
Siempre lo tuviste claro: "Soy tigre en la selva; y señor, donde hay que ser señor". Por tanto, cuando te preguntaron una vez acerca de tu famoso affaire con Ava Gadner supiste poner los puntos sobre las íes: "Fue una noche maravillosa, siempre en el buen sentido. A lo mejor ahora hubiera intentao rematar. Y anda que iba a tardar en contarlo, ¡pas!, he puesto ahí. Porque si le pones una varita a la Ava Gadner y no lo cuentas... Eso hay que contarlo. Ahí cualquiera pierde... Aquella tía, con aquel morrazo, cago en la leche, si es que es una alegría".
Y te lo curraste, ¿eh? Empezaste a trabajar en un bar, después repartiste fruta a domicilio, también trabajaste con tu hermano como jardinero. En la mili aprendiste a leer y cuando te licenciaste conseguiste la cartilla de taxista y ahí estuviste, tras el volante, durante siete años. Luego probaste suerte en la hostelería, pero sin éxito. Con el dinero que ganabas te financiabas los discos, que luego vendías en el Rastro. ¿Y ahora qué? ¿Quién le va a cantar a ese torito guapo?
PD: ¿Por qué hay personas que, independientemente de su profesión, nos caen bien? ¿Por qué puede no gustarnos su aspecto profesional y, en cambio, encantarnos el humano? Quizás porque son buena gente. De mayor, yo quiero ser también buena gente (que es mejor que buena persona)
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