
Debo reconocer que la capital no acaba de ser santo de mi devoción, posiblemente porque soy no la he conocido lo suficiente y, también porque la ciudad condal me tira mucho más. Pero estos días han sido especiales. He podido verla a través de mis ojos y de los de otra persona. He buscado gárgolas (¡tan difíciles de encontrar en mi pueblo). He paseado por calles antiguas, flanqueadas por viejos, que no ruinosos, edificios, en los que se respiraba el paso del tiempo, de la sabiduría adquirida durante siglos. He visitado la Plaza Mayor, el Parque del Retiro, el Palacio Real, ... Conforme empiezo a recordar por dónde he pisado, me vienen múltiples recuerdos y sensaciones, así que me temo, que estas entradas deberán sucederse escalonadamente (para no cansar, digo)
Es obligado reconocer que todo el mundo me ha tratado fenomenal (supongo que mi cara de paleto y mi imaginaria boina calada hasta las cejas, ayudaba). Me tomé un cafelito en el Café Gijón (otro día cuento más cosas), estuve ante la puerta del Ritz, admiré a Cibeles (en otra visita compensaré y saludaré a Neptuno)... Y todo ello, con la inestimable colaboración de mi querida hada madrina. MUCHAS GRACIAS.
PD: ¿Nunca te ha envuelto la sensación de ir descubriendo poco a poco un pueblo, una ciudad, ..? ¿Algo que excede de ti y te hace flotar? ¿Nunca has visto algo conocido de manera diferente cuando lo miras con otra persona y le da un significado distinto?
1 ingredientes:
Si definitivamente dependiendo de la compañia se ve de forma diferente.Yo vivi un fin de semana en Madrid inolvidable,todo lo vi mas bonito,aún al pasar por esas calles me invade el alma una nostalgia que duele,si pudiera regresaria el tiempo para sentir su presencia,pero fue un sueño,solo un sueño y nada mas.
Publicar un comentario