martes, marzo 06, 2007

embrujada (1983, tino casal)

Esperan con paciencia a que el sol se oculte en el horizonte. Para cobrar vida. Para desentumedecer sus huesos centenarios. Para dar un paseo por los tejados. Para encontrarse en algún lugar oscuro, sombrío, alejado. Bueno, quizás esto no ocurra de verdad. Tal vez sólo es algo que proyecta mi imaginación, una idea vaga de lo que puede ocurrir cuando todo el mundo duerme. De día, mantienen, en un inverosímil equilibrio, sobre los tejadillos y alares, una mirada de provocación, una postura retadora. En ocasiones producen temor, en otras, son animales imposibles de imaginar. Sus caras, sus gestos, ... todo es válido para cumplir el encargo encomendado. Son las gárgolas.

Forman una secreta sociedad de gente pétrea. Nunca están solas. Se distribuyen a lo largo del edificio. Cercanas, próximas entre ellas. Quizás para ayudarse cuando la noche extienda su manto sobre ellas y no teman moverse. Pero ¿quiénes son? Unos dicen que las almas condenadas por sus pecados, a las que se impide la entrada en la casa de Dios. Otros, que guardianes de la Iglesia, signos mágicos que mantienen alejado al diablo. Incluso, los más osados, afirman que son representaciones del demonio. No sé que será cierto o no, pero prefiero pensar que nos protegen. Tampoco sé de qué ni de quién, pero lo hacen. Y desde las cornisas otean el horizonte cuales vigías de los posibles peligros.

Tal vez, esta noche, espere a que llegue la oscuridad, y desde la ventana de mi habitación, entre las rendijas de la persiana y oculto por las cortinas, me quede observando el alar del edificio de enfrente o, quizás mire hacia la iglesia que hay unas manzanas más allá. Con un poco de suerte, y si no me vence el sueño, podré ver a las compañeras de Stirga, a las descendientes de La Gargouille. Aunque reconozco que me encantaría dar un salto desde mi posición y llegar hasta ellas y hasta que llegue el alba, formar parte de ese grupo que, noche tras noche, deambula por los tejados de mi pueblo, vigilando, no sea que el Maligno aparezca en cualquiera de sus formas y nos pille desprevenidos.


PD: ¿A que parece todo mentira y sin embargo tan real? ¿Soy el único que siente deseos de conocer a las gárgolas?

1 ingredientes:

Anónimo dijo...

SIEMPRE LAS HE ADMIRADO,LAS ENCUENTRO FASCINANTES;AQUI ESTAN DESCRITAS DE UNA MANERA UNICA,EXACTA.

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