domingo, mayo 13, 2007

comer para adelgazar (2001, michel montignac)

Estamos perdidos. En poco más de un mes, empieza el buen tiempo (de continuo, se entiende) y están a punto de aparecer nuestras vergüenzas. Nuestros más horribles temores surgirán desde nuestro interior (y nunca mejor dicho) para convertirnos en el objetivo de bufas, para ser la diana de las burlas mas atroces y crueles, para ser señalados por la calle, al tiempo que una sádica risita se escucha. Y sólo hay una posibilidad de eludir todo eso. Sólo hay una vía para evitar las mofas y chanzas. Nuestro único resquicio para sortear las chanzas, guasas y choteos es .... la OPERACIÓN BIKINI.

Nos estamos acercando peligrosamente al verano y en nuestra cabeza sólo bulle una palabra: adelgazar, adelgazar, adelgazar... Adelgazar, que como todo el mundo sabe, significa, en su acepción femenina, poder entrar en el bikini del año anterior, y, en la masculina, que se vean lo menos posible los michelines. Durante todo el invierno nos hemos estado engañando vilmente, haciéndonos creer que los jerseys, cazadoras, y otras ropas de abrigo nos engordaban, dada la cantidad de prendas (y su grosor) que llevábamos puesta. Pero ahora, cuando el veranito se aproxima, y empezamos a desempolvar la ropa más fresquita y nos la probamos, es cuando vemos la verdad. Y como decían en la serie Expediente-X, la verdad está ahí fuera... concretamente en mi cintura y mis abdominales.

En el fondo los responsables de que, cada año (todos los años) queramos eliminar esos kilitos de más, deseemos hacer desaparecer esos antiestéticos michelines, ... son los señores encargados de la publicidad que se empeñan en meternos en la cabeza, a través de anuncios, cada vez repetidos con mayor frecuencia, la idea de que debemos consumir de cosas ligths, desnatadas, descafeinadas, sin fibras, sin sal, sin sabor, ... y su puta madre. Y además hay que hacer ejercicio, y beber dos mil litros de agua al día, y .... bueno, un montón de cosas, todo para no parecernos, ni por asomo, a esas fantásticas modelos, ni a eso macizos que tienen una tabla de planchar en el abdomen y estás tremendamente bronceados y sudorosos (¿se nota mucho que los odio?).


PD: ¿Durante cuánto tiempo vamos a seguir modas? ¿Realmente queremos parecernos a esos cuerpos? Imaginando que no eres la Obregón .. ¿de verdad te gustaría ir con un cuerpo así al lado por la calle?

0 ingredientes:

| Top ↑ |