla, a fin de que toda pueda reconducirse a la situación anterior. Sepa, también, que en parte soy culpable de haber llegado a este punto que, da la sensación, de ser de no retorno. Sin embargo, debo poner en su conocimiento, que todo ello ha sido más por negligencia, buscando la comodidad e inmediatez, que por haberse hecho de manera voluntaria.

Es probable que usted se pregunte cómo he llegado a saber de esta cuestión y me parece justo que sepa cómo ha llegado a mis oídos. Hace un par de días me encontré con uno de sus amigos. Quizás lo recuerde, es bajito, redondo, amarillo y con una especie de boina sobre su cabeza. Sí, él es. Buzón creo recordar que se llama. Me preguntó si la había visto y tuve que reconocer que no, que hacía tiempo que no estaba con usted. Y, entre sollozos, me contó que hacía tiempo que no coincidía con usted, que temía que le hubiera olvidado, que, tal vez, usted se había jubilado y ni tan siquiera se lo había comunicado. Le dije, que eso era del todo improbable, que alguien tan educada como usted, era imposible que no hubiese acudido a comentárselo. Me contó también algo sobre su nieto, ¿Mail es su nombre, no?, creo que sí. Que tiene mucho trabajo, que no hace sino dar vueltas al mundo, todo el día de un lado para otro y que apenas le deja a usted trabajar. Que apenas, de vez en cuando, le permite a usted salir a pasear y darse un garbeo, y que, casi siempre, es por el reino, que apenas cruza ya usted el Atlántico y menos aún visita Europa. Lo lamento. Le dije a su amigo que no se preocupase, que el día menos pensado, le visitaba de nuevo y le daba una sorpresa.

Lo dicho, buena señora, trataré de remediar mi falta. Ya sabe que me tiene para lo guste mandar (o quizás deba ser al revés)


PD: ¿Recordamos la emoción de recibir una carta? ¿De abrir con cuidado el sobre para no romper su contenido? ¿De releer una y otra vez la misiva? ¿De reír o llorar con su contenido? ¿Dónde hemos dejado esas sensaciones?

0 ingredientes:

| Top ↑ |