lunes, agosto 06, 2007

50 primeras citas (2004, peter segal)

No sé porqué, pero hoy han venido a mi mente recuerdos e la adolescencia. Distingo, vagamente, de cuando empecé a descubrir mi heterosexualidad, vamos, de cuando comencé a ver a las chicas de otra manera. La primera cita, la primera caricia, el primer paseo, el primer beso …. Recuerdo, y otras veces también me ha ocurrido, el corazón tratando de atravesar el pecho con su acelerado bombear, recuerdo como no había oxígeno suficiente para llenar mis pulmones, recuerdo mis manos sudorosas, …. La primera carta de amor, la primera llamada telefónica, el primer verso escrito, el primer abrazo, ….

Junto a esas imágenes, mitad en blanco y negro, mitad en sepia, asoman las burdas excusas que, ahora me parecen infantiles, acompañaban a esas primeras veces, y que trataban de justificar mis ausencias y/o retrasos en el hogar. Si yo, ahora mismo, no me las creería, me temo que tampoco lo hicieron mis progenitores, pero hicieron ver que colaban. He tenido suerte. La primera excusa, la primera cena romántica, el primer regalo, el primer aniversario, ….

Recapacito. Reflexiono. Pienso y veo que ha habido otras primeras veces (tampoco tantas, pero sí alguna más). Y en todas ellas ha aflorado ese adolescente inseguro y tímido que, quizás, nunca he dejado de ser. Ese chiquillo que, emocionado por la situación, imaginaba cosas imposibles y maravillosas. Y, en ese soñar despierto, todo era luz y color, el sol brillaba con fuerza, donde todo era rosa. Aunque luego, fuera de esa ensoñación, llovía como nunca, el aire se mostraba afilado, el cielo estaba cubierto por negros nubarrones. Pero no importaba. La primera escapada juntos, la primera canción, el primer viaje en autobús, el primer desengaño, ….

Le sigo dando vueltas al tema. Me pregunto si todo no son sino una sucesión de primeras veces. Con distintas personas, en distintos lugares, incluso, en situaciones diferentes, y, sin embargo las mismas primeras veces, los mismos sentimientos, idénticas sensaciones. No sé, tal vez, y sólo tal vez, son cosas mías.


PD: ¿No nos hemos sentido alguna vez todos igual? ¿No hemos experimentado esas mismas emociones? ¿No hemos tenido la sensación de que ya lo habíamos vivido antes, pero que, sin embargo esta vez era distinta y diferente?

1 ingredientes:

Anónimo dijo...

Hay ocasiones en que creemos que no volveremos a sentir dicha sensacion, y de repente aparece como un milagro. Nos embarga una felicidad indescriptible, es como una droga. He oido que hay personas a quienes ese mariposeo en laboca del estómago les dura toda la vida. Sera verdad?

| Top ↑ |